La depresión navideña puede deberse a varios factores como las mentiras de la publicidad que asocia la felicidad con regalos materiales, la crisis económica que aumenta el estrés por gastos navideños, y el incumplimiento de metas personales. También influye la falta de luz solar en invierno que aumenta los niveles de melatonina y reduce el ánimo. Para enfrentar la depresión navideña se recomienda buscar ayuda profesional y adoptar una perspectiva positiva sobre el fracaso y las festivid

1. La depresión navideña
• Ramiro Figueroa
La alegría y la felicidad son los
estados de ánimo que
tradicionalmente se asocian con la
temporada navideña, pero la realidad
es que durante estas fechas, aumenta
el número de personas que padece
los síntomas de la depresión. ¿A qué
se debe esta situación?
Aunque los factores que influyen
para que una persona caiga en un
estado depresivo durante las fiestas navideñas son múltiples, es posible
señalar algunos de los principales.
Las mentiras de la publicidad
Las campañas publicitarias que inundan los medios de comunicación
durante esta época del año, se abocan exclusivamente a presentar la fiesta
navideña como sinónimo del intercambio de regalos. La felicidad se asocia
únicamente con el dar y recibir objetos materiales; la comunión y el compartir,
se dejan de lado. Esta situación puede producir un efecto negativo en las
personas que hacen suya la concepción navideña que presenta la publicidad:
la Navidad queda convertida en una simple y vacía actividad mercantil.
La crisis económica
Jóvenes y adultos se enfrentan al estrés que produce la carencia de
recursos económicos. En Navidad, esta preocupación crece como
consecuencia del aumento en los gastos: los regalos para la familia, los
preparativos para una cena familiar, etcétera. La rutina del consumo termina
obligando a las personas a desembolsar grandes cantidades de dinero que
incluso superan sus posibilidades económicas y que sólo conducen a
producir más estrés cuando se llega el momento de comenzar a pagar las
cuentas. Por ello, es muy importante aprender a identificar los gastos
necesarios, de los innecesarios. Así se puede prever cualquier eventualidad
que pudiera surgir durante los primeros meses del año entrante, durante la
famosa «cuesta de enero», que surge como consecuencia del consumo
desenfrenado.
El incumplimiento de metas y expectativas
A fin de año, resulta inevitable enfrentar esos momentos de reflexión en
los que quedan al descubierto las satisfacciones y los fracasos que se
obtuvieron durante el transcurso del mismo. Por una u otra razón, no siempre
se puede alcanzar todo lo que se desea, pero esta situación forma parte de la
vida. Es muy probable que cualquier persona con una idea errónea de lo que

2. representa el fracaso, entre en crisis al sentirse fuera de esa felicidad forzosa
con la que se asocia a la Navidad. Recordemos que el fracaso es, ante todo,
una oportunidad para reconocer los errores cometidos. De esta manera, se
puede retomar el camino con nuevas fuerzas y habilidades para sortear los
obstáculos que se presentarán en el futuro.
¿Cómo enfrentarlo?
La forma en que cada persona vive esta festividad depende de sí misma.
El esfuerzo, el empeño por salir de las rutinas de consumo que se han
impuesto con el paso de los años, y el deseo de recuperar el verdadero
sentido de esta fiesta, tienen que ser iniciativas propias y no impuestas.
Si los síntomas de la depresión persisten, lo mejor será buscar ayuda en
un profesional; por ejemplo, la psicoterapia aporta luz para el desarrollo
integral de la persona.
El cambio climático
Durante el Invierno, las personas reducen sus periodos de exposición a la
luz solar. Esta situación produce el decaimiento del ánimo. La Asociación
Nacional de Salud Mental (MHMA, por sus siglas en inglés), de Estados
Unidos, indica que esto se debe a la acción de la hormona llamada
melatonina, la cual es segregada por la glándula pineal en el cerebro y que
se encuentra relacionada con las funciones del sueño. La glándula pineal
segrega altos volúmenes de melatonina cuando nuestro organismo se
expone a la oscuridad, y esto a su vez, puede producir la depresión. En
Invierno, se recomienda caminar durante una hora bajo la luz del Sol para
regular la cantidad de melatonina que se encuentra en nuestro cerebro.
http://www.semanario.com.mx/2003/359-21122003/Jovenes.html