Este documento trata sobre la obesidad infantil en Chile. Explica que la obesidad y el sobrepeso se han convertido en una pandemia global que afecta la salud física y mental de los niños. En Chile, la obesidad infantil se debe principalmente a estilos de vida poco saludables como una dieta alta en calorías y baja en nutrientes, y falta de actividad física. El documento provee definiciones de obesidad y sobrepeso según organizaciones de salud y analiza la realidad de la obesidad infantil en Chile, con
La obesidad infantil se define como una enfermedad grave que afecta a niños y adolescentes cuando están muy por encima del peso normal para su altura y edad, pudiendo causar problemas de salud como la diabetes y presión arterial alta asociados normalmente con adultos, y también baja autoestima y depresión. La obesidad mórbida es la forma más grave del sobrepeso que disminuye la expectativa de vida y causa discapacidad y problemas sociales, siendo causada principalmente por el consumo excesivo de comida rápida, el sedentar
Este documento trata sobre la obesidad. Define la obesidad como un aumento generalizado de la grasa corporal que se asocia a problemas de salud. Explica que la obesidad es un problema muy común en Chile, afectando al 23,3% de la población. Explora las causas de la obesidad como un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto de energía, influenciado por factores ambientales y patologías. Finalmente, detalla cómo evaluar y diagnosticar la obesidad mediante el índice de masa corporal y la med
Este documento trata sobre la obesidad. Define la obesidad como una enfermedad caracterizada por la acumulación excesiva de grasa que puede tener efectos negativos en la salud. Explica que existen dos tipos principales de obesidad dependiendo de la distribución de la grasa en el cuerpo. También cubre temas como la epidemiología, factores de riesgo, tratamiento y medición de la obesidad.
Análisis del tratamiento informativo que la prensa local de Andalucía (España) realiza sobre la obesidad, el sedentarismo y ejercicio físico. Proyecto de investigación del II Master de Actividad Física y Salud de la Universidad Internacional de Andalucía.
Esta presentación trata en general el tema de la obesidad, desde sus causas, patologías... hasta su epidemiología, etc.
This presentation talks about obesity in general, from its causes, pathologies... to its epidemiology, etc.
OBESIDAD: prevención,diagnóstico y tratamientoAndrés Calleja
El documento resume la epidemiología, etiología, complicaciones y tratamiento de la obesidad en México. Explica que la obesidad es una enfermedad crónica causada por factores genéticos, metabólicos y del estilo de vida. En México, la prevalencia de obesidad ha aumentado drásticamente en las últimas décadas debido a cambios en la dieta y disminución de la actividad física. La obesidad está asociada con muchas comorbilidades como enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos
El documento trata sobre la obesidad. Define la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Explica que la obesidad es ahora el factor de riesgo cardiovascular más prevalente y que los obesos tienen menor calidad de vida y esperanza de vida. Describe los tratamientos para la obesidad como la dieta, el ejercicio, los programas psicoeducativos, fármacos como Orlistat y la cirugía bariátrica.
El documento resume la creciente epidemia mundial de obesidad. Según la OMS, la obesidad se reconoce como una enfermedad que causa diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Tanto los países desarrollados como en desarrollo están experimentando un aumento alarmante en la prevalencia de sobrepeso y obesidad debido a dietas altas en calorías y bajos niveles de actividad física. La obesidad ahora es una de las principales causas de mala salud a nivel mundial
La obesidad infantil se define como una enfermedad grave que afecta a niños y adolescentes cuando están muy por encima del peso normal para su altura y edad, pudiendo causar problemas de salud como la diabetes y presión arterial alta asociados normalmente con adultos, y también baja autoestima y depresión. La obesidad mórbida es la forma más grave del sobrepeso que disminuye la expectativa de vida y causa discapacidad y problemas sociales, siendo causada principalmente por el consumo excesivo de comida rápida, el sedentar
Este documento trata sobre la obesidad. Define la obesidad como un aumento generalizado de la grasa corporal que se asocia a problemas de salud. Explica que la obesidad es un problema muy común en Chile, afectando al 23,3% de la población. Explora las causas de la obesidad como un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto de energía, influenciado por factores ambientales y patologías. Finalmente, detalla cómo evaluar y diagnosticar la obesidad mediante el índice de masa corporal y la med
Este documento trata sobre la obesidad. Define la obesidad como una enfermedad caracterizada por la acumulación excesiva de grasa que puede tener efectos negativos en la salud. Explica que existen dos tipos principales de obesidad dependiendo de la distribución de la grasa en el cuerpo. También cubre temas como la epidemiología, factores de riesgo, tratamiento y medición de la obesidad.
