Las hojas tienen funciones importantes como la fotosíntesis, el intercambio de gases y la transpiración. Están compuestas de una lámina, nervaduras, contorno y pecíolo. Existen hojas pecioladas y sésiles, simples y compuestas, con diferentes márgenes, formas, nervaduras y disposiciones en el tallo. También pueden ser caducas, perennes o marcescentes según su duración.