La familia Graco era prominente en la Roma antigua desde finales del siglo III a.C. Los miembros más importantes fueron Tiberio Graco I, cónsul en el 215 a.C.; Tiberio Graco II, censor en 169 a.C.; y sus hijos Tiberio Graco III y Cayo Graco, quienes llevaron a cabo reformas agrarias y de asistencia social que enfrentaron resistencia del senado romano y terminaron con sus muertes.