La enseñanza de karate do durante la niñez edfu3001
1. EDFU 3001(006) Crecimiento y Desarrollo I
La Enseñanza de Karate-Do durante la niñez
y como influye en su desarrollo
Por Efraín Suárez
Antes que nada, hay que alejarse de los estereotipos
proyectados del Karate y otras artes marciales en los medios
de comunicación (aunque admito que me fascina “Crouching
Tiger, Hidden Dragon” y “Hero”) y comprender que realmente
es el Karate entendiendo su historia y su evolución a través
del tiempo. En pocas palabras, lo que el Karate es y lo que no
es.
Según encuestas recientes realizados por la revista Fighting Arts, hay
actualmente 2.64 millones de adultos tomando clases de artes en los Estados
Unidos sumado a 3.02 millones de jóvenes menores de 18 años mas se
visualiza un crecimiento de 14% anuales en la población estudiantil. Tomando
en cuenta que entre el 70% y el 80% de los estudiantes de Karate son niños
entre los 4 y 14 años, la enseñanza de Karate a niños es no solo un relevante,
sino obligatorio para el estudiante moderno de pedagogía. El Karate-Do
(“camino de la mano vacía”) es un sistema de desarrollo personal, capacitación
deportiva y defensa personal cuya historia se remonta a muchos siglos atrás y
cuyos orígenes están firmemente centrados en los valores religiosos y filosóficos
del lejano oriente. En sus principios en la isla de Okinawa, durante los siglos
XVIII y XIX, estos estilos (“Ryukyu Kempo Tode Jutsu” o simplemente “Té”),
grandemente influenciados por sistemas chinos, fueron desarrollados por
hombres adultos en el punto optimo de su preparación física y mental para el
campo de batalla o para actuar en defensa de sus seres queridos.
Eran métodos feroces diseñado para situaciones donde la vida dependía del
desenlace de un combate. Japón conquista a Okinawa en el siglo XVII y prohibió
a la población indígena el portar armas. Lo que pareció una buena idea para los
japoneses solo sirvió para alentar el desarrollo de sistemas de combate
indígenas sin armas. La prohibición de la practica de estos sistemas en el 1669
solo lo alentó más. El “Te” también desarrollo técnicas de combate usando
herramientas comúnmente usados en la agricultura. Hoy los conocemos como
Nunchaku, Sai, Bo, Tonfa y Kama. También se puede especular que la practica
de estos sistemas, que desarrollaron características propias de la población
Okinawense, traían consigo sentimientos nacionalistas como una manifestación
implícita y simbólica de resistencia a la ocupación japonesa.
Mientras tanto, en Japón los jefes de familias poderosas o clanes que tenían
soldados a su servicio, los preparaban continuamente para el combate dando
origen a la casta de los caballeros combatientes (“Samurai”), diestros en el
manejo del sable, el arco, la lanza y el combate cuerpo a cuerpo a manos
desnudas (“JuJitsu”). Todo esto junto a un código moral y ético muy riguroso
2. cuya aceptación conllevaba a un despego absoluto a la vida propia, siendo esta
puesta incondicionalmente al servicio de su señor. Según surgía la casta del
caballero combatiente, se empezó a exigir un comportamiento apropiado para
ellos. Se desarrollo un sistema elaborado de acciones correctas en todas las
áreas de su interacción con la sociedad y con otros miembros de su clase. En
una sociedad como la japonesa feudal, todos sabían que esperar y como
comportarse.
Por ejemplo si yo soy un Samurai caminando por la calle, y otro Samurai se me
acerca sin extender su mano derecha en señal de paz, asumiré por esta acción
que viene a atacarme. Entonces, como este ha iniciado una acción ofensiva en
mi contra, yo desenfundaría mi sable y lo atacaría, y punto. En esos tiempos tan
volátiles un hombre podía morir si no prestaba atención a estos detalles o
ignoraba el peligro de hacerlo. En esos tiempos no siempre se tenia el lujo de
esperar el ser atacado para defenderse. El concepto de “defensa personal” es
una interpretación puramente moderna. El deber de un Caballero Combatiente
era servir, proteger y promover los intereses de su señor, y esto muchas veces
requería que este iniciara el combate.
Además de una vida de duro entrenamiento y de inflexible disciplina, Los
Samurai pasaban sus vidas en búsqueda de la belleza, pureza, y perfección.
