Japón ha cazado más de 10,000 ballenas en los últimos 20 años, alegando que es para fines científicos. Sin embargo, la Corte Internacional de Justicia ha determinado que la caza de ballenas de Japón en la Antártida no tiene fines científicos y ha prohibido nuevos permisos. Japón ha violado sus obligaciones bajo la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballenas al continuar la caza comercial de ballenas.