Éteres. Química Orgánica. Propiedades y reacciones
La lectura como espacio de interacción
1. SÉ TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen los cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan los cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan los cuentos,
que los huesos del hombre los entierran los cuentos,
y que el miedo del hombre… ha inventado todos los cuentos.
Yo sé muy pocas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
León Felipe.
2. “…el ejercicio habitual de la lectura aportará al individuo desarrollo
personal, facilidad para comprender el mundo y sus
transformaciones, instrumentos para la crítica y capacidad para
comunicarse con los demás en diversos contextos.”
C.Cañamares. P. Cerrillo
Despertar la imaginación y fantasía.
Enriquecer el vocabulario favoreciendo la expresión y comprensión
oral.
Aumentar sus conocimientos al relacionar las lecturas con otras
áreas.
Desarrollar la observación a través de la
comparación.
Desarrollar habilidades críticas y verbales
a través del comentario de lecturas.
3. LA LECTURA COMO ESPACIO DE INTERACCION
LEER SIRVE PARA…
LECTURA, ESCRITURA, ESCUCHAR, HABLAR
ESCRIBIR, porque… los cuentos leidos actúan como modelo y estímulo, cuando los
niños redactan o dictan a otros sus propias composiciones e historias.
Cuando los niños leen (o se les lee) textos escritos por otros, querrán también
escrbir, individual o colectivamente.
ESCUCHAR, porque… leer y oír historias fortalece la comprensión de la narrativa y
las destrezas de oír con propósitos específicos: se aprende a escuchar mejor.
La afinación del oido y comprensión de los cuentos, sirve como motivador para leer y
escuchar otras historias y lecturas.
HABLAR, porque… los cuentos son para el niño fuente de fórmulas y expresiones, que
le sirven en su desarrollo verbal, para crear sus propias historias y juegos dramáticos.
Al leer en voz alta algunos cuentos, los niños pueden participar de esta lectura
coreando aquellos trozos que conocen bien: los estribillos, los finales, las partes
rimadas, etc.
4. ESCRIBIR SIRVE PARA…
LA LECTURA COMO ESPACIO DE INTERACCIÓN
LEER, porque… cuando los niños leen las historias que ellos mismos han redactado o
dictado, se hacen más conscientes del nexo entre quien escribe y quien lee, es decir, de
la función comunicadora del impreso. Además, crean cuentos que pueden leer ellos
mismos.
ESCUCHAR, porque… los cuentos escritos pueden ser compartidos en grupo cuando
son leidos en voz alta. Así cada niño aprende que será escuchado como autor, y que
debe oír a sus compañeros autores, tanto en el proceso de elaboración como en el
momento de su lectura.
Los textos escritos se pueden grabar, para ser escuchados una y otra vez.
HABLAR, porque… cuando los niños escriben sus composiciones, o leen cuentos
redactados por ellos mismos, comentan y discuten los elementos de esa historia,
justificando su elección de temas y hechos.
Cuando los niños comentan oralmente la lectura de un texto, esto contribuye a
fortalecer la comprensión y conocimiento que poseen del lenguaje escrito y del texto o
historia.
5. ESCUCHAR SIRVE
PARA…
LA LECTURA COMO ESPACIO DE INTERACCIÓN
LEER, porque… cuando los niños escuchan lecturas o cuentos, se despierta y agudiza
su deseo de leer por sí mismos.
Escuchar cuentos, aumenta sus habilidades de comprensión de la lectura, porque el
niño se acostumbra a las estructuras narrativas y a fijar su atención sobre aspectos
específicos del lenguaje usado.
ESCRIBIR, porque… escribir cuentos les da a los niños bases y modelos lingüísticos de
redacción. Oyendo cuentos aprenden cómo «habla» el lenguaje escrito, y aprenden a
usar un vocabulario rico y expresivo.
HABLAR, porque… al oír cuentos contados o leídos, el niño descubre posibilidades de
cómo contarlos por sí mismo.
Con las historias que oye, el niño adquiere giros de expresión nuevos que le sirven en su
desarrollo verbal global.
Al discutir los cuentos oídos, se refuerza la habilidad de sintetizar e integrar las acciones
de la narración y las relaciones que existen entre personajes y acontecimientos.
6. NARRAR CUENTOS SIRVE
PARA…
LA LECTURA COMO ESPACIO DE INTERACCIÓN
LEER, porque… los cuentos repetidos por el niño le sirven de material de lectura fácil y
familiar. (refranes, versos y canciones que cuentan algo)
El niño que aun no escribe puede leer cuentos que él mismo haya dictado a un adulto.
Pueden ser originales o historias que le gustan puestas en su propio lenguaje y, por lo
tanto, al alcance de su lectura.
ESCRIBIR, porque… los cuentos que sabe contar se pueden redactar por escrito o dictar
a un adulto en su presencia.
Los cuentos que los niños ya puedan contar son materia prima de los talleres de
redacción de otros cuentos, y de la fabricación de libros en clase o la biblioteca.
A partir de materiales sin o con poco texto se pueden reconstruir historias y escribirlas
incluyendo nuevos detalles percibidos por los niños.
ESCUCHAR, porque… los cuentos estimulan otros tipos de comunicación verbal como
las discusiones sobre aspectos específicos de la narración, las predicciones sobre el final
o sobre los sucesos que seguirán el cuento. Todas las actividades de conversación sobre
el cuento refuerzan en el niño las vivencias de escuchar y comprender
7. LA LECTURA COMO ESPACIO DE INTERACCIÓN
OBJETIVO: Desarrollar un vínculo comunicativo,
crear un espacio de interacción.
CARACTERÍSTICAS: Actividad grupal, intercambio
abierto de ideas, compañerismo, trabajo en equipo.
8. LECTURA COLECTIVA
Acciones de promoción lectura en la que se realiza una actividad con
un grupo masivo del que se espera participación.
Circulo de lectura, taller de creación literaria, conferencias, narración
oral.
9. LECTURA COLECTIVA AUSENTE
Acciones de promoción lectora cuyas vías de transmisión son medios
masivos de comunicación (TV, radio, prensa, internet)
El mediador se transforma de una persona a una colectividad de
individuos, innovaciones y recursos técnicos.
10. El acto de la narración
Se narra una sola historia en cada acto, con una duración aproximada
de media hora dividida en tres partes:
10 minutos de introducción. Se crean expectativas.
15 minutos de relato:
Utilizar las formulas tradicionales de apertura y cierre.
Que nos guste el cuento. Que se sienta emocional o estéticamente implicado en él.
Si el cuento es desconocido es preciso leerlo previamente más de una vez.
Memorizar las rimas, estribillos o repeticiones con fidelidad.
Usar un lenguaje claro y sencillo.
Presentar el argumento de forma lineal.
Utilizar la entonación y modulación de la voz para la identificación de personajes.
Utilizar onomatopeyas.
Evitar la monotonía de la voz.
Completar la expresividad con gestos y ademanes. En especial los ojos y labios.
Permitir y fomentar la participación activa de los niños.
El clíma debe ser lúdico, alegre y relajado.
5 minutos finales en diálogo abierto. Dejar la palabra a los
asistentes.