El documento define las fuentes como los restos dejados por el pensamiento y las acciones humanas del pasado que proporcionan datos sobre el mundo. Explica que las fuentes pueden ser directas e indirectas, escritas y no escritas, y que la ciencia de la diplomática estudia la autenticidad de las fuentes no escritas. También distingue entre documentos públicos generados por instituciones gubernamentales y documentos privados de individuos e instituciones privadas.