La viruela era la enfermedad eruptiva más grave, pero ya fue erradicada. Existían dos tipos, la viruela mayor y la menor, siendo la mayor más letal, causando la muerte entre un 40% y 60% de la población, mientras que la menor tenía una tasa de mortalidad del 1%. Los síntomas incluían fiebre alta, erupciones en la piel que evolucionaban a vesículas y pústulas purulentas, dejando cicatrices después de la descamación. El virus se transmitía directamente a través de gotas