Análisis del tratamiento informativo que la prensa local de Andalucía (España) realiza sobre la obesidad, el sedentarismo y ejercicio físico. Proyecto de investigación del II Master de Actividad Física y Salud de la Universidad Internacional de Andalucía.
Esta presentación trata en general el tema de la obesidad, desde sus causas, patologías... hasta su epidemiología, etc.
This presentation talks about obesity in general, from its causes, pathologies... to its epidemiology, etc.
OBESIDAD: prevención,diagnóstico y tratamientoAndrés Calleja
El documento resume la epidemiología, etiología, complicaciones y tratamiento de la obesidad en México. Explica que la obesidad es una enfermedad crónica causada por factores genéticos, metabólicos y del estilo de vida. En México, la prevalencia de obesidad ha aumentado drásticamente en las últimas décadas debido a cambios en la dieta y disminución de la actividad física. La obesidad está asociada con muchas comorbilidades como enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos
El documento trata sobre la obesidad. Define la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Explica que la obesidad es ahora el factor de riesgo cardiovascular más prevalente y que los obesos tienen menor calidad de vida y esperanza de vida. Describe los tratamientos para la obesidad como la dieta, el ejercicio, los programas psicoeducativos, fármacos como Orlistat y la cirugía bariátrica.
El documento resume la creciente epidemia mundial de obesidad. Según la OMS, la obesidad se reconoce como una enfermedad que causa diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Tanto los países desarrollados como en desarrollo están experimentando un aumento alarmante en la prevalencia de sobrepeso y obesidad debido a dietas altas en calorías y bajos niveles de actividad física. La obesidad ahora es una de las principales causas de mala salud a nivel mundial
El documento presenta el caso de una niña de 10 años con un IMC de 21.6 kg/m2, que se encuentra en el percentil 91 para su edad y género. Se discuten los factores de riesgo para sobrepeso y obesidad como antecedentes familiares y tiempo frente a la televisión. La comorbilidad más frecuente es la diabetes mellitus. El tratamiento más adecuado incluye dieta, ejercicio y cambios en el estilo de vida.
El documento trata sobre la obesidad en Colombia. Casi la mitad de los colombianos sufren sobrepeso u obesidad, lo cual representa un problema de salud pública debido a los altos costos. La obesidad se debe a factores genéticos, de estilo de vida como falta de actividad física y mala alimentación, y uso de medicamentos. El tratamiento implica cambios dietéticos, actividad física y en algunos casos cirugía.
Este documento discute estrategias para prevenir la obesidad infantil. Define la obesidad y su epidemiología, explicando que la prevalencia de obesidad infantil se ha triplicado desde 1980. Examina la patogénesis multifactorial de la obesidad y sus comorbilidades como la diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Recomienda diagnósticos y evaluaciones para identificar obesidad, así como estrategias de manejo que incluyen dieta, actividad física y estilo de vida saludable.
Hace 50 años se introdujo la obesidad dentro de la clasificación internacional de enfermedades y actualmente puede ser considerada una epidemia universal ya que si en 1995 había 200 millones de adultos obesos en el mundo y otros 18 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso, actualmente se estima que unos 300 millones de personas en el mundo son obesas, constituyendo la obesidad un importante problema médico y de salud pública. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, la epidemia de la obesidad no está restringida a las sociedades industrializadas, pues en los países en desarrollo se estima que 115 millones de personas sufren problemas relacionados con la obesidad y a menudo su aumento es más rápido en estos países que en los países desarrollados. Es una situación compleja con repercusiones psicológicas y sociales graves y que afecta a todas las edades y grupos socioeconómicos.
