Las universidades en Latinoamérica son una colección compleja de instituciones públicas y privadas de diferentes tamaños y calidades. Se originaron durante la colonia para formar a las élites gobernantes, pero evolucionaron para buscar la excelencia académica y satisfacer las necesidades de desarrollo de cada país. Aunque hubo intentos de modernización en los siglos XIX y XX, las universidades latinoamericanas enfrentan desafíos como la desigualdad social y la dependencia económica que limitan su potencial.
1. LAS UNIVERSIDADES EN LATINOAMERICA
Introducción
La "universidad latinoamericana" es un
conjunto complejo y contradictorio de
instituciones largas y chicas, públicas y
privadas, de grado y de pregrado, de mejor o
menor calidad, de investigación y de
enseñanza, y con niveles muy distintos de
eficiencia en el uso de sus recursos.
Los principios de las universidades
latinoamericanas y en general, es conseguir
los niveles de excelencia y eficiencia en la
formación de los profesionales necesarios
para atender las necesidades presentes y
previsibles para el desarrollo de un país; en
las actividades de investigación y generación
de conocimientos y en respuestas concretas a
las demandas del entorno, tanto a nivel
nacional como regional, con estrategias de inserción en la economía global.
ORÍGENES
Las primeras universidades americanas fueron creadas por la Corona Española en
la etapa colonial antes del año 1810.
La fundación de universidades durante la colonia era un tema delicado por los
acuerdos establecidos entre la corona española y el vaticano. Las primeras
universidades de la colonia fueron fundadas en aquellos lugares que la corona
consideraba centros claves para el gobierno. En ellas formarían a las futuras élites
que ocuparían los cargos más importantes de las llamadas “Indias”.
Durante la colonia, muchas órdenes religiosas, entre ellas dominicos y jesuitas
hicieron aportes muy valiosos al sistema educativo de la época.
EVOLUCIÓN
"En América Latina y el Caribe, la Universidad fue creada antes que el resto de la
educación y, por muchísimo tiempo, fue la única institución que impartió
enseñanza postsecundaria. A menos de medio siglo del descubrimiento, cuando
2. 'aún olía a pólvora y todavía se trataba de limpiar las armas y herrar los caballos',
según la frase del cronista Vázquez, se establece en Santo Domingo, en 1538, la
primera Universidad del Nuevo Mundo." (Tünnerman, 1996: 17) En 1551 se crean
las Universidades de San Marcos de Lima y de México, cuando todavía no había
ninguna en lo que sería los Estados Unidos.
La universidad colonial fue una institución de funcionamiento a menudo precario,
con grandes problemas para conseguir catedráticos de alto nivel, muy escasa
actividad científica y no demasiados alumnos. Sin embargo, no sólo brindó una
formación de tipo universitario a un número significativo de personas sino que
también preparó a muchos jóvenes de 12 a 17 años, que después no siguieron
estudios superiores pero fueron maestros, sacerdotes, funcionarios: "desde su
establecimiento, la universidad jugó en América un papel crucial en las 'luchas por
la hegemonía' social, política y cultural, formando a un sector de las élites
superiores y, a la vez, a un número significativo de las intelectuales intermedios e
inferiores, al tiempo que -por la propia
estructura de la sociedad- ella se
mantenía relativamente alejada del
mundo de la producción y de la difusión
de las técnicas."
Durante la época colonial la estructura de
los estudios en las universidades eran
divididos en tres: Primeras letras,
estudios menores y estudios mayores.
La división entre estas etapas era flexible y dependía mayormente de la habilidad
del estudiante. No existía una correspondencia clara entre la edad del estudiante y
su nivel de aprendizaje.
1. Las primeras letras consistían en la enseñanza del castellano y las
operaciones básicas de la aritmética, estos estudios podían realizarse con
un tutor particular o en alguna escuela conventual, al concluir esta etapa
podían iniciarse los estudios menores.
2. Los estudios menores se centraban en el aprendizaje del latín, en aquella
época el latín era el lenguaje universal del conocimiento, lo que hoy en día
sucede con el inglés. Para la enseñanza del latín el texto más usado fue la
Gramática Latina de Nebrija, los estudiantes además debían leer a Cicerón,
Horacio, Virgilio, etc.
3. 3. En los estudios mayores distinguimos dos tipos de instituciones:
universidades y colegios reales (llamados también colegios mayores en
donde los estudiantes vivían internos).
La universidad “republicana”, a partir de la Independencia, buscó democratizar la
educación, bajo los principios de humanismo e igualdad. Pero la intención de
profesionalizar la población en países como Venezuela, que no contaban, como
era el caso de Francia. Esto contribuyó con el desarrollo de un proceso de
exclusión y dominación con las brechas de desigualdad social y distribución de la
riqueza que se abren cada vez más dentro de nuestros países de América Latina,
el continente más desigual del mundo. De esta manera, la gesta independentista
se acompañó del ideal, también romántico, de modernizar las universidades según
un modelo europeo que no podía funcionar de manera directa en el contexto de
nuestras sociedades.
