Jesús siguió el camino de la pobreza y nos enseñó que sólo se posee todo cuando no se posee nada. Curó a los enfermos para anunciar el Reino de Dios y enseñar con autoridad. Los discípulos continuaron su tarea de sanar y predicar la conversión, y los nuevos discípulos expulsarían demonios y sanarían a los enfermos al creer en su nombre.