El documento hace una comparación entre escalar una montaña y embarcarse en el nuevo año, señalando que ambos requieren esfuerzo y conllevan peligros, pero el premio es para los que no abandonan hasta alcanzar la cima. Recomienda buscar la guía de Jesús para superar los desafíos, ya que Él conoce los peligros y cómo llegar a la victoria. Si permanecemos unidos a Él, nos ayudará a cumplir las metas del nuevo año.