1. TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO
CAMPUS SAN MARTÍN TEXMELUCAN
DIVISIÓN DE INGENERÍA EN GESTIÓN EMPRESARIAL
La caza de brujas de Salem
Reporte de investigación
Fundamentos de investigación
PRESENTA:
Mónica Sánchez García
Profesora: Dra. Refugio Lázaro Hernández
Noviembre 2023
2. 1
Índice
1.Introducción…………………………………………………………………2
2.El concepto y la caza de brujas…………………………………………..3
3.Declaraciones y acusaciones……………………………………………..5
4.Conclusión ………………………………………………………………….8
5.Bibliografía ………………………………………………………………....9
3. 2
1.Introducción
Los juicios de las brujas de Salem fueron una serie de procedimientos legales que
tuvieron lugar en Salem Massachusetts, entre 1692 y 1693 y que ocasionaron la muerte
de personas inocentes acusadas de brujería.
Inicialmente estos procedimientos se basaron en los informes de personas que afirmaban
haber sido perjudicadas por ciertas mujeres a las que acusaban de brujería.
En enero de 1692 se iniciaron estos juicios, las denunciantes fueron un grupo de niñas y
adolescentes, que empezaron a sufrir convulsiones y espasmos incontrolables durante
un proceso que acabaría con la vida de veinte personas y en el vilipendio de otras 200.
Mucho se ha escrito sobre la barbarie y el fanatismo religioso en el continente europeo,
pero menos conocidos son los actos que se cometieron en la América colonial. En el año
1620 los primeros colonos precedentes de Inglaterra y los Países Bajos llegaron a las
tierras de Nueva Inglaterra, ellos fueron conocidos como los Padres Peregrinos que
fundaron las primeras colonias como Connecticut, Boston y Springfield. Ese territorio que
era habitado por indios mohicanos, pocomtuc o massachussets, produjo cerca de veinte
casos de brujería, pero el más recordado debido a su crueldad fue el que tuvo lugar en
el poblado de Salem, en la colonia inglesa de Massachusetts.
En el centro de los juicios y las posteriores ejecuciones estaban la religión y la
superstición en la América colonial. De manera tan estricta como cualquier otro mandato
bíblico y el ministro del pueblo de Salem de la época, el reverendo Samuel Parris (1653-
1720) alentaba su cumplimiento. Parris fue el cuarto ministro llamado por la congregación
de Salem Village. Los ministros anteriores se habían marchado tras estancias
relativamente breves, y a Parris no le iba mucho mejor en su capacidad para mediar en
las disputas entre vecinos hasta que consiguió centrar sus energías en las acusaciones
de brujería. Las tensiones subyacentes de la comunidad encontraron su expresión en la
persecución de los miembros marginados de la comunidad, que se tradujo en la ejecución
de 20, el autoexilio, la pérdida de estatus o la muerte en la cárcel a la espera de
comparecer ante un tribunal.
En 1695 se criticó a los magistrados de Salem por las muertes y persecuciones de
inocentes, y esta opinión no hizo sino ganar terreno posteriormente. Entre 1700 y 1703
se presentaron solicitudes para que se revocaran las condenas y se exonerara a los
acusados, y en 1711 se autorizó una indemnización para las familias de los ejecutados
injustamente. Desde entonces, los juicios de las brujas de Salem se conocen
simplemente como "juicios de brujas" o "caza de brujas" en relación con cualquier
acusación infundada e injusta contra una persona o los ideales que esa persona
representa, y el acontecimiento se ha convertido en un ícono en Estados Unidos y en
otros lugares.
4. 3
2. El concepto y la caza de brujas
La hechicería y la magia son dos fenómenos que ya se podían hallar en ciertos rituales
prehistóricos, la caza de brujas, como tal, es un suceso relativamente moderno,
enmarcado desde el siglo XV hasta mediados del siglo XVIII. Víctor José Ortega Muñoz,
apunta que el periodo medieval la práctica de la brujería apenas suponía una
preocupación para la jerarquía eclesiástica, de hecho, afirma que se trataba de “un tema
en el que no creían”. Pero a raíz de distintos factores, en general relacionados con el
desarrollo de la demonología la concepción de la brujería se convirtió en un problema del
que pronto prolifero una actitud persecutoria.