Estos Caballeros, quienes a diario encaraban la posibilidad de sufrir una muerte
repentina y violenta, buscaban balancear la violencia inherente de su vida con
una apreciación de la belleza en el mundo a su alrededor y en las artes como el
teatro japonés, la caligrafía, el arreglo de flores, el servir té y a veces,
simplemente sentarse a ver las flores de un árbol de cerezo (“cherry blossom
tree”). Nadie puede representar mejor los ideales del Caballero Combatiente que
el legendario santo de la esgrima, Miyamoto Musashi, quien luego de una vida
marcada de combates a muerte frente a los más feroces guerreros de su época,
se sentó a escribir sus memorias en el libro “Go Rin No Sho”, mejor conocido en
el occidente como “The Book of Five Rings”:
“Debes comprometerte al estudio constante para lograr la perfección en el alma
que se hace evidente en el semblante del espíritu.”
Otra obra muy representativa del caballero combatiente fue “Hagakure” escrita
en el 1710 basado en entrevistas con Yamamoto Tsunetomo. Este libro es el
protagonista de la reciente película “Ghost Dog”:
“Hay una manera correcta de criar al hijo de un samurai. Desde la infancia se
debe alentar la valentía y evitar el trivialmente asustar o atormentar el niño. Si
una persona es afectada por la cobardía, se convierte en una cicatriz para toda
la vida...Desde temprano el niño debe asemejar a sus padres a un maestro, y
aprender cortesía diaria, el servir a otras personas, las maneras de hablar, la
temperancia... Cuando no pone su mejor esfuerzo debe ser regañado y
(castigado severamente)...”
3. También el Samurai tenia la obligación de adiestrar a su esposa en artes de
defensa y el manejo de la “Naginata”, un instrumento
(parecido a un palo de escoba con una espada larga al
final) de belleza poética y letalidad indiscutible que se le
obsequiaba en su boda, no solo para la defensa de sí y del
hogar (ningún hombre quiere que ataquen a su esposa u
hijos y claro, ninguna mujer desea ser atacada), sino
también para que esta pudiera, junto a las virtudes de
armonía, orden, castidad y moderación, enseñarle artes
marciales a los niños.
Luego de la unificación de Japón en el siglo XVII y el fin de un largo periodo de
guerra civil, los japoneses movieron el énfasis de las artes combativas (“bugei”)
desde el uso militar hacia uno espiritual y moral, es decir artes marciales
(“budo”). Así fue que la espada que mata se convirtió en la espada que da vida y
la protege. Otro aspecto de las artes marciales en Japón era el crear y perpetuar
una identidad. Esto se puede ver como una reacción a la transformación social
efectuado durante la era Meiji (1868-1912).
A finales del siglo XIX, Japón abrió sus puertas al occidente, abolió su sistema
social tradicional, incluyendo la casta Samurai, transformo su economía y
experimento los problemas producto de estos cambios. Las artes marciales
entonces se convirtieron en mecanismos para la creación de una identidad y fijar
lazos con un noble pasado a través de la afiliación voluntaria. Las artes
marciales son en esencia sistemas culturales que actúan en intercambio
constante con factores sociales. Estos cambian, se adaptan y son manipulados
en diferentes lugares y épocas. Las escuelas de artes marciales son exitosas en
la modernidad debido a su naturaleza simbólica, que busca el desarrollo moral y
enriquecimiento espiritual a través de tradiciones elaboradas y estilizadas de
pensamiento y actuación cuyo fin es la búsqueda de la belleza a través de la
perfección de acciones correctas.
Entre los años 1915-1925 se produce las primeras exposiciones de Karate fuera
de Okinawa con la migración de varios destacados maestros okinawenses,
comenzando con Gichin Funakoshi. Al empezar a enseñar el Té a los japoneses,
este maestro desligo el origen chino y okinawense de su arte y lo llamo Karate.
El sufijo Do fue añadido para incorporar el arte al conjunto de las artes marciales
japonesas y poner énfasis en que el Karate también permite el acercarse al
espíritu antiguo de los Caballeros Combatientes japoneses: La búsqueda del
camino ético y filosófico a través de la practica de artes marciales (“Bushido”),
alejándolo de su aplicación puramente combativa (“Jutsu”). También adopto el
sistema de aprendizaje basado en cinturones de colores creado por Jigaro Kano
para el Judo. Ya para el 1932, casi todas las universidades en Japón tenían
escuelas de Karate. La Segunda Guerra Mundial cegó la vida de muchos
exponentes de las artes marciales (budo) y combativas (koryu bujitsu) tanto en
Okinawa como en Japón. Escuelas que llevaban generaciones enseñando
fueron destruidas junto con sus expedientes escritos (makimono) en los
4. bombardeos. Los aliados, al ocupar a Japón, prohibieron la practica de todas las
artes marciales hasta el 1948. Solo el Karate fue permitido un poco mas
adelante como un deporte universitario de origen extranjero.
