La Guerra Fría dividió el mundo en dos bloques antagónicos, el capitalista liderado por Estados Unidos y el socialista liderado por la Unión Soviética. Esta división generó una constante tensión e inminente amenaza de guerra nuclear entre los bloques, que compitieron por la influencia global a través de la carrera armamentista, espacial y de conflictos locales como la guerra de Corea y Vietnam.