Luego del Señor Jesús haber enviado a los doce (12) discípulos, a los que llamó apóstoles, envió luego setenta (70) más. Cuando este último grupo regresó, vino maravillado de que hasta los espíritus inmundos se les sujetaban en su nombre, por lo que les dijo: “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:20) Esto significa, que aunque creamos que caminamos con Dios, pudiera ser que en verdad, estemos muy lejos de él (Ejemplo: Judas Iscariote). Acerca de esto, el mismo Señor les dijo en otra ocasión a sus discípulos (Siendo Judas uno de ellos):