Para conocer más sobre esta enfermedad ingrese a
La obesidad infantil ha aumentado en los últimos 20 años debido a una alimentación pobre, vida sedentaria y factores genéticos, ambientales y del estilo de vida. Los síntomas incluyen aumento de peso, diabetes e hipotiroidismo. El tratamiento implica modificar el estilo de vida a través de dieta, ejercicio y en algunos casos cirugía. La obesidad infantil causa problemas de autoestima y salud mental en los niños.
Este documento trata sobre la obesidad y el sobrepeso. Aborda las definiciones de obesidad y sobrepeso, sus causas, consecuencias y cómo prevenirlas. También analiza estos temas en niños, adultos y México, así como el impacto de la comida chatarra y una buena alimentación.
La obesidad es una enfermedad crónica definida como un exceso de masa corporal que representa un riesgo para la salud. Su prevalencia ha aumentado debido a factores ambientales, genéticos y de estilo de vida. La obesidad se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, las cardiopatías y algunos tipos de cáncer.
Norma oficial mexicana para el tratamiento integral del sobrepeso y obesidadGuillermo García Chávez
Conocer la normatividad que regula una actividad encaminada a tratar un padecimiento que en México se ha vuelto endémico asegura al paciente el mejor de los escenarios para ser tratado de su enfermedad
La obesidad es un problema de salud grave que ocurre cuando se acumula grasa en el cuerpo de manera anormal. Puede determinarse por el índice de masa corporal o por la medida de grasa corporal. La obesidad está ligada a muchas enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos. Su causa radica en el desequilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto de energía, siendo factores genéticos y del estilo de vida contribuyentes.
Este documento resume la definición, epidemiología, factores de riesgo, fisiopatología, diagnóstico, complicaciones y abordaje de la obesidad. Define la obesidad según la OMS y analiza sus cifras a nivel mundial y en Colombia. Explica los factores genéticos, ambientales, conductuales y fisiológicos involucrados, así como las complicaciones asociadas. Describe los métodos para evaluar y clasificar la obesidad, incluyendo el IMC, distribución de grasa y resonancia magnética. Final
El documento describe la obesidad como un desequilibrio entre la ingesta de calorías y las gastadas, influenciada por factores genéticos, metabólicos y del estilo de vida. La obesidad puede prevenirse a niveles primario, secundario y terciario mediante la educación sobre una dieta balanceada y actividad física, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado de quienes ya la padecen.
La obesidad es el punto de partida que desencadenarán muchas otras enfermedades crónicas, como la Diabetes, hipertensión arterial entre otras, a continuación podremos conocer más sobre la obesidad...
Este documento describe la obesidad, sus causas, tipos y tratamientos. Explica que la obesidad tiene consecuencias negativas para la salud y está asociada con enfermedades crónicas. En México, la prevalencia de obesidad ha aumentado considerablemente en los últimos años debido a cambios en el estilo de vida. El tratamiento efectivo requiere modificación de la dieta, aumento de la actividad física, apoyo psicológico y, en algunos casos, medicamentos. Cambiar los hábitos alimenticios desde una ed
Este documento resume la obesidad, su prevalencia, factores de riesgo y tratamiento. La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública global y su prevalencia ha aumentado drásticamente en las últimas décadas. Factores como la dieta alta en calorías, falta de actividad física, genes y ambiente contribuyen a la obesidad. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes y cardiopatías. La prevención y tratamiento implican cambios en el estilo de vida como dieta balanceada y ej
Memorias 2013 - 5a Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico - Programa de Nutrición en Enfermedades Crónicas -
Comorbilidades psicológicas del paciente con obesidad y su tratamiento desde la práctica basada en la evidencia
* LP Monserrat Reséndiz
La OMS reconoce la obesidad como una pandemia global que afecta a países de todo nivel de ingresos. En los últimos 20 años, la obesidad se ha más que duplicado en todo el mundo. La prevención y el tratamiento de la obesidad requieren un enfoque multidisciplinario que incluya cambios en el estilo de vida a través de una dieta equilibrada, aumento de la actividad física y terapia conductual para modificar comportamientos.
