1. POR JUAN CARLOS GOMEZ MENDEZ
Empresas que han sido exitosas por años y el símbolo de muchas
ciudades y orgullos nacional de repente las vemos en aprietos y más aún nos sorprendemos al
verlas en liquidación. En realidad aceptarlo es un trago amargo para todos, por supuesto para sus
dueños, quienes con mucho sacrificio crearon la empresa y más doloroso para la sociedad que ve
acabarse una fuente de empleo y de progreso.
Por lo anterior quiero compartir los seis aspectos diferentes a los de coyuntura económica, que
evidentemente tienen un peso enorme en la situación de nuestras empresas en dificultades, que
he podido determinar como los factores causantes del cierre de muchas de las empresas.
1. No tener clara la filosofía del negocio o perderla por emular visiones y misiones obtenidas en
un seminario gerencial.
Es doloroso ver como todas las empresas en dificultades que he tenido la oportunidad de asistir,
tienen colgada en la pared su visión y misión y han gastado tiempo y recursos en definirla. El deseo
de ser los primeros en Latinoamérica, de tener la mejor tecnología y de generar el mejor valor a
los accionistas, clientes y relacionados , eslogan que cuelga en casi la mayoría de empresas ha
conducido a una carrera de gastos e inversiones irreal y a perder el foco y la filosofía del negocio.
La misión es importante, pero con los pies en la tierra. No se puede pretender ser el primero en
Latinoamérica si nunca se ha exportado. La respuesta a la pregunta de cuál es mi negocio no es
respondida con claridad.
2. La falta de recursos es tan perniciosa como el exceso de liquidez.
La falta de recursos propios que induce a elevados endeudamientos sumado al absurdo de tasas
de interés casi tres veces por encima de la inflación, es claro que conduce tarde o temprano a las
empresas a una gran iliquidez y a la inviabilidad económica, pero lo más sorprendente es ver como
muchas empresas con exceso de recursos han caído en estado de liquidación.
Por qué? Primero porque es sano que todas las empresas debieran tener un pasivo sostenible que
las ayude a entender que los recursos son costosos y por ende en obtener cada vez más eficiencia.
En segundo lugar porque las empresas con exceso de liquidez ocultan los verdaderos problemas
como es el exceso de inventarios de cartera y la pérdida de utilidad operacional y en tercer lugar
porque el exceso de liquidez invita a inversiones mal calculadas y a proyectos inviables.
3. La mala gestión empresarial, iniciando por juntas directivas conformadas más por relaciones de
poder que por el conocimiento de los factores claves del negocio.
2. POR JUAN CARLOS GOMEZ MENDEZ
Por principio ningún profesional serio debiera aceptar un nombramiento en una junta directiva si
no se considera un experto o un aportante juicioso de elementos importantes para el negocio
además de los tradicionales financieros.
Una empresa es un tema muy delicado. Estamos compitiendo con empresas de todo el mundo y
podemos estar seguros que las exitosas las que nos quitan los mercados tienen juntas directivas
conformadas por expertos que conocen mucho de su negocio. Esta mala gestión empresarial se
produce también cuando hay un fuerte conflicto de intereses entre los accionistas o una visión
poco compartida del negocio.
4. Una inadecuada Gestión Gerencial para manejar coyunturas de crisis, para saber cuándo
avanzar o para decir no más.
La falta de una buena formación profesional o de una verdadera experiencia no ha permitido tener
el criterio y la capacidad de anticipación y por supuesto una amplia visión para saber cuándo ser
emprendedores y aplicar el acelerador para conquistar mercados o cuándo ejercer una gerencia
controladora y gerenciar exigiendo medidas de desempeño e índices de gestión o cuándo
olvidarse de los negocios en decadencia y abrir otros horizontes.
El deseo de ser héroe y de demostrar que no se da el brazo a torcer ha empeorado las situaciones,
así como el no permitir que los negocios tengan su tiempo de maduración.
5. Demasiadas inversiones en infraestructura y pocas inversiones en inteligencia.
El problema de las empresas que liquidamos es que tienen mucho, pero a la hora de liquidar sus
activos no valen nada, porque creyeron que ser grandes era tener más máquinas, más terrenos,
más plantas, más y más.
Cómo hubiera sido de diferente la situación si en lugar de tanta infraestructura se hubiese
invertido más en desarrollar proveedores, más en investigación y desarrollo de productos, más en
canales de comercialización, más en mercadeo, merchandising y servicio más en logística de
distribución, más en búsqueda de mercados externos.
6. Aplazar decisiones claves y no hacer los cambios oportunamente.
El consejo de cortar por lo sano y de crear el problema para solucionarlo cómo hubiera sido de
importante para evitar que las empresas se acaben. Decisiones claves que no se tomaron a tiempo
por temor, como cortar líneas de producción, cerrar centros de gastos y de manera muy especial
hacer los cambios gerenciales que estaban cantados han sido causas más comunes de lo que nos
podemos imaginar de cierre de empresas exitosas.
7. El motivo de cierre número 1 es que no se vende todo lo que se esperaba, punto.
Parece una obviedad, pero encierra muchas implicaciones, especialmente la de que hay una
incapacidad para conseguir suficientes clientes como para mantener la empresa y hacerla crecer
3. POR JUAN CARLOS GOMEZ MENDEZ
en el tiempo.
• No se produce, se actúa, se opera o se gestiona eficientemente en la empresa
• La planificación es deficiente (el principal problema visto en primera persona no es que la
planificación sea mala en sí, es que no suele haber planificación alguna).
• No se tiene “control de la situación”, hay un desconocimiento real de lo que ocurre, de por qué
pasa lo que pasa, de por qué no se consiguen más clientes o por qué los costes se disparan. Hay
una incapacidad de controlar y tener "atadas" las variables principales del negocio.