Este documento identifica desafíos en la innovación educativa como la falta de experiencia tecnológica de los formadores, el manejo emocional, la escasez de recursos y el rezago educativo. Sugiere cambiar mediante la participación activa de todos los involucrados en el proceso educativo, transformando lo tradicional y dejando de lado la conformidad laboral. Propone la innovación a través del aula invertida y jugar con magia con el objetivo de lograr una educación de calidad y aprendizajes significativos.