Como resultado de esto,
son los militares
estadounidenses,
estacionados en Okinawa
y en Japón, quienes en su
mayoría se encargan de
difundir el Karate a través
de Europa, Norte América
y eventualmente, a Puerto
Rico. Fueron estos
primeros practicantes
quienes invitaron a sus
instructores a dar
demostraciones en
diferentes lugares en
América y Europa. Estos
dejaron deslumbrados a
sus admiradores con la
eficacia de sus técnicas.
Entusiasmados por esta
nueva disciplina, que
además de las exigencias
físicas y mentales ofrecía
un atractivo
enriquecimiento espiritual, los primeros Karate-Ka se lanzaron con
apasionamiento al aprendizaje de este nuevo arte/deporte. Con la proliferación
de maestros y estudiantes, era inevitable que surgieran distintas interpretaciones
o tradiciones marciales (“ryu”) como ShotoKan, Wado-Ryu, Shito-Ryu, Goju-Ryu,
Isshin-Ryu, Kyokushinkai, etc.
En algún momento durante esta historia, a alguien se le ocurrió la idea de
enseñar Karate a niños y adolescentes, lo cual nos trae a nuestro tema...
Arigato, Sensei
Mi primera tarea fue visitar a una escuela (“Dojo”) de Karate Clásico o
Tradicional que para observar una clase de niños. Este Dojo trabaja en Cupey
desde el 1968 bajo la dirección de Sensei Jaime Acosta.
Se comienza la clase con un periodo de calentamiento, consistente de
movimientos sencillos de motor grueso para desarrollar gradualmente flexibilidad
y resistencia muscular y prevenir lesiones. Un instructor secundario(“Sempai”)
5. toma a 3 niños entre las edades de 7 a 12 años para la continuación de la clase,
mientras que los adultos toman clases con otro grupo. Se comienza trabajando
hacia el desarrollo de habilidades de movimiento de mano básicas. En este
punto se enfatiza al niño fijar su atención en la acción a realizarse mas la
importancia de escuchar y seguir instrucciones.
Aunque el Sempai no se proyecta en forma autoritaria sobre los niños, toda
acción en el Dojo, desde saludar entrar al salón (“Onigae Shi Mas”, por favor
enséñame) hasta el saludo al salir de el (“Arigato Gosai Mashta”, gracias por
enseñarme) esta claramente guiado por una estructura definida de acciones
correctas o gestos e cortesía (“rei”) y se le requiere a los niños, a través de la
transmisión y el ejemplo de todos los presentes, una actitud y conducta
adecuada.
Esto ayuda al niño a desarrollar conciencia sobre la reciprocidad, la cooperación
y a aprender a monitorear y controlar su comportamiento. Los primeros
movimientos son practicados en grupo frente a un enorme espejo y luego son
corregidos individualmente por el Sempai. Se exhorta al niño a estar consciente
de la posición de su cuerpo y a ajustarse siguiendo el modelo del Sempai. La
conciencia corporal sumado a la repetición fomenta la internalizacion de la
técnica (memoria muscular) a largo plazo. Luego de esto se toma un descanso
de cinco minutos.
Culminado el descanso, se aplica los movimientos contra objetos como sacos de
diferentes tamaños. Se enfatiza nuevamente el seguir instrucciones y visualizar
el ejecutar la técnica lenta y correctamente. Ante la dificultad de un niño en
ejecutar la técnica apropiadamente, el Sempai sonríe y le dice que el progreso
es poco a poco y que vaya despacio. Esta dinámica inculca al niño a tolerar la
frustración y a mantener su enfoque en la tarea ante sí.
Entonces se comienza a integrar movimientos de pies junto con las manos, lo
cual exige un poco mas de coordinación. A pesar del ambiente estructurado del
Dojo, se le dice al niño que se exprese con firmeza y seguridad al dirigir una
pregunta al Sempai. En otro periodo de descanso, el Sempai se siente en un
circulo con los niños para conversar un poco y conocerse. Cada niño tiene la
oportunidad de presentarse ante sus compañeros.
Se procede luego a la practica de “kata”, una serie prefijada de movimientos de
ataque, defensa y evasión realizados contra uno o varios oponentes imaginarios,
lo cual a primera vista puede parecer un baile. Las katas varían en su nivel de
dificultad según el nivel del estudiante. Los niños son llevados lentamente a
través de los movimientos que componen la kata mientras se les hacen
preguntas como “¿Qué estamos haciendo?” y “¿Para donde es la izquierda?”.
