La dinastía Severa gobernó el Imperio Romano desde 193 hasta 235 d.C. Septimio Severo fue el primer emperador y expandió las fronteras del imperio. Sus hijos Caracalla y Geta le sucedieron brevemente hasta que Caracalla asesinó a su hermano. Caracalla otorgó la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del imperio. Elagaballo y Alejandro Severo fueron los últimos emperadores de esta dinastía, durante la cual el imperio experimentó reformas administrativas e inestabilidad política.