2. INDICE
1. Concepto.
2. Clasificación.
3. Colgajo por deslizamiento.
4. Colgajo de rotación.
5. Colgajo de traslación.
6. Colgajo de trasposición.
7. Complicaciones y manejo.
3. CONCEPTO
• El colgajo o plastia se define como aquel segmento de tejido que es
movilizado para cubrir un defecto más o menos cercano y que, a
diferencia del injerto, mantiene un pedículo vascular con su lecho
primitivo con vasos sanguíneos arteriales, venosos, capilares y
linfáticos, que deben ser capaces de mantener la irrigación de los
tejidos del colgajo durante los sucesivos estadios de la transferencia
desde la zona donante a la receptora. El tejido aportado mediante un
colgajo local presenta una textura y un color similares a los del
defecto a reconstruir. En ocasiones, el colgajo se transfiere en bloque
a otra localización tras seccionar su pedículo vascular, el cual se
anastomosa en la zona receptora; es lo que se conoce como colgajo
libre vascularizado.
4. • Los injertos cutáneos están constituidos, por el contrario, por
segmentos de piel extraídos a partir de determinadas zonas donantes
y son avasculares; deben prender sobre un lecho vascularizado
mediante imbibición plasmática y no garantizan una calidad óptima,
ya que sufren un proceso variable de retracción y pigmentación.
• Los colgajos suelen utilizarse para reconstruir un defecto primario:
cobertura de lechos mal vascularizados, zonas con exposición de
estructuras vasculonerviosas, tendinosas, óseas o prótesis, en
reconstrucciones faciales u oncológicas, úlceras por presión,
corrección de cicatrices y bridas retráctiles, etc. El defecto
secundario que se produce al realizar el colgajo habitualmente se
sutura directamente o se cubre mediante un injerto libre de piel.
5. CLASIFICACIÓN
• Colgajo de piel, aquel que incluye piel y aponeurosis
superficial.
• Colgajo fasciocutáneo, aquel que además incluye también
la aponeurosis profunda
• Colgajo muscular, que consta de músculo, habitualmente
desinsertado de un extremo, para cubrir superficies óseas,
por ejemplo.
• Colgajo compuestos, aquellos en los que se transfiere el
músculo junto a la piel suprayacente (colgajo miocutáneo) o
incluyendo también el hueso subyacente (colgajo
osteomiocutáneo).
6. COLGAJO POR DESLIZAMIENTO
Colgajos por deslizamiento o avance. Este cierre se realiza mediante
una disección y avance de los tejidos que conforman el colgajo. El
movimiento de la piel se produce en una sola dirección para cubrir el
defecto tras la extirpación de la lesión.
El defecto primario puede ser cuadrado, circular o triangular y desde él
se prolongan las incisiones siguiendo trayectos disimulables (arrugas,
líneas de semimucosa, implantación del pelo...). De este modo, se
transforma un cuadrado en un rectángulo o un triángulo en un T. Los
extremos de la incisión suelen requerir la exéresis de dos triángulos
compensatorios (plastia de Burow) para eliminar el tejido sobrante en
la piel no desplazada.
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8. • A este tipo de colgajos también pertenece el colgajo en “V-Y”, uno de
los más simples, eficaz y seguro. En él, la incisión se realiza en forma
de “V”, el colgajo se diseca y moviliza hacia el pedículo y los bordes
cruentos avanzan en dirección medial, quedando la sutura en forma
de Y.
9. COLGAJO DE ROTACIÓN
Colgajo de rotación o por deslizamiento radial. En este caso, la plastia
realizada cubre el área receptora mediante un movimiento de rotación
sobre un punto. Son colgajos semicirculares cuya incisión se realiza en
forma de arco sobre las líneas de tensión con la longitud necesaria
para cubrir el defecto primario.
En el diseño clásico más sencillo, el defecto para reparar debe
triangularse, con la base más corta y prácticamente rectángulo. De
este modo, el colgajo se disecará para poder rotarlo y cubrir el defecto.
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11. • Un tipo de colgajo de rotación es el “O-Z”, una plastia de rotación
doble. La “O” corresponde al defecto creado tras la exéresis de la
lesión, mientras que la “Z” es la forma de la línea de la sutura tras el
cierre. Son muy útiles en tronco y cuero cabelludo.
12. COLGAJO DE TRASLACIÓN
Colgajo de traslación. El colgajo se traslada desde su pedículo para
cubrir el defecto mediante un movimiento de basculación (Figura 5)
Requieren ser complementadas con otra técnica para revestir el
defecto secundario. Son útiles en las áreas anatómicas con poca
elasticidad.
13. COLGAJO DE TRASPOSICIÓN
• Colgajo de transposición: El colgajo cubre el defecto primario a
través de movimientos de rotación y/o avance, pasando por encima
de la piel sana a modo de salto. Existen multitud de tipos como los
bilobulados, Limberg, Dufourmentel, glabelar, Z-plastia, etc.
14. COMPLICACIONES Y MANEJO
• Al igual que todos los procedimientos quirúrgicos, los colgajos no
están exentos de presentar complicaciones. Una minuciosa
evaluación preoperatoria valorando los factores de riesgo, un
correcto diseño y técnica quirúrgica y el adecuado conocimiento
anatómico pueden minimizar su aparición.
• La humedad, el calor, la terapia hiperbárica son algunos factores
físicos que pueden mejorar la supervivencia de un colgajo. No
obstante, el seguimiento y la valoración clínica son indispensables
para evaluar su evolución y detectar de forma precoz las
complicaciones que puedan aparecer y determinar la terapia óptima.
15. Las complicaciones que pueden aparecer en el uso de los colgajos son:
• Errores de planteamiento y ejecución: colgajos insuficientes, plastias en
direcciones incorrectas, defectos importantes en el área donante.
• Necrosis del colgajo, bien parcial o total. Suele deberse a una
vascularización insuficiente, hematoma, presión excesiva, etc. En
ocasiones puede prevenirse con fármacos como anticoagulantes,
trombolíticos y antiagregantes plaquetarios, fármacos relajantes del
músculo liso, corticoides, etc, con resultados variables. Su tratamiento
requiere la retirada del tejido necrótico y cierre por segunda intención.
Si el área de necrosis es extensa o profunda, la mejor opción es la
reconstrucción en un nuevo acto quirúrgico.
16. • Hematoma. Resulta importante su evacuación precoz para evitar el
compromiso vascular que la presión del hematoma puede
condicionar y evitar así la lesión cutánea.
• Infección y seroma. Requiere el mismo tratamiento que las
complicaciones generales de las heridas.
• Dehiscencia de sutura. Suele deberse a un defecto de la técnica o a
una sutura a tensión. En ocasiones, se puede considerar una nueva
sutura si no existe infección, hematoma o necrosis.