Revisando la historia, se hace evidente que las universidades latinoamericanas del
siglo XIX en regiones excluidas de la revolución industrial, no se enfocaron en las
funciones de investigación y generación de conocimientos, sino que privilegiaron
la enseñanza y formación de profesionales.
El siglo XX y las reformas
Las tensiones fueron creciendo en Latinoamérica cuando las contradicciones se
agudizaron y se hizo evidente que la universidad republicana no había logrado
romper realmente con los modelos coloniales. El resultado, a principios del siglo
XX, fue otro intento de modernización, hacia una democratización de las
estructuras universitarias.
El movimiento de reforma universitaria
comenzó en Argentina, con protestas
estudiantiles que denunciaban la
permanencia de estructuras clasistas
y oligarcas en instituciones que no
respondían a los procesos de
modernización social que vivía el
país, y se extendió rápidamente en
toda la región. A partir de 1920 el
reformismo se manifestó en Chile,
Uruguay, Colombia, Guatemala,
Ecuador, Bolivia, El Salvador, Cuba, Paraguay, y en México, donde en 1929 es
aprobada una ley orgánica que establece la participación de toda la comunidad en
el gobierno universitario. El movimiento alcanza también a Puerto Rico y
4. Centroamérica. En Venezuela, el movimiento de 1928 fue reprimido por la
dictadura de Gómez, así como fueron reprimidos las luchas sindicales, las
denuncias contra el imperialismo, los reclamos democratizadores, y la
organización de movimientos políticos de izquierda.
Las reformas del siglo XX tampoco apuntaron al rol de las universidades en la
producción del conocimiento y su función social. No se centraron en la creciente
importancia de la ciencia para el cambio técnico-productivo, ni en la necesidad de
cambiar los modelos económicos dependientes y progresar hacia la
industrialización.
Los conflictivos movimientos reformistas del siglo XX sólo llegaron a resultados
reales en el plano político. Las ideas de autonomía universitaria y cogestión, se
supusieron principios necesarios para convertir a las universidades en motores
eficientes de la democratización social y cultural, y del desarrollo. Evidentemente,
estos cambios no fueron suficientes. Las desigualdades sociales crecieron. El
acceso al conocimiento aún dista de ser equitativo. El principal logro concreto
obtenido por las reformas, fue, aparentemente, el de incorporar la representación
estudiantil a los organismos de gobierno universitario. También, con la autonomía,
las universidades latinoamericanas se convirtieron en centros de denuncias,
luchas políticas y protestas contra el orden social imperante. Pero,
lamentablemente, sin mayores avances concretos en la transformación de la
realidad económica y social. Por otro lado, no han dejado de ser espacios de
análisis y crítica política.
A partir de la revisión histórica de la evolución de las universidades en
latinoamericana, parece que el problema de los ejes de la moderna acción
universitaria: formación, investigación y extensión, se han adoptado como formas
vagas, sin detención real en las capacidades y necesidades nacionales y sin
mayores consecuencias en la transformación de esa realidad.
La emergencia, a lo largo del siglo XIX, de la
moderna "universidad de investigación" ha
sido calificada como "la primera revolución
académica", mientras que, en las últimas
décadas del siglo XX se habría vivido una
"segunda revolución académica", con la
irrupción de la "universidad empresarial"
(Etzkowitz, 1990).
5. En lugar de enfocarse en esos objetivos de fondo y las estrategias para cumplirlos,
las políticas universitarias de nuestros países parecen haberse limitado a
considerar que, para alcanzarlos, bastaba con implantar enunciados, formas y
estructuras de funcionamiento, copiando, inútilmente (ya que no tenemos
capacidades ni condiciones para que realmente funcionen), modelos, planes,
programas, esquemas organizativos, técnicas de ejecución y hasta estándares de
evaluación de países desarrollados, enfrentando, como consecuencia, las
contradicciones inevitables que se presentan al tratar de alcanzar objetivos
ideales, anunciados recurrentemente en cada sucesiva gestión de gobierno
universitario: por un lado, instituciones autónomas en el plano político, pero, que,
al mismo tiempo, mantienen una casi completa dependencia económica de los
recursos del Estado y, en consecuencia, están inevitablemente sujetas a la
inestabilidad, actuación y cambio de los gobiernos de turno.