Pasados 15 minutos el Director de la escuela (“Sensei”) ordena a los grupos a
detener la practica (“Yame”) Y reúne a todos los estudiantes para los ejercicios
de enfriamiento. Al terminar se rinde un saludo al Director (“Sensei ni Rei”) en
agradecimiento a sus enseñanzas.
6. Visite un segundo Dojo (al cual no nombrare) y empecé a observar a otro Sensei
mientras comenzaba su clase con un grupo de niños. En el Karate,
particularmente en los estilos japoneses tradicionales, una apariencia nítida del
uniforme (“Gi”) es algo indispensable. El tomar el tiempo para mantener el Gi
planchado y libre de manchas es una de las acciones correctas que
mencionamos anteriormente. Según iba observando al Sensei, note que la
camisa de su Gi, en lugar de ser blanco era entre blanco y gris clarito. Los
bordes de la camisa estaban manchadas de negro, algo como los cuellos de las
camisas blancas cuando no se lavan bien. En general, la camisa estaba
totalmente estrujada, como un “Handi Wipes”. Empecé a mirar las paredes del
Dojo donde estaban sus diplomas, trofeos, recuerdos de viajes, etc. . A pesar de
que sus credenciales eran excelentes, el enseñar Karate en mi opinión es
mucho más que puños y patadas, es tener visión formativa. Procedí a alejarme
de ese lugar lo más rápido posible. Hay toda clase de flores en el jardín del
Karate..
“Shiai Kumite”
Cuando se habla de la enseñanza de
Karate a niños, es inevitable entrar al tema
de la participación de estos en asaltos
libres deportivos (“shiai”) y competencia de
Katas. He tenido la oportunidad de asistir
como espectador a varios torneos en
lugares como Hato Rey, Coamo, Cidra y
Levittown. El más reciente fue la 2003
ShotoKan Cup organizada por la escuela
Puerto Rico Dento, bajo la dirección de
Sensei Héctor M. Sotomayor, Ph.D. y la Cuarta Copa Internacional Wado
Kokusai organizada por la Wado Kokusai Karate Do Federation of Puerto Rico,
bajo la dirección de Sensei Dámaso Guzmán. Antes de exponer mi opinión
sobre la competición, voy a narrarles un asalto libre que tuve la oportunidad de
ver durante uno de estos torneos entre dos niñas entre los 6 y 8 años de edad.
Las participantes entran al área de competición compuesta por un cuadrado de
goma suave y antideslizante (“Tatami”) con lados de 8 metros de largo mas o
menos. Se usa casco protector, Protector bucal, guantes y protectores para los
pies. Las niñas deben tener las uñitas cortadas y los nenes deben usar copa.
Están presentes un arbitro, tres jueces y tres panelistas, todos instructores
cualificados más un paramédico. El asalto se conduce bajo unas reglas bien
definidas. La contienda dura entre 2 o 3 minutos y el objetivo es el ser el primero
en llegar a 3 o 4 puntos (o ganar por decisión o descalificación). Los puntos son
ganados a través de técnicas de ataque ejecutados contra el oponente tomando
en cuenta factores como buena forma, actitud deportiva, aplicación vigorosa,
concentración y apreciación de distancia. Se puede atacar la cabeza, la cara, el
cuello, el abdomen, el pecho, zona trasera y lateral con control adecuado de la
dificultad de la técnica. Se conceden puntos dependiendo de la dificultad de la
técnica y su aplicación eficaz. Las técnicas mas valorizadas son las patadas a la
cara, cabeza y cuello y técnicas realizadas luego de tirar, barrer de pierna o
7. derribar al oponente. A pesar de todo esto, las reglas (World Karate Federation,
acreditada por el comité olímpico internacional) expresamente prohíben las
técnicas más peligrosas(como atacar los genitales) y expresan que todas las
técnicas deben ser controladas, especialmente aquellos dirigidos a la cara,
cabeza y cuello. Debo notar que en asaltos de niños, el contacto a la cara no es
permitido.
Ahora él arbitra le ordena a las niñas a comenzar el encuentro (¡Jaime!)...
Luego de comenzar el asalto e intercambiar algunos golpes, la niña A lanza una
patada de frente (mae geri) contra el rostro de la niña B, conectándole en el
pómulo. El arbitro detiene la pelea. La niña B llora desconsoladamente mientras
es examinada por el paramédico. La niña A es descalificada a favor de la niña B.
