Salomón pidió sabiduría a Dios para gobernar sabiamente a su pueblo. Dios se la concedió y también le dio riquezas. La sabiduría de Salomón se evidenció cuando resolvió el caso de dos mujeres que reclamaban la maternidad de un bebé. Más tarde, la sabiduría de Salomón se hizo conocida en otras tierras.