El gasto público se clasifica en tres tipos: gasto de consumo final, inversión pública y pagos de transferencias. La teoría de la actividad financiera del Estado describe las tres etapas por las que pasa el dinero del Estado: obtención de ingresos a través de impuestos u otras fuentes, administración de los recursos obtenidos, y erogaciones para cumplir con las funciones y obligaciones del Estado. La actividad financiera es fundamental para que el Estado pueda proveer servicios clave como educación y salud pública.