La ley de Bode propone una fórmula matemática para predecir las distancias de los planetas al Sol. Originalmente predijo correctamente las distancias de Mercurio a Saturno, pero no encaja bien para Neptuno. Aunque Plutón fue descubierto a la distancia predicha por la ley, no es perfecta y los planetas podrían estar en posiciones ligeramente diferentes. La ley tuvo importancia histórica pero ahora solo se usa como recurso mnemotécnico, no como cálculo astronómico exacto.