Terminada la Segunda Guerra Mundial, Ferruccio Lamborghini comenzó a convertir vehículos militares sobrantes en maquinaria agrícola, logrando gran éxito y convirtiéndose en el tercer mayor industrial del rubro en Italia en 1960. Con sus ganancias, Ferruccio adquirió propiedades y autos deportivos como Mercedes, Lancia y Ferrari, aunque tuvo problemas mecánicos con sus Ferraris que lo motivaron a fundar su propia marca de autos deportivos de alta gama.