Esta, al saber la decisión, se sienta en al cuadrilátero a llorar y se niega a salir
hasta que es removido por una instructora. Aunque este asalto representa la
excepción y no lo común, se observa comúnmente a los niños en estos
asaltos con problemas como los nervios, poca eficiencia y control en la ejecución
de técnicas, poca variedad de técnicas. Esto puede atribuirse a la poca practica
y/o a los nervios. El problema de los nervios quizás viene de la falta de confianza
en las técnicas aprendidas, lo cual nos lleva de nuevo a la falta de
entrenamiento. También esta la posibilidad de que las niños simplemente no
tienen la capacidad físico-motora para esta actividad.
Shiai Kumite para niños: Conclusiones
A pesar de que conozco personalmente a
excelentes instructores a quienes llevaría
mis hijas a entrenar sin vacilación alguna,
mis observaciones de niños participando
en asaltos libres me han llevado a la
conclusión de que el pretender entrenar a
niños de edad temprana o media para la
competición sin estos contar con una
preparación sólida es a mi entender una
perdida de tiempo y dinero. La clave aquí
es tener visión formativa, no competitiva y ciertamente no lucrativa. La
competición en asaltos libres debe ser la culminación de un periodo de practica
dedicada y constante que varia de niño en niño. Hay también una preparación
mental que es indispensable para lograr la serenidad y control necesarios para
enfrentar a un adversario en un asalto libre. No estoy seguro si es posible que
un niño de edad temprana o media puede entender o alcanzar lo que llamamos
“Mizu No Kokoro”, una mente tranquila como el agua que permite claridad y
serenidad de pensamiento y a la vez permite el responder a cualquier situación
con certeza y rapidez. El asalto competitivo es un enfrentamiento tanto mental
como físico. Si la destreza técnica, control y madurez no están, entonces lo
único que se logra es forzar al niño a recurrir a la improvisación para
8. intercambiar puños y patadas de poca eficacia con otro niño para entretener a
los adultos. Esto no solo es inútil, es peligroso, ya que en el asalto libre, todo
error, despiste o debilidad en la ejecución de una técnica es inmediatamente
sancionada por el adversario. Al no haber alcanzado la serenidad y claridad de
visión, el niño solo puede recurrir a su agresividad. Esto es una muy mala idea
porque en una situación de defensa personal, el coraje y la ira son lujos que uno
no se puede dar. Si enseñamos al niño a colocar golpes con eficiencia sin darle
los mecanismos para monitorear y controlar sus emociones, ¿Acaso estamos
creando un Karate-Ka responsable o un gallo de pelea? El ver la competición
como parte de su aprendizaje y no como su culminación presupone que un niño
puede reevaluar post facto sus actuaciones durante la competición y tomar la
decisión consciente de localizar y mejorar sus deficiencias técnicas sin dejarse
llevar por la frustración.
Otro detalle importante en pro de mi argumento es que aunque la practica de
Karate ayuda al niño a perfeccionar y desarrollar su desarrollo físico y motor
alentando la adquisición de condición física, coordinación y agilidad (también
ayuda el desarrollo cognoscitivo al requerir seguir instrucciones y concentrarse),
este desarrollo es comúnmente
visto en etapas entre los cinco y
siete años de edad que pueden
variar de niño a niño y NO
PUEDEN NI DEBER SER
ACELERADAS con la practica de
Karate. Lo único que se puede
lograr con esto es encaminar al
niño hacia la frustración y el
abandono de la Vía. Otro factor
que influye en la decisión de llevar
niños a competir es el factor
político y económico. El control sobre la acreditación y el derecho a representar
y difundir un estilo no es solo cuestión de destreza. El estudiante o sus padres
pagan por tomar clases, por tomar exámenes, por registrarse como miembros de
la organización directiva de la escuela, y pagan por inscribirse en torneos.
También hay toda una industria que gira alrededor de las artes marciales con
periódicos, libros, videos, equipo protector, uniformes, armas, camisetas, bultos,
y hasta CD-ROM.
