El documento discute cómo la inversión en infraestructura por parte de los gobiernos es fundamental para el desarrollo económico sostenido en América Latina. Señala que la falta de infraestructura como aeropuertos, estaciones de metro y puertos limita el crecimiento económico, y que se necesitan alrededor de $200,000 millones en inversión en los próximos años. Además, argumenta que la inversión pública en proyectos de infraestructura a gran escala es necesaria para aprovechar las o

1. Infraestructura, factor de desarrollo económico sostenido
Por: Florencia Bunge
Hace unas semanas leía el Informe “La infraestructura de transporte sostenible y su
contribución a la igualdad en América Latina y el Caribe”, elaborado por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que muestra cómo las medidas
gubernamentales que impulsan el desarrollo en infraestructura dotan a los países del
capital necesario para elevar su productividad.
Durante el V Foro de Inversionistas de América Latina y China, celebrado en Pekín en
noviembre de 2013, se señaló que la inversión en infraestructura en los países
latinoamericanos hará posible la continuidad del crecimiento económico en la región.
Según Jean Marc, jefe del Departamento de Infraestructura del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), la región tiene un gran potencial, con una cifra aproximada de
unos US$200.000 millones en inversión en infraestructura en los próximos años.
Hoy vivimos en un continente donde los ciudadanos cada vez demandamos más y
mejores servicios, y estamos dispuestos a pagar por ellos. Sabemos que el desarrollo
de infraestructura pública asegura el avance de nuestro país, y nuestro continente. Es
indiscutible que hay falta de aeropuertos, estaciones de metro, puertos, entre otros.
Los Gobiernos se empiezan a dar cuenta de que para que sus economías crezcan es
necesario invertir en el sector.
En este sentido, recientemente, Alejandro Werner, Director del Departamento del
Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que “el punto
clave en América Latina es implementar un conjunto de políticas que realmente
permita a los países cosechar los frutos de las entradas de capital —por ejemplo, más
inversión en infraestructura y programas sociales— y reducir al mínimo las
consecuencias negativas asociadas a la volatilidad de los mercados financieros”.
Por ello, la inversión pública en infraestructura es una condición necesaria para el
desarrollo. Es necesario afrontar las iniciativas de infraestructura desde una manera
global, para así poder contar con un marco normativo más eficiente que promueva
elevar la intervención pública hacia regulaciones más efectivas que promuevan un
desarrollo económico sostenido.
Este artículo ha sido basado en la opinión personal de Florencia Bunge.
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