Este documento describe la obesidad en adultos. Define la adultez y los requerimientos nutricionales específicos de los adultos. Explica los factores que determinan la obesidad como los genéticos, metabólicos, conductuales y ambientales. También describe cómo medir la obesidad e identificar los riesgos asociados como enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Los hábitos alimenticios poco saludables y la falta de actividad física durante la adolescencia han contribuido al aumento de la obesidad, la cual puede tener efectos adversos para la salud física e influir negativamente en el desarrollo emocional, la autoestima y las relaciones sociales de los adolescentes. Para que las medidas para bajar de peso sean efectivas, es importante identificar y tratar los factores psicológicos individuales como la depresión o el uso de la comida para satisfacer otras necesidades. Prevenir la obesidad en la adolesc
En este documento se realizará una revisión de los datos más recientes sobre sobrepeso obesidad. Sus causas y consecuencias, así como el nuevo concepto de lipoinflamación y los tratamientos actuales.
La obesidad infantil es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede causar complicaciones metabólicas, cardiovasculares y ortopédicas. Se define como un índice de masa corporal superior al percentil 95 o un peso superior al percentil 90 para la edad y el sexo. Afecta al 20-27% de los niños y está asociada a factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Puede provocar enfermedades como diabetes, hipertensión y apnea del sueño.
La obesidad y el sobrepeso representan un problema de salud pública a nivel mundial según la OMS. La alimentación poco saludable y falta de actividad física son las principales causas de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y la diabetes. La Estrategia NAOS tiene como objetivo promover una alimentación saludable y actividad física para prevenir la obesidad y reducir las enfermedades crónicas.
Este documento presenta guías clínicas para el diagnóstico, tratamiento y prevención del sobrepeso y la obesidad en pediatría. Resalta que la prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado significativamente a nivel mundial. Define el sobrepeso y la obesidad y explica que la obesidad es una enfermedad crónica de etiología multifactorial. Finalmente, ofrece criterios para el diagnóstico oportuno y las principales medidas de tratamiento y prevención dirigidas a la comunidad pediátrica.
El documento presenta el caso de una niña de 10 años con un IMC de 21.6 kg/m2, que se encuentra en el percentil 91 para su edad y género. Se discuten los factores de riesgo para sobrepeso y obesidad como antecedentes familiares y tiempo frente a la televisión. La comorbilidad más frecuente es la diabetes mellitus. El tratamiento más adecuado incluye dieta, ejercicio y cambios en el estilo de vida.
El documento trata sobre la obesidad en Colombia. Casi la mitad de los colombianos sufren sobrepeso u obesidad, lo cual representa un problema de salud pública debido a los altos costos. La obesidad se debe a factores genéticos, de estilo de vida como falta de actividad física y mala alimentación, y uso de medicamentos. El tratamiento implica cambios dietéticos, actividad física y en algunos casos cirugía.
Este documento discute estrategias para prevenir la obesidad infantil. Define la obesidad y su epidemiología, explicando que la prevalencia de obesidad infantil se ha triplicado desde 1980. Examina la patogénesis multifactorial de la obesidad y sus comorbilidades como la diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Recomienda diagnósticos y evaluaciones para identificar obesidad, así como estrategias de manejo que incluyen dieta, actividad física y estilo de vida saludable.
Hace 50 años se introdujo la obesidad dentro de la clasificación internacional de enfermedades y actualmente puede ser considerada una epidemia universal ya que si en 1995 había 200 millones de adultos obesos en el mundo y otros 18 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso, actualmente se estima que unos 300 millones de personas en el mundo son obesas, constituyendo la obesidad un importante problema médico y de salud pública. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, la epidemia de la obesidad no está restringida a las sociedades industrializadas, pues en los países en desarrollo se estima que 115 millones de personas sufren problemas relacionados con la obesidad y a menudo su aumento es más rápido en estos países que en los países desarrollados. Es una situación compleja con repercusiones psicológicas y sociales graves y que afecta a todas las edades y grupos socioeconómicos.
Para conocer más sobre esta enfermedad ingrese a
La obesidad infantil ha aumentado en los últimos 20 años debido a una alimentación pobre, vida sedentaria y factores genéticos, ambientales y del estilo de vida. Los síntomas incluyen aumento de peso, diabetes e hipotiroidismo. El tratamiento implica modificar el estilo de vida a través de dieta, ejercicio y en algunos casos cirugía. La obesidad infantil causa problemas de autoestima y salud mental en los niños.