La Competencia de Kata:
observaciones y conclusiones
En los viejos tiempos en Okinawa, cuando el Karate era una actividad
clandestina, las técnicas eran transmitidas por el ejemplo y la palabra. Era
necesario un método para recordar y practicar las técnicas no estando presente
el instructor. Se crean series prefijadas de técnicas que toma la forma de un
combate imaginario contra varios atacantes que se acercan desde diferentes
direcciones. Estas series (“kata”) varían en complejidad y duración según su
9. nivel. Las katas mas avanzadas incorporan cambios rápidos de técnica, lentitud
y rapidez, mantenimiento de equilibrio, extensión y flexión del cuerpo, control de
la respiración, desplazamientos del cuerpo, combinaciones de técnicas de pies y
manos y tensión y relajamiento alternados de los músculos para facilitar el uso
de la fuerza. La concentración requerida para la ejecución de la kata provee
también un entrenamiento mental al visualizar a verdaderos oponentes mas
desarrolla conciencia y control corporal. A veces se practica la kata con los ojos
vendados para desarrollar sentido de posición y en su nivel mas avanzado casi
un sexto sentido respecto a los movimientos propios y los de otros a su
alrededor. Otro aspecto de esto son las katas sincronizadas, donde tres niños
ejecutan la kata simultáneamente, algo así como el ballet acuático. El área de
competición es el mismo que el kumite. Las reglas de la WKF para la
competencia de kata son:
ARTICULO 5: CRITERIOS PARA LA DECISION
1.El Kata debe ser realizado de forma competente, y debe demostrarse una buena comprensión de los principios
tradicionales que contiene. Al valorar el comportamiento de un competidor o de un equipo, los Jueces tendrán en
cuenta lo siguiente:
a. Una demostración realista del significado de la Kata.
b. Comprensión de las técnicas utilizadas (BUNKAI).
c. Buen timing, ritmo, velocidad, equilibrio y focalización de la potencia (KIME).
d. Utilización apropiada y correcta de la respiración como una ayuda al KIME.
e. Focalización adecuada de la atención (CHAKUGAN) y concentración.
f. Posiciones correctas (DACHI) con adecuada tensión en las piernas
y pies totalmente apoyados sobre el suelo.
g. Tensión adecuada en el abdomen (HARA) y ausencia de sube y
baja de las caderas al desplazarse.
h. Forma correcta (KIHON) del estilo utilizado.
i. En la evaluación de la ejecución también se deberán tener en cuenta otros puntos,
tales como la dificultad del Kata presentado.
j. En Kata de equipo, un factor añadido es la sincronización sin ayudas externas.
2. Será descalificado el contendiente que varíe el Kata Shitei (mandataria)
3. También será descalificado el contendiente que interrumpa la realización del Kata,
Shitei (mandatorio) o Tokui (escogido por el participante), o haga un Kata diferente al anunciado.
4. Será descalificado el contendiente que realice un Kata ineligible o repita un kata.
EXPLICACION:
I. El Kata no es un baile ni una representación teatral. Debe guardar los valores y principios tradicionales. Debe ser
realista en lo que se refiere al combate y exhibir concentración, potencia, e impacto potencial en sus técnicas. Debe
exhibir resistencia, potencia y velocidad, así como gracia, ritmo y equilibrio.
II. En Kata de equipo, los tres componentes deben comenzar el Kata en la misma dirección, y hacia el Juez Jefe..
III. Los miembros del equipo deben demostrar competencia en todos los aspectos de la ejecución del Kata, así como
sincronización.
IV. Los comandos para comenzar y parar la ejecución, golpear el suelo con los pies, darse una palmada en el pecho,
los brazos, o el karategi, y una respiración inadecuada, son todos ejemplos de ayudas externas y los jueces deberán
tenerlos en cuenta para la decisión.
V. Es responsabilidad exclusiva del entrenador o del contendiente asegurarse de que el Kata tal como ha sido
comunicado a la mesa del Supervisor de puntuación es el apropiado para la vuelta de que se trata
10. La competición de kata funciona como estimulo al niño a mejorar este vital
aspecto de su entrenamiento. Ahora bien, no tiene sentido desde el punto de
vista pedagógico el enseñar al niño una kata muy avanzada para su rango solo
para que este lo ejecute en una competencia. Como nos muestran las reglas de
la WKF, hay mas en una kata que su simple ejecución física. Un niño ejecutando
una kata sin ningún entendimiento sobre lo que esta haciendo, aunque logre una
ejecución perfecta y gane el trofeo, no es mas que un mono amaestrado. Yo
exhortaría a cualquiera que difiera de mi opinión a ir a ver niños haciendo kata
sincronizadas y me diga si creen si ellos están visualizando oponentes reales
durante su ejecución o si parece que están haciendo un baile.
Arte Marcial vs. Deporte Marcial
para niños:
Mas Ideas y más conclusiones
Por un lado, no debemos descartar el aspecto deportivo del Karate sin reconocer
sus aspectos positivos si es manejado y dirigido hacia una función pedagógica.
