La Doctrina Monroe estableció que los continentes americanos no estarían abiertos a la futura colonización europea. Se opuso a la interferencia europea en los asuntos del hemisferio occidental. La Doctrina del Destino Manifiesto promovió la expansión estadounidense hacia el Oeste, basada en la idea religiosa de que Estados Unidos tenía el destino divino de expandirse. Ambas doctrinas influyeron en la política exterior de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, incluida la separación de Panamá de Colombia y la