Futuro: “Las Direcciones del Cambio”
Es necesario señalar cuáles son las vías principales más probables, y también
más deseables, de desarrollo de los sistemas de educación superior en la región
en el futuro próximo.
a. Los sistemas de educación superior continuarán a crecer. Aunque el primer
movimiento de expansión haya cumplido su ciclo, con la incorporación de las
mujeres y de personas de más edad.
b. El proceso de diferenciación debe seguir ampliándose, a pesar de las presiones
en el sentido contrario. No hay ninguna señal de que los sistemas nacionales de
educación superior van a convergir para un modelo único, sea el de la universidad
de investigación, sea el de las facultades profesionales tradicionales. No es
tampoco deseable que haya una convergencia, dada la pluralidad de formatos,
misiones y recursos de que disponen las instituciones educacionales. La tendencia
debe ser en el sentido de que las diferencias que hoy ya existen sean explicitadas
y reconocidas, para que las distintas funciones de la educación superior puedan
ser tratadas de forma apropiada para cada cual.
c. El factor dinámico de los cambios futuros no será dado por el componente de
investigación de los sistemas universitarios, sino que por los nuevos formatos de
vinculación entre las instituciones y las oportunidades del mercado de trabajo.
d. Los recursos públicos para la educación superior no seguirán creciendo en la
misma proporción que el número de estudiantes. Es clara la tendencia de los
6. gobiernos de poner énfasis en la educación básica y secundaria, y hacer con que
los cursos de nivel superior procuren pagar sus gastos con sus propios recursos.
e. Hay muy pocas ocasiones de reformas profundas de los sistemas de educación
superior en América Latina. La razón obvia es que reformas amplias traen también
la oposición de muchos grupos organizados, y tienen dificultades de pasar intactas
por los procedimientos de aprobación típicos de los regímenes políticos
democráticos.
f. Los movimientos en el sentido de evaluar de manera sistemática el uso de los
recursos y la calidad de los productos de las instituciones de educación superior
deberán seguir se intensificando. Los formatos de estas evaluaciones deberán
variar mucho, pero, en la medida misma que la educación superior se torne mas
importante, las presiones por informaciones más adecuadas sobre costos y
resultados aumentarán.
g. Las universidades
Latinoamericanas deberán
aumentar progresivamente su
competencia empresarial ,para
responder a los desafíos de un
ambiente mucho más
diferenciado y menos
subsidiado que en el pasado,
lo que significará
necesariamente una mayor
concentración de poderes y
responsabilidades en las
autoridades universitarias
centrales.
Conclusiones
En la evolución del proceso de Extensión Universitaria en los países de América
Latina se ha puesto de manifiesto la influencia que sobre éste como proceso
inherente a la educación en los centros universitarios, han tenido diversas teorías
educativas de diferente base filosófica, que han sustentado en ellos el proceso
docente educativo.
En Cuba,en los momentos actuales,existen las más potencialidades para que la
Extensión Universitaria cumpla a cabalidad con su función generadora de la
cultura general integral sustentada por nuestra ideología marxista leninista y
martiana,que hace a la Pedagogía cubana un ejemplo en toda Latinoamerica.
7. ANEXOS: RANKING DE LAS TREINTA PRIMERAS UNIVERSIDADES
RANKING RANKING
UNIVERSIDAD PAÍS
CONTINENTAL MUNDIAL
1 Universidade de São Paulo 51
Universidad Nacional Autónoma de México
2 66
**
3 Universidade Estadual de Campinas 161
4 Universidade Federal do Rio Grande do Sul 166
5 Universidade Federal do Rio de Janeiro 209
Universidade Estadual Paulista Júlio de
6 238
Mesquita Filho
7 Universidade Federal de Santa Catarina 240
8 Universidade Federal de Minas Gerais 292
9 Universidad de Chile 296
10 Universidade de Brasília 328
Pontificia Universidade Católica do Rio de
11 361
Janeiro
12 Universidad de Buenos Aires 389
13 Universidade Federal do Paraná 400
14 Universidad Nacional de Colombia 426
15 Universidade Federal da Bahia 444
16 Universidad de Costa Rica 492
17 Universidade Federal de Pernambuco 500
Pontificia Universidade Católica do Rio
18 506
Grande do Sul
19 Universidad de Concepción 512
20 Universidade Federal Fluminense 516
21 Universidad de Puerto Rico Mayaguez 547
22 Universidad de Guadalajara 550
23 Universidad Nacional de la Plata 569
Universidade Federal do Rio Grande do
24 583
Norte
25 Tecnológico de Monterrey * 593
26 Universidade Federal de Santa Maria 601
27 Universidad de Antioquia 631
28 Universidad Nacional Mayor de San Marcos 643
29 Universidad de los Andes Mérida 681
30 Universidad de los Andes Colombia 700
8. BIBLIOGRAFIA:
• http://www.schwartzman.org.br/simon/marlo.htm
• http://es.wikipedia.org/wiki/UniversidadBibliografía consultada.
• http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Lista_de_universidades_y_similares
_en_Am%C3%A9rica_latina,_anteriores_a_1810
• http://www.schwartzman.org.br/simon/marlo.htm
• http://www.voltairenet.org/article121800.html
• http://www.udual.org/CIDU/ColUDUAL/Tunner/IndicePrologo.pdf
“Hay que tener aspiraciones elevadas,
Expectativas moderadas y necesidades pequeñas.”