Es decir, el no solo competir por la medalla o trofeo, sino usar el torneo como
herramienta de enseñanza. Ningún instructor quiere que sus estudiantes se
lastimen, por ende en la escuela con frecuencia se modifican los métodos de
entrenamiento para evitar accidentes. Aunque el niño en la escuela aprende los
conocimientos relativos a la ejecución de una técnica (saber que), a veces no
desarrolla la ejecución reflexiva, rápida y precisa que la técnica requiere para su
ejecución (saber como). Por otro lado, ha sido conveniente para algunos
instructores el presentar y promover el Karate como un simple deporte o
pasatiempo como el ajedrez o el golf. Si la enseñanza del Karate tiene como
objeto principal, o peor aun único, el dirigir al estudiante hacia la competición,
entonces este se vera privado precisamente de aquellas cualidades que
distinguen el Karate de un simple deporte competitivo.
Arigato Sensei 2
Otro Dojo que tuve la oportunidad fue la de Sensei Marie Miranda y Sensei
Miriam de Taifu Shoi, un estilo fundado en Puerto Rico en el 1970 uniendo
elementos de Tae Kwon Do, Kung Fu y ShotoKan para fundar un estilo de
Karate netamente puertorriqueña. La clase se conduce en un centro comunal en
la urbanización el Señorial en Río Piedras. Hoy tenemos a 7 niños y 2 adultos
vestidos con el tradicional uniforme blanco. Se comienza con el saludo y 2
minutos de “mokuso”. Mokuso es en esencia sentarse en el suelo, cerrar los ojos
y respirando profundamente, relajarse y despojar la mente de toda distracción
mental. Luego se pasa al estiramiento y calentamiento. Aquí en lugar de hacer
los ejercicios con los estudiantes, las instructoras caminan por el salón
corrigiendo a cada niño individualmente(Aunque me pareció el poco excesivo el
tener a los niños tirando puños en “Chiko Dachi” [posición como montado a
11. caballo] por varios minutos un poco excesivo). Luego se practica “Kata” en
grupo. Primero se practica la Kata con la instructora marcando el ritmo contando
en japonés [“Ich(1), Ni(2), San(3), Chi(3), Roku(4)”]. Mientras que la primera
instructora observa desde el frente del salón, la segunda camina por el salón
haciendo correcciones. Luego el grupo hace la kata a paso propio.
Aquí hay algo diferente, aparte del estilo no tradicional. Las instructoras no alzan
la voz en ningún momento. A pesar de esto se ve un control absoluto sobre el
grupo y los niños se mantienen atentos y siguen instrucciones al instante. Se
siente un ambiente relajado donde aparentemente se adiestra al niño en forma
bien detallada y a pasos pequeños y aunque las técnicas no son ejecutadas
siempre con precisión, si son realizadas con seguridad y convicción. Quizás este
sea el “ambiente de paz y armonía” que los antiguos maestros japonés como
Morihei Ueshiba y Hironori Otsuka describían en sus escritos como el ambiente
ideal para el aprendizaje.
Arigato Sensei 3
También visite el Dojo de Sensei Edwin Olmo de Shorin Ryu, un estilo de
Karate proveniente de la isla de Okinawa y precursor de los estilos japoneses.
Esta clase es en el centro comunal del Residencial Covadonga en Trujillo Alto.
Aquí tenemos a 10 niños, casi todos principiantes. Lo sabemos por el color del
cinturón que se usa. Se comienza con blanco y se pasa, dependiendo de la
escuela, a través de chinita, azul, púrpura, verde, marrón y finalmente el
codiciado cinturón negro. Se comienza con el Saludo, estiramientos y
calentamiento con correcciones individuales. Aquí lo interesante es que se usa
el nombre del estudiante. Esto motiva al niño a esforzarse un poco más. El tono
aquí es gentil, paciente y agradable y se mantiene un ambiente relajado. Se
hacen Push-Ups con los nudillos, un ejercicio que me parece un poco extremo
(yo no puedo hacer ni uno) y exigente para niños, pero que tiene utilidad para
acondicionar los brazos y endurecer los nudillos. Sin embargo, se manejo en
forma tranquila y cautelosa. Entonces se concentra en la introducción,
explicación y supervisión de técnicas básicas de puños, bloqueos y patadas. Al
final de la clase se hace algo que me pareció una excelente idea...El lugar de
poner a principiantes a participar en asaltos libres, el instructor da una
demostración de un asalto libre usando dos estudiantes avanzados sirviendo el
de arbitro y explicando los pormenores del mismo. Por supuesto, se termina con
el saludo.
