El documento describe dos acuerdos internacionales clave para proteger la capa de ozono y combatir el cambio climático: el Convenio de Viena de 1985 y el Protocolo de Montreal de 1987, que buscan reducir sustancias dañinas; y el Protocolo de Kioto de 1997, cuyo objetivo es reducir emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% para 2012 respecto a 1990 a nivel global.