Este documento identifica cuatro pilares fundamentales que sostienen a una empresa saludable: 1) un rumbo claro y dinámico que se adapte a los cambios del mercado, 2) un grupo humano comprometido y alineado con la visión de la empresa, 3) la eliminación de empleados neutrales u omisos que no aportan valor, y 4) la lealtad y honestidad intelectual de todos los empleados.

1. LOS 4 PILARES QUE SOSTIENEN A UNA EMPRESA
Algunas reflexiones sobre los RRHH de una empresa y su incidencia en salud de la misma.
1) EL RUMBO: El camino de una empresa a largo plazo, incluso a mediano, es
indefectiblemente variable. La inamovilidad de sus objetivos, la falta de dinamismo en las
decisiones, la ceguera ante los vaivenes del mercado, son síntomas de una muerte segura.
Este problema afecta en la gama de Directores y cargos Gerenciales. Los aviadores les
llaman “ bloqueo de cabina”; el Piloto quiere demostrarle al Copiloto, joven, que él es
quien manda, arriesgando la nave a extremos inauditos, bajo la idea de que “acá mando
yo y punto”
2) EL GRUPO HUMANO: una empresa se inicia con un grupo humano, del que se tienen
expectativas, pero no certezas. En el desarrollo de la misma debe lograrse, en un tiempo
prudencial, una depuración del mismo, incluso de los proveedores externos, que se
comprometa con el destino trazado. La Dirección debe impulsar una reforma continua. Al
que no le guste el camino que se asoma, por el que transita y va a transitar la empresa, le
quedan tres opciones: a) hablar para tratar de corregir el curso o b) adaptarse al mismo
con fervor y convencimiento sincero o c) marcharse. En las empresas no hay lugar para las
rémoras, los falsos o los indiferentes. De nuevo vemos aquí que este problema implica
directamente a los mandos superiores; son decisiones que cuestan dinero y “amigos” de
larga data. La “depuración” del grupo debe necesariamente pasar por sus manos, pero
deben dejarse de lado las amistades y los favoritismos o infundados, para favorecer al
grupo, a la empresa.
3) LOS NEUTROS: El empleado omiso, el abúlico, el que no persevera, el que no comparte la
visión de la empresa, el que no aporta, no tiene cabida en ella. Está ocupando el puesto de
alguien que la organización necesita para alcanzar su objetivo.
Aquel miembro de la empresa, que no dice lo que realmente opina a su Jefe, está llenando
el ambiente de “nada”, lo opuesto a lo que las empresas requieren. Las empresas se
alimentan de ese “algo” que las puede ayudar a corregir su rumbo. Incluso el Responsable
principal debe cumplir esta regla, o bien hacia la junta Directiva, o bien hacia sí mismo.
Una empresa sin debate, sin intercambio de ideas, no es una empresa, es un rebaño, y los
rebaños van al matadero. El dinamismo del grupo debe ser constante.
4) EL INFIEL: hay muchas formas de ser infiel con la empresa. Veamos acciones o inacciones
de sus empleados, algunas de las más obvias y algunas de las no tanto;
- Privarla de un bien material conscientemente – es un mero delito
- Privarla de un bien material inconscientemente –es por negligente, omiso o
incapaz
- Privarla del trabajo propio – es una falta de compromiso
- Privarla de una idea – es una falta de honestidad intelectual
- Privarla de una posibilidad de avance, frenándola, poniendo palos en la rueda – Es
una falta de moral
5) LOS ERRORES: En todos los estratos de la empresa, reconocer y aceptar los errores, y
proponer o adoptar las medidas para no repetirlos, es el inicio de algo positivo. Por el
contrario, enterrar la cabeza en la arena para no verlos, es la moneda corriente del
mediocre.
COMPROMISO – HONESTIDAD – ESFUERZO - PERSEVERANCIA; cuatro pilares que necesitan las
empresas, tanto de sus empleados como de sus DIRECTIVOS, para ir adelante. Con un RRHH que
cumpla esto, se mueven montañas!
Ing. Horacio Bresciano