El documento habla sobre la reforma del sistema de justicia penal en México en 2008 con el objetivo de lograr una justicia más pronta y expedita. La reforma introdujo los Juicios Orales en materia penal que se basan más en la jurisprudencia que en las leyes y que deben seguir principios como la inmediación, publicidad e instancia única. El nuevo sistema busca proteger los derechos fundamentales y garantizar las libertades individuales, aunque implica retos por superar en infraestructura y capacitación.