Este documento trata sobre la obesidad y el sobrepeso. Aborda las definiciones de obesidad y sobrepeso, sus causas, consecuencias y cómo prevenirlas. También analiza estos temas en niños, adultos y México, así como el impacto de la comida chatarra y una buena alimentación.
La obesidad es una enfermedad crónica definida como un exceso de masa corporal que representa un riesgo para la salud. Su prevalencia ha aumentado debido a factores ambientales, genéticos y de estilo de vida. La obesidad se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, las cardiopatías y algunos tipos de cáncer.
Norma oficial mexicana para el tratamiento integral del sobrepeso y obesidadGuillermo García Chávez
Conocer la normatividad que regula una actividad encaminada a tratar un padecimiento que en México se ha vuelto endémico asegura al paciente el mejor de los escenarios para ser tratado de su enfermedad
La obesidad es un problema de salud grave que ocurre cuando se acumula grasa en el cuerpo de manera anormal. Puede determinarse por el índice de masa corporal o por la medida de grasa corporal. La obesidad está ligada a muchas enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos. Su causa radica en el desequilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto de energía, siendo factores genéticos y del estilo de vida contribuyentes.
Este documento resume la definición, epidemiología, factores de riesgo, fisiopatología, diagnóstico, complicaciones y abordaje de la obesidad. Define la obesidad según la OMS y analiza sus cifras a nivel mundial y en Colombia. Explica los factores genéticos, ambientales, conductuales y fisiológicos involucrados, así como las complicaciones asociadas. Describe los métodos para evaluar y clasificar la obesidad, incluyendo el IMC, distribución de grasa y resonancia magnética. Final
El documento describe la obesidad como un desequilibrio entre la ingesta de calorías y las gastadas, influenciada por factores genéticos, metabólicos y del estilo de vida. La obesidad puede prevenirse a niveles primario, secundario y terciario mediante la educación sobre una dieta balanceada y actividad física, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado de quienes ya la padecen.
La obesidad es el punto de partida que desencadenarán muchas otras enfermedades crónicas, como la Diabetes, hipertensión arterial entre otras, a continuación podremos conocer más sobre la obesidad...
Este documento describe la obesidad, sus causas, tipos y tratamientos. Explica que la obesidad tiene consecuencias negativas para la salud y está asociada con enfermedades crónicas. En México, la prevalencia de obesidad ha aumentado considerablemente en los últimos años debido a cambios en el estilo de vida. El tratamiento efectivo requiere modificación de la dieta, aumento de la actividad física, apoyo psicológico y, en algunos casos, medicamentos. Cambiar los hábitos alimenticios desde una ed
Este documento resume la obesidad, su prevalencia, factores de riesgo y tratamiento. La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública global y su prevalencia ha aumentado drásticamente en las últimas décadas. Factores como la dieta alta en calorías, falta de actividad física, genes y ambiente contribuyen a la obesidad. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes y cardiopatías. La prevención y tratamiento implican cambios en el estilo de vida como dieta balanceada y ej
Memorias 2013 - 5a Conferencia Científica Anual sobre Síndrome Metabólico - Programa de Nutrición en Enfermedades Crónicas -
Comorbilidades psicológicas del paciente con obesidad y su tratamiento desde la práctica basada en la evidencia
* LP Monserrat Reséndiz
La OMS reconoce la obesidad como una pandemia global que afecta a países de todo nivel de ingresos. En los últimos 20 años, la obesidad se ha más que duplicado en todo el mundo. La prevención y el tratamiento de la obesidad requieren un enfoque multidisciplinario que incluya cambios en el estilo de vida a través de una dieta equilibrada, aumento de la actividad física y terapia conductual para modificar comportamientos.
Este documento describe la obesidad en adultos. Define la adultez y los requerimientos nutricionales específicos de los adultos. Explica los factores que determinan la obesidad como los genéticos, metabólicos, conductuales y ambientales. También describe cómo medir la obesidad e identificar los riesgos asociados como enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Los hábitos alimenticios poco saludables y la falta de actividad física durante la adolescencia han contribuido al aumento de la obesidad, la cual puede tener efectos adversos para la salud física e influir negativamente en el desarrollo emocional, la autoestima y las relaciones sociales de los adolescentes. Para que las medidas para bajar de peso sean efectivas, es importante identificar y tratar los factores psicológicos individuales como la depresión o el uso de la comida para satisfacer otras necesidades. Prevenir la obesidad en la adolesc
En este documento se realizará una revisión de los datos más recientes sobre sobrepeso obesidad. Sus causas y consecuencias, así como el nuevo concepto de lipoinflamación y los tratamientos actuales.
