Venezuela depende fuertemente de la exportación de petróleo, pero su economía ha sufrido crisis recurrentes debido a mala gestión política y económica. Actualmente, Venezuela ocupa el último lugar en libertad económica y vive una grave crisis humanitaria con hambre, escasez e hiperinflación. El gobierno interviene excesivamente en la economía mediante regulaciones que obstaculizan el libre mercado y han llevado al colapso de empresas.