2. El liberalismo es una filosofía política que defiende la libertad
individual, la iniciativa privada y limita la intervención del
Estado y de los poderes públicos en la vida social, económica
y cultural. Asimismo, se identifica como una actitud que
propugna la libertad y la tolerancia en las relaciones
humanas, fundamentada en el libre albedrío (vid. Escuela de
Salamanca). Promueve, en suma, las libertades civiles y
económicas y se opone al absolutismo, al despotismo
ilustrado, al conservadurismo, los sistemas autoritarios,
dictatoriales y totalitarios. Constituye la corriente en la que se
fundamentan tanto el Estado de derecho como la democracia
representativa y la división de poderes.
Desde sus primeras formulaciones, el pensamiento político
liberal se ha fundamentado sobre tres grandes ideas:2
3. Los seres humanos son racionales y poseen derechos
individuales inviolables, entre ellos, el derecho a configurar la
propia vida en la esfera privada con plena libertad, y los
derechos a la propiedad y la felicidad. Esto se basa en los tres
derechos naturales de John Locke: vida, libertad y propiedad
privada.
El gobierno y, por tanto, la autoridad política deben resultar
del consentimiento de las personas libres, debiendo regular la
vida pública sin interferir en la esfera privada de los
ciudadanos.
El Estado de derecho obliga a gobernantes y gobernados a
respetar las reglas, impidiendo el ejercicio arbitrario del
poder.
5. El individualismo, que considera al individuo
primordial, como persona única y en ejercicio de su
plena libertad, por encima de los aspectos colectivos.
La libertad como un derecho inviolable que se refiere a
diversos aspectos:3libertad de pensamiento, de culto, de
expresión, de asociación, de prensa, etc., cuyo único
límite consiste en no afectar la libertad y el derecho de
los demás, y que debe constituir una garantía frente a la
intromisión del gobierno en la vida de los individuos.
El principio de igualdad ante la ley, referida a los campos
jurídico y político. Es decir, para el liberalismo todos los
ciudadanos son iguales ante la ley y ante el Estado.
6. El derecho a la propiedad privada como fuente de desarrollo e
iniciativa individual, y como derecho inalterable que debe ser
salvaguardado y protegido por la ley.
El establecimiento de códigos civiles, constituciones e
instituciones basadas en la división de poderes (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial), y en la discusión y solución de los
problemas por medio de asambleas y parlamentos.
La libertad de cultos y la separación del Estado y la iglesia en
un Estado laico.
La no politización de los cargos de gobierno, y demás
elementos públicos, como la educación (tanto la escolar
como la universitaria), la salud y la justicia. Esto es un punto
fuertemente contrario al populismo y al marxismo, que
consideran que "todo es política".45
8. El liberalismo normalmente incluye dos aspectos
interrelacionados: el social y el económico. El
liberalismo social es la aplicación de los principios
liberales en la vida política de los individuos, como por
ejemplo la no intromisión del Estado o de los colectivos
en la conducta privada de los ciudadanos y en sus
relaciones sociales, existiendo plena libertad de
expresión y religiosa, así como los diferentes tipos de
relaciones sociales consentidas ya sean de carácter
amistoso, amoroso o sexual, así como en aspectos de
moralidad.
9. Esta negativa permitiría (siempre y cuando sea sometida
a aprobación por elección popular usando figuras como
referendos o consultas públicas, ya que dentro del
liberalismo siempre prevalece el Estado de derecho y éste
en un Estado democrático se lleva a su máxima
expresión con la figura del sufragio) la libertad de paso,
la no regulación del matrimonio por parte del Estado (es
decir, éste se reduciría a un contrato privado como otro
cualquiera), la liberalización de la enseñanza, etc. Por
supuesto, en el liberalismo hay multitud de corrientes
que defienden con mayor o menor intensidad diferentes
propuestas.
10. El liberalismo económico es la aplicación de los principios
liberales en el desarrollo material de los individuos, como por
ejemplo la no intromisión del Estado en las relaciones
mercantiles entre los ciudadanos, impulsando la reducción
de impuestos a su mínima expresión y reducción de la
regulación sobre comercio, producción, etc. Según la
ideología liberal, la no intervención del Estado asegura la
igualdad de condiciones de todos los individuos, lo que
permite que se establezca un marco de competencia, sin
restricciones ni manipulaciones de diversos tipos. Esto
significa neutralizar cualquier tipo de beneficencia pública,
como aranceles y subsidios.