La obesidad infantil es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede causar complicaciones metabólicas, cardiovasculares y ortopédicas. Se define como un índice de masa corporal superior al percentil 95 o un peso superior al percentil 90 para la edad y el sexo. Afecta al 20-27% de los niños y está asociada a factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Puede provocar enfermedades como diabetes, hipertensión y apnea del sueño.
La obesidad y el sobrepeso representan un problema de salud pública a nivel mundial según la OMS. La alimentación poco saludable y falta de actividad física son las principales causas de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y la diabetes. La Estrategia NAOS tiene como objetivo promover una alimentación saludable y actividad física para prevenir la obesidad y reducir las enfermedades crónicas.
Este documento presenta guías clínicas para el diagnóstico, tratamiento y prevención del sobrepeso y la obesidad en pediatría. Resalta que la prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado significativamente a nivel mundial. Define el sobrepeso y la obesidad y explica que la obesidad es una enfermedad crónica de etiología multifactorial. Finalmente, ofrece criterios para el diagnóstico oportuno y las principales medidas de tratamiento y prevención dirigidas a la comunidad pediátrica.
Este documento trata sobre el control, prevención y manejo de la obesidad. Explica que la obesidad es una enfermedad que afecta al 65% de la población mundial y causa problemas de salud como diabetes, enfermedades cardiovasculares e hipertensión. En México, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es alta, especialmente en adultos. El documento propone opciones para el control y prevención de la obesidad como una alimentación saludable, ejercicio, educación nutricional y apoyo psicológ
Este documento describe varios determinantes sociales de la salud como factores biológicos, estilos de vida, condiciones socioeconómicas y acceso a servicios médicos. También discute políticas y programas de salud en México enfocados en prevenir enfermedades como cáncer de mama, diabetes, hipertensión y mejorar el acceso a atención médica de calidad para toda la población.
El documento describe la obesidad infantil como un problema de salud pública a nivel mundial y en México. Justifica la necesidad de implementar un programa integral de nutrición y conducta alimentaria en escolares de Sonora para combatir la obesidad infantil en la región, la cual afecta a más del 30% de los niños mexicanos. Explica las causas y consecuencias de la obesidad infantil según la literatura, así como iniciativas implementadas en otros países y regiones para abordar este problema.
Estilos de vida en lapoblacion adulta.Lålø Velasco
Este documento resume las principales causas y consecuencias de la epidemia mundial de obesidad. Explica que el desarrollo científico-técnico y los cambios en los estilos de vida han llevado a una mayor prevalencia de sedentarismo y malos hábitos alimenticios, lo que a su vez ha causado un aumento en los niveles de obesidad a nivel global. Finalmente, destaca que la obesidad tiene graves consecuencias para la salud pública y los sistemas de salud debido al aumento en las enfermedades rel
El documento describe el problema creciente de la obesidad y el sobrepeso en México y en el mundo. Se estima que para el 2020, 2/3 de la población mundial sufrirá sobrepeso u obesidad. En México, la obesidad afecta a más de la mitad de la población adulta y es el país con mayor índice de obesidad infantil. Las estrategias del gobierno para combatir este problema incluyen promover una dieta balanceada y actividad física desde una edad temprana.
Cual es el indice de obesidad en la ciudad de tunjazaira barrios
Este documento resume un estudio sobre el índice de obesidad en la ciudad de Tunja, Colombia. Realizó una encuesta a 20 transeúntes y analizó datos estadísticos del departamento de Boyacá. Los resultados mostraron que la prevalencia de obesidad en adultos ha aumentado, especialmente entre mujeres jóvenes de 18 a 22 años, donde es del 7.6%. Las principales causas de obesidad encontradas fueron malos hábitos alimenticios y falta de actividad física.
