Las invasiones bárbaras del siglo V pusieron fin al Imperio Romano de Occidente. Pueblos germánicos como los godos, francos y vándalos invadieron el territorio romano desde el siglo IV en adelante, estableciendo reinos propios. Esto produjo la fragmentación política de Europa y el surgimiento de la Edad Media, con la Iglesia Romana como principal institución y el feudalismo como sistema socioeconómico.