Caro Baroja subrayo que el estudio del concepto de “bruja” no consiste en definir aquello
en lo que los brujos y brujas creían, si no lo que la sociedad creía de ellos. En la Europa
de finales del siglo XVI existía férrea convicción de la participación de las brujas en
diversas habilidades diabólicas.
La opinión generalizada se basaba en que las brujas realizaban un pacto de frente con
el demonio, esto les proporcionaba poder y de esa manera se convertían en sus
servidoras, otra creencia muy común era que se reunían en actividades de blasfemia en
ritos como un “aquelarre” o “Sabbat”.
Una de las descripciones más cercanas a lo que los habitantes de Salem podían
considerar como una bruja es la que ofreció Charles Wentworth Upham, alcalde de
Massachusetts durante 1852. Según sus explicaciones, una bruja era una persona que,
de una manera deliberada, realizaba un pacto formal con Satanás. Con este acto se
acordaba la conversión de la bruja en su fiel súbdita y la hacía participe en una guerra
que se libraba contra el evangelio, la iglesia y contra Dios. A cambio se creía que la bruja
recibiría una serie de poderes sobrenaturales con los que mantendría una comunicación
constante con el diablo.
En la Edad Moderna existía una mezcla entre la religión, la magia y los inicios de la
ciencia, fue a raíz de la introducción de la demonología cuando se abrió la posibilidad de
que fuese la mediación del demonio la que impulso los sucesos acontecidos por la magia.
En general la caza de brujas reforzó la autoridad de los hombres en la sociedad ya que
se solía considerar que las brujas eran principalmente mujeres.
En febrero de 1692, empezaron a sucederse algunos hechos extraños en la pequeña
población de Salem, enclavada entre pantanos y habitada por trabajadores puritanos.
Perturbadores testimonios de blasfemias, maldiciones y escandalosas visiones de niñas
desnudas encendiendo velas en un claro del bosque mientras invocaban a supuestos
demonios y frotaban lascivamente sus cuerpos unas con otras, pusieron a todos los
vecinos en estado de alerta.
5. 4
A Tituba, la esclava negra de la familia Parris, le gustaba contar historias misteriosas a
las hijas del reverendo y a sus amigas, así como practicar viejos rituales vudú. A menudo,
estas historias y rituales ancestrales chocaban con la moral puritana de aquellos niños y
empezaron a encender la imaginación de las adolescentes Betty Parris y Abigail Williams.
Un día, éstas fueron sorprendidas bailando desnudas en un bosque, mientras Tituba
realizaba, sobre un caldero, rituales vudú de las Barbados, su tierra natal.
6. 5
3. Declaraciones y acusaciones
En febrero de 1692, se inició el juicio a cargo de los magistrados Jonathan Corwin y John
Hathorne, quienes debían dictaminar el origen de las posesiones diabólicas. Con la sala
llena de público, se inició la sesión en la que los dos magistrados presionaron a la hija de
Parris y a su sobrina para que señalaran a los culpables.
Aquella situación dio lugar a una serie de acusaciones infundadas en las que cada uno
acusaba al más indefenso o a quien tenía mas antipatía. La primera acusada fue Tituba
que, para salvarse de las crueles torturas a las que iba a ser sometida, confesó
públicamente: "He visto al diablo en el bosque. A veces toma la forma de un hombre muy
alto de pelo negro, o de perro negro, o de cerdo, y he visto a un pájaro amarillo besar el
dedo de otra bruja, y Betty, Abigail, Ann Putnam, Sarah Osborne, Sarah Good ¡están al
servicio de Satanás!Y he visto el nombre de otros vecinos en el libro del Mal". Según
aclaró la misma esclava, el libro al cual aludía, y en el que figuraban todos los nombres
de las brujas que había en Salem, se lo había entregado un hombre misterioso.
Tras declararse culpable, Tituba fue condenada a prisión y estuvo un año recluida. Por
su parte Sarah Osborne, una anciana, y Sarah Good, una indigente, que también habían
sido acusadas, fueron ahorcadas al no confesar su culpabilidad.
Posteriormente, otra mujer, Martha Corey, siguió la misma suerte y fue acusada sin
fundamento tal vez a causa de envidias o algunas rencillas entre los aldeanos y su
esposo, Giles Corey, murió en prisión mientras era torturado.
