Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
John Dewey y la educación como experiencia social
1. JOHN DEWEY
Dewey concibe la escuela como un espacio de producción y reflexión de experiencias
relevantes de vida social que permite el desarrollo de una ciudadanía plena. Entiende la
democracia como una forma de vida y un proceso permanente de liberación de la inteligencia.
- La educación intencional:
Sus primeras reflexiones acerca de la educación comienzan a desarrollarse bajo múltiples
influencias. La filosofía era concebida como un medio de ajuste social, para descubrir e
interpretar.
La experiencia concebida como modos de comportamiento que los individuos son capaces de
determinar activamente mediante su intención, es lo que hace posible una educación que
ayude a los seres humanos a crear significados colectivos.
La inteligencia humana constituye el recurso del que nuestra especie está dotada para
asegurar su supervivencia. Su función específica es dirigir nuestros modos de comportamiento
y su desarrollo permanente se cumple en las interacciones sociales que se realizan a través de
la comunicación.
La democracia es el nombre de ese proceso permanente de liberación de la inteligencia. La
construcción de la democracia solo puede lograrse desde la educación.
La constante reorganización o reconstrucción de la experiencia constituye la educación y el
fundamento de su teoría de la escuela. Toda experiencia es un movimiento continuo; pero
para que desemboque en crecimiento ha de estar orientada. La escuela ha de consistir
precisamente en un ambiente organizado en el que se fortalezcan las experiencias valiosas y se
haga posible a la vez la continuidad de las experiencias de los alumnos y su aportación a la
reconstrucción de la sociedad.
Preparación para la vida: a) la escuela ha de constituir un entorno especial en que puedan
llevarse a cabo experiencias ejemplares de vida social. B) La vida social en la escuela se basará
sobre todo en el intercambio de experiencias mediante la comunicación entre los individuos
La institución escolar ha generado condiciones que imposibilitan la formación de
personalidades capaces de autodirigirse. El maestro establece una relación de dependencia
con respecto a la Administración y se va degradando hasta convertirse en un mero receptor de
órdenes.
- La escuela como experiencia social:
Dewey decía que el objetivo de la escuela es enseñar al niño a vivir en el mundo.
La escuela es una institución especializada en ciertos intercambios sociales entre generaciones.
La escuela debe cumplir dos misiones en la reconstrucción social: ayudar al desarrollo de los
2. alumnos creando en ellos un deseo de crecimiento continuo, y hacer que cada uno de ellos
encuentre su propia felicidad en la mejora de las condiciones de los otros.
Tanto los adultos como los niños son seres activos cuyo aprendizaje emerge cuando,
persiguiendo sus propios intereses, deben hacer frente con su propia actividad a situaciones
que les resultan problemáticas. La escuela es en sí misma un lugar de vida que habrá que
diseñar para que se manifiesten las experiencias que los alumnos ya tienen y se hagan posibles
otras nuevas. El punto partida es la experiencia con la que cuenta previamente el niño, que no
llega a la escuela en blanco, sino que es ya intensamente activo.
Las materias de estudio no se consideran según el concepto tradicional, puesto que un método
centrado en los problemas es incompatible con la rigidez de la división disciplinar. Cada tema
de estudio está organizado según un método, de forma que su uso dirija efectivamente la
actividad hacia los resultados apetecidos.
Para el desarrollo democrático hace falta la habilidad de los profesores para crear un clima que
ejerciera una mediación entre esas capacidades y los hábitos pretendidos de inteligencia y
responsabilidad social.
- Espacio de vida y trabajo:
La fe de Dewey en la escuela como agencia de reforma social y no de reproducción le condujo
a intentar su radical reconstrucción. Nos encontramos con un lugar de vida y trabajo y se
procura que sea una pequeña comunidad en la cual se reduce y simplifica el medio social.
El centro de la jornada escolar lo constituye una especie de juego libre en el que se motiva a
los niños y niñas para que adopten alguna ocupación doméstica e indaguen sobre todo los
aspectos que giran en torno a ella. Las maestras se organizan de acuerdo con el principio de la
democracia en el lugar de trabajo. Los niños son conscientes de las diferencias de posición
entre ellos y las maestras.
Construir una superestructura de conocimiento sin fundamentarlo sólidamente en la relación
de los niños con su medio social es una gran pérdida desde el punto de vista educativo.
Las ocupaciones se orientan al estudio científico de los materiales y procesos implicados en su
práctica y hacia su papel en la sociedad y la cultura
Los exámenes, notas y puntuaciones están descartados, y también se evitan las prohibiciones y
los mandatos.