Mis conclusiones finales
Ciertamente, las practicas tradicionales de adiestramiento, productos de una
visión vulgarizada del arte y basados en el proceso mecánico y antiintelectual
del aprendizaje a base de repetición, no son apropiados para niños, a menos
que se suscriba a la visión medieval del niño como un pequeño adulto. Es
necesario que el Instructor de Karate (“Sensei”) el diseñar y proveer un currículo
para el aprendizaje de técnicas que sea compatible con el nivel de desarrollo
fisiológico, emocional y social del niño, sin dejar a un lado los valores filosóficos
12. que distinguen el Karate de otros deportes o pasatiempos. La base que da
dirección al desarrollo personal de los estudiantes del Karate es el trasfondo de
tradiciones y valores que pernea su practica, desarrollándose así una
apreciación del legado cultural y espiritual del arte. Por esto se inicia al
estudiante en la practica de buenas costumbres para así establecer patrones de
conducta formal y facilitar a largo plazo el entendimiento ético. Lo más
importante no es el simple aumento en numero y calidad de técnicas, es el
desarrollar la personalidad y el carácter. Todo los demás es de importancia
secundaria.
Se debe tener flexibilidad, compromiso, paciencia salomónica y deseos de
trabajar individualmente con cada niño. Se debe proveer una estructura al niño a
través de la comunicación clara, expectativas, reglas, consecuencias y
seguimiento. Las tareas deben ser incrementadas en forma manejable. La
comunicación constante y la cooperación de los padres son indispensables.
Pero sobre todo se debe tener sensibilidad y buscar preservar y fortalecer el
autoestima del niño. También el estudiar pedagogía ayuda mucho al Sensei.
Quizás algunos digan que no es necesario saber de pedagogía para enseñar
Karate, mi contestación seria que nadie puede pretender adiestrar a un niño en
el siglo 21 usando la misma metodología feudal que se usaba para usaba para
adiestrar a hombres adultos hacen ya 300 años. De la misma manera que la
espada que combatía se convirtió en la espada que protege la vida, así también
la metodología de la enseñanza del Karate debe evolucionar. Esta es la
enseñanza digna que hace verdadero honor a las nobles ideales esbozados por
los caballeros combatientes de antaño y a los primeros maestros de Karate
como Funakoshi, Mebuni, Otsuka, Miyagi y Oyama quienes dedicaron sus vidas
no solo a enseñar como pelear, sino también el cómo pensar y como actuar.
Carmelo H. Ríos, en su libro “El Espíritu de las Artes Marciales”, describe el
abismo que amenaza a las Artes Marciales:
“Este abismo no es otro que el extravío de los orígenes u objetivos
espirituales – en el sentido total de la palabra Espíritu: mente,
conciencia, energía – de las Vías Marciales. Despojadas de sus
connotaciones trascendentales, desnaturalizadas de su designio
evolutivo, artístico, cultural y místico se ven condenadas a una posible
extinción, o en el peor de los casos a ser relegadas al ámbito de burdas
disciplinas de combate.”
Otra perspectiva interesante viene del Sensei Dave Lowry, quien ha entrenado
en Artes Marciales japonés desde su adolescencia. Lowry Sensei escribe en su
libro “Moving toward Stillness” que no fueron ni las técnicas ni las katas o la
severidad del entrenamiento los que fueron tan beneficiosos para él durante su
juventud. Fue la CONSISTENCIA en las Artes Marciales la que le dio dirección
a su vida. Las modas vienen y van, pero los valores de autodisciplina, empatia y
13. respeto hacia los demás y el compromiso a largo plazo que exigen todas las
Artes Marciales perduraran para siempre.
Efrain Suarez suarez986@email.com
No puedo finalizar sin agradecer la ayuda de Sensei Jaime
Acosta (Goju-Ryu), Sensei Marie Miranda (Taifu-Shoi) y
Sensei Edwin Olmo (Shorin-Ryu) por permitirme el visitar
sus escuelas y conversar con ellos. A Sensei Karla
Sotomayor (ShotoKan) por conversar conmigo y aclarar
algunas dudas mías sobre la competición y los niños. A
Sensei Javier Martínez (Isshin-Ryu), Sensei Roberto Fuentes
(Shobayashi Shorin-Ryu), Sensei Dámaso Guzmán (Wado-
Ryu), Sensei Samuel Mercado (ShotoKan) y Sensei Franklin
E. Guerrero (Wado-Ryu) por contestar pacientemente mis
numerosas preguntas a través de los años.
Arigato Gosai Mashta
Efrai
n y Ash
“El puño y el Zen son uno”