El reverendo George Burroughs fue acusado asimismo por la familia Putnam porque,
según relató Ann Putnam: "Su espíritu aparece en mis sueños y me dice que es el líder
de los adoradores de Satanás, que mató a sus dos primeras esposas y que embrujó a
los soldados que combatían a los indios en las fronteras de Maine".
Otra aldeana, Susanna Martin, fue acusada por un vecino porque creía que había
embrujado a sus bueyes, y John Alden, otro de los habitantes de Salem, fue acusado de
ser el hombre que supuestamente había entregado el libro con los nombres de las brujas
a Tituba. El 2 de junio de 1692, el juez William Stauton envió a la horca a Bridget Bishop,
una mujer que doce años antes había sido declarada inocente del cargo de brujería y
cuyo único pecado había sido tener un carácter extrovertido y haberse casado tres veces.
Otra mujer, Rebecca Nurse, fue también acusada. El juez, que la conocía bien, la declaró
inocente lo que provocó tal oleada de vandalismo y salvajismo entre la población que el
asustado magistrado tuvo que cambiar de opinión y ordenar que la ahorcaran de
inmediato.
7. 6
Sarah Good era una mujer sin hogar que a menudo mendigaba y había sido acogida por
Samuel Parris durante un breve período de tiempo hasta que esté la echó por "conducta
maliciosa" e ingratitud. Sarah Osborne era una rica terrateniente que no había asistido a
la iglesia en más de tres años, alegando una enfermedad recurrente, lo que la convertía
en una paria tanto como Good. Tituba era posiblemente una arawak de origen caribeño
que fue secuestrada, esclavizada y vendida a Samuel Parris en Barbados, donde su
familia tenía una plantación. Era la esclava doméstica de la familia y cuidaba de los niños,
a los que solía entretener con historias de fantasmas y cuentos de demonios y magia.
Tituba confesó (revelando más tarde que Samuel Parris le había sacado la confesión a
golpes) y apoyó la acusación de las niñas contra Good y Osborne. Good, como se ha
señalado, ya era despreciada por la familia Parris y Osborne, debido a sus negocios con
tierras, había afectado negativamente a las finanzas del padre de Ann Putnam la Joven.
Tituba popularizó el concepto de brujas que montaban en escobas y conversaban con
"familiares" espíritus con forma animal, además de asociarse con figuras demoníacas y
lanzar hechizos maliciosos. Osborne fue ahorcada como bruja en mayo y Good en julio
de 1692, manteniendo su inocencia hasta el final; Tituba, como había confesado, fue
ubicada en la cárcel porque Parris se negó a pagar los honorarios que la habrían liberado.
Finalmente fue vendida por el precio de los honorarios de la cárcel y desapareció de la
historia.
Sin embargo, las acusaciones contra las tres mujeres marginadas en febrero de 1692
fueron solo el principio, ya que en marzo se acusó a más personas. Dos de ellas, Martha
Corey y Rebecca Nurse, eran miembros de buena reputación en la iglesia. Corey había
cuestionado la validez de las acusaciones de las niñas, insinuando que mentían por
motivos personales, por lo que se la acusó de bruja, por negar la existencia de brujas.
Nurse fue acusada por los Putnam, que afirmaban que su "espectro" los acosaba. El uso
de "pruebas espectrales" se admitía en los tribunales, ya que el concepto había sido
abordado por el respetado teólogo puritano Cotton Mather (1663-1728), cuyas obras eran
especialmente populares entre los ciudadanos de Massachusetts.
Las pruebas espectrales consistían simplemente en aceptar la palabra de un acusador
por encima de la del acusado, como en el caso de Martha Corey, en el que las niñas
gritaron ante el tribunal que su espectro las atormentaba y que un pájaro amarillo, invisible
para todos menos para ellas, se alimentaba de su mano. Nurse y Corey, ambas de unos
70 años, fueron ahorcadas. Sus condenas exacerbaron aún más la histeria, ya que, si
dos ancianas religiosas de buena reputación podían ser brujas, cualquiera podía serlo.
