La paleografía es importante porque permite comunicarnos con generaciones pasadas al descifrar escrituras antiguas, lo que ayuda a la religión, el derecho, la literatura, la filología e historia. La paleografía ha permitido depurar textos religiosos y leyes, descubrir obras literarias antiguas, analizar cambios en lenguajes, e investigar instituciones e historias pasadas a través de documentos. También protege el derecho a la propiedad al ayudar a los tribunales a verificar documentos antiguos.