Las primeras cámaras de video utilizaron tubos electrónicos para convertir la luz en señales eléctricas, pero en los años 80 fueron reemplazados por los CCD que permitieron cámaras más pequeñas y de mayor calidad. Las cámaras de video constan principalmente de un objetivo, un dispositivo de imagen compuesto por un prisma y un CCD que convierte la imagen en señal eléctrica, y un visor que muestra la imagen capturada.