El documento presenta cinco ejes para la educación sexual integral: ejercer los derechos a la igualdad y la identidad, valorar la afectividad y las emociones, cuidar el cuerpo y la salud, reconocer la perspectiva de género y respetar la diversidad sexual. Cada eje enfatiza la importancia de vivir libre de estereotipos y discriminación para desarrollarse plenamente.