El marido de Corey, Giles, fue acusado cuando la defendió. Se negó a ser juzgado y fue
ejecutado a presión —muerto aplastado por las pesas— para extraerle una confesión de
culpabilidad. Como nunca confesó ni fue condenado, se cumplió su última voluntad y sus
tierras pasaron a sus herederos, como era su intención, en lugar de ser arrebatadas por
la familia Putnam que la había acusado.
8. 7
Aunque las pruebas espectrales se admitían en los tribunales principalmente por el peso
de la reputación de Mather, incluso él empezó a reconocer que se estaba yendo
demasiado lejos y escribió a uno de los jueces en mayo de 1692 para que no dieran más
credibilidad a las pruebas espectrales de la razonable.
Imagen 1. Thomkins H. Matteson , “Examen de una bruja”, (Public Domain).
9. 8
4. Conclusión
Los juicios de las brujas de Salem, el acontecimiento más infame de este tipo, han
generado una serie de mitos desde que se empezó a escribir sobre ellos alrededor de
1700 hasta la actualidad. Uno de los más persistentes es que en Salem se quemaron
"brujas", aunque no hay pruebas que lo demuestren. Ninguna "bruja" fue quemada en
Salem; todas fueron ahorcadas.
Se afirma que la mayoría de las personas acusadas eran mujeres pobres y marginadas,
pero esto también ha sido cuestionado y desacreditado. Personas de todas las clases
sociales fueron acusadas y condenadas, mujeres y hombres —y, de hecho, dos
perros— por cualquier motivo. George Burroughs, el segundo ministro que dimitió en
Salem Village, fue acusado y condenado porque parecía poseer una fuerza antinatural,
otra mujer fue condenada porque era capaz de caminar por las polvorientas calles de
Salem Village sin ensuciarse la ropa, y Martha Corey, como ya se ha dicho, fue
ejecutada como bruja por negar la existencia de la brujería.
A lo largo de los años, se han sugerido muchas teorías para explicar la histeria de las
brujas de Salem y los juicios. Una teoría, popularizada en la década de 1970, es que los
colonos fueron envenenados por el hongo del cornezuelo en su cosecha de centeno en
1692, lo que les causó alucinaciones, pero esto no explica la histeria continua a lo largo
de 1693 ni el hecho de que hubiera muchos que todavía creían en las brujas y la justicia
de los juicios posteriores. Los juicios por brujería ya se habían celebrado antes de 1692
y seguirían celebrándose después en todas las colonias. Las fricciones de clase entre
Salem Village y Salem Town también se han citado como una posible causa, pero,
aunque estas se sumaron a las tensiones de la época, en realidad no causaron la
histeria. De las primeras personas acusadas, solo Osborne tenía conexiones con Salem
Town, las otras dos eran de Salem Village.
La causa más probable de la histeria de las brujas de 1692-1693 en Salem fue la
creencia religiosa unida a las tensiones sociales. Nadie sabrá nunca qué llevó a las
muchachas a hacer las acusaciones que desataron el pánico.
10. 9
5. Bibliografía
Caro Baroja, julio. “las brujas y su… op. cit., p.299.
Drake, J. D. King Philip's War: Civil War in New England 1675-1676. University of
Massachusetts Press, 2000.
Earle, A. M. Home Life in Colonial Days. The British Library, 2010
García, C. F. (2016). El fenómeno de la caza de brujas: El caso de las acusaciones por
brujería en la aldea de Salem. Revista Historia Autónoma, (9), 71-86.
Hall, D. D. Puritans in the New World: A Critical Anthology. Princeton University Press,
2004.
Hawke, D. F. Everyday Life in Early America. Harper & Row, 1989.
Levack, B. P. The Oxford Handbook of Witchcraft in Early Modern Europe and Colonial
America . Oxford University Press, 2015.
Mann, C. C. 1493: Uncovering the New World Columbus Created. Vintage Books, 2012.
Ortega Muñoz, Victor Jose: “Brujeria en la Edad Moderna” op. cit., p15.
Philbrick, N. Mayflower: A Story of Courage, Community, and War. Viking Press, 2007.
Sadurní, J. M. (2020, julio 4). La caza de brujas de Salem. National geographic.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/caza-brujas-salem_15407
11. 10
Taylor, A. American Colonies: The Settling of North America. Penguin Books, 2002.
Wentworth Upham, Charles, Salem Witchcraft… op. cit., pp.256-257.