2005 Estrategia NAOS, para la nutrición, actividad física y prevención de ...IratiGonzalez2
Este documento describe la estrategia del gobierno español para combatir la epidemia de obesidad en el país. Explica que la obesidad y el sobrepeso han alcanzado niveles epidémicos y son causantes de muchas enfermedades crónicas. La estrategia se llama NAOS y tiene como objetivo mejorar los hábitos alimenticios y fomentar la actividad física, especialmente entre los niños. Propone intervenciones en ámbitos familiares, escolares, empresariales y sanitarios para prevenir la obes
PREVALENCIA DE OBESIDAD EN NIÑOS DE LA ESCUELA JOSÉ MATEO FONSECA BOLÍVAR. AL...Nery Josué Perdomo
Se realizó un estudio Descriptivo de carácter transversal de la población infantil de 6-10años de la escuela José Mateo Fonseca Bolívar, Perteneciente al Reparto Pastorita del área VII de salud, encaminado a determinar el estado nutricional en este grupo etario. Este trabajo fue realizado en el periodo comprendido del 20 al 28 de febrero, donde se caracterizaron 100 niños de ellos 40 niñas y 60 Varones escogidos al azar mediante el muestreo aleatorio simple, a los que se aplicó un instrumento confeccionado por los mismos autores y avalada por expertos que incluyo las variables sexo, edad, grado académico, peso, talla ,tensión arterial y la presencia de Acantosis Nigricans, luego se hizo la valoración nutricional mediante las variables peso/talla; Coordinando previamente con las direcciones del Policlínico laboral y la escuela la realización de la investigación. Obteniendo como resultado: 18 sobrepesos y 31 obesos, en cuanto a la Tensión Arterial se obtuvieron los siguientes resultados; 93 niños con TA normal, 4 niños con TA normal alta y 3 con HTA Significativa, se evaluó la variable Presencia de acantosis Nigricans encontrada en 7 niños ,como Factor de Riesgo para el Desarrollo de la Diabetes Mellitus Tipo 2 , se obtuvo además que el sexo Masculino predomino para la obesidad y el sobrepeso con un 65 % y del Sexo Femenino con un 35 %. En cuanto a la edad, predominaron las edades entre 9 y 10 Años con 27% y un 33 % respectivamente, por lo que concluimos que la Obesidad es realmente un problema de salud en la población estudiada.
La obesidad en niños es un problema de salud pública creciente con múltiples factores de riesgo como genes, ambientales y de estilo de vida. Se define mediante percentiles de peso para la talla o índice de masa corporal. Su prevención requiere fomentar hábitos saludables como lactancia, actividad física, y reducir factores como sedentarismo y dieta alta en calorías.
Los seis documentos discuten diferentes aspectos de la obesidad infantil y adolescente. Tres de los documentos describen cómo factores ambientales como la disponibilidad excesiva de alimentos procesados, el sedentarismo y el estilo de vida inactivo contribuyen a las altas tasas de obesidad. Otros dos documentos analizan las asociaciones entre el índice de masa corporal, el bienestar psicológico y el estilo de vida activo en la población infantil y adolescente española. Finalmente, un documento enfatiza la necesidad de
GPC MEXICANA PARA EL CONTROL DEL SOBREPESO Y LA OBESIDADJULIA J. NIEMBRO
Este documento presenta las guías de práctica clínica para la prevención, diagnóstico y tratamiento del sobrepeso y la obesidad. La obesidad es una epidemia global que afecta a 1.7 billones de personas y causa 2.6 millones de muertes anuales. En México, la prevalencia de obesidad ha aumentado tres veces en las últimas tres décadas y ahora ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil. El objetivo de estas guías es estandarizar las acciones nacionales para mejorar la efectividad,
El documento describe la creciente epidemia de obesidad a nivel mundial y en España, y propone la Estrategia NAOS como una respuesta integral. La obesidad se asocia con enfermedades crónicas y acorta la vida. Los principales factores son una dieta alta en grasas y azúcares, y falta de actividad física. La estrategia busca mejorar hábitos alimenticios e impulsar la actividad física en diferentes ámbitos como la familia, escuelas y empresas.
Automedicacion de pacientes con obesidad en la ciudadcipalospracticos
Este documento describe una investigación sobre la automedicación en pacientes con obesidad en Cali, Colombia en 2013. El objetivo general fue determinar qué medicamentos se usan comúnmente y cómo pueden afectar la aparición de enfermedades. Se identificaron riesgos potenciales de la automedicación como no seguir recomendaciones médicas, terminar tratamientos o cambiar dosis. El marco legal incluye leyes sobre seguridad social en salud y la definición de la obesidad como prioridad de salud pública.
Este documento presenta seis artículos sobre diferentes aspectos de la obesidad. Los artículos discuten temas como la obesidad infantil, el sedentarismo, la salud mental, los factores de riesgo metabólico, la prevalencia de la obesidad en España y el tratamiento farmacológico de la obesidad. Cada artículo introduce brevemente el tema y luego concluye resumiendo los principales hallazgos o recomendaciones.
Este documento trata sobre la obesidad como un problema grave de salud pública debido a su rápido incremento en la población en los últimos años. Explica que factores como los cambios en los estilos de vida y hábitos alimenticios debido a la globalización han generado un aumento en las enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de alimentos. Resalta la importancia de promover cambios en la alimentación, aumentar la actividad física y mantener un estilo de vida saludable para prevenir y controlar la obesidad.
14 quirantes 2009 estilo de vida desarrollo científico técnico y obesidadLESGabriela
Este documento analiza la influencia del estilo de vida y el progreso científico-técnico en el desarrollo de la obesidad y su impacto en la salud y la sociedad. Los estilos de vida no saludables como el sedentarismo y malos hábitos alimenticios, unidos al desarrollo científico que ha facilitado tareas domésticas, han contribuido al aumento de la obesidad. A su vez, la obesidad es un factor de riesgo para enfermedades crónicas y representa un problema de sal
El documento trata sobre la obesidad infantil. Explica que la obesidad infantil ha aumentado en los últimos 20 años debido a una alimentación pobre y vida sedentaria. Define la obesidad infantil y cuando se considera que un niño es obeso. Describe los tratamientos basados en ejercicio físico, alimentación y en algunos casos medicamentos. Finalmente, analiza la situación de la obesidad infantil en México y concluye resaltando la importancia de prevenirla.
SEMIOLOGIA DE HEMORRAGIAS DIGESTIVAS.pptxOsiris Urbano
Evaluación de principales hallazgos de la Historia Clínica utiles en la orientación diagnóstica de Hemorragia Digestiva en el abordaje inicial del paciente.
José Luis Jiménez Rodríguez
Junio 2024.
“La pedagogía es la metodología de la educación. Constituye una problemática de medios y fines, y en esa problemática estudia las situaciones educativas, las selecciona y luego organiza y asegura su explotación situacional”. Louis Not. 1993.
La Unidad Eudista de Espiritualidad se complace en poner a su disposición el siguiente Triduo Eudista, que tiene como propósito ofrecer tres breves meditaciones sobre Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. En cada día encuentran una oración inicial, una meditación y una oración final.
1. OBESIDAD EN EL NIÑO:
Un enfoque real.
2012
Ministerio de Salud - Chile
Fundación Dr. Julio Meneghello Rivera
UVirtual.SA
OBESIDAD EN EL NIÑO:
Un enfoque real.
2012
Ministerio de Salud - Chile
Fundación Dr. Julio Meneghello Rivera
UVirtual.SA
OBESIDAD EN EL NIÑO:
Un enfoque real.
2012
Ministerio de Salud - Chile
Fundación Dr. Julio Meneghello Rivera
UVirtual.SA
2. UNIDAD 1:
OBESIDAD INFANTIL Y SUS CONSECUENCIAS
INTRODUCCIÓN
Extendiéndose por el mundo sin
respetar edad, sexo ni fronteras
geográficas, el sobrepeso y la
obesidad constituyen una
pandemia que en la actualidad
azota a las naciones del mundo
desarrollado y a las que están
en vías de serlo, trayendo
consigo un dramático aumento
de las enfermedades crónicas
no transmisibles, como las
enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y
ciertos tipos de cáncer, además de discapacidad, reducción de la esperanza de
vida y un alto costo económico para la sociedad.
Chile no escapa a esta realidad, que si bien tiene un origen multicausal,
básicamente obedece a estilos de vida poco saludables, a la ingesta de alimentos
altamente calóricos y de bajo valor nutricional, al sedentarismo y a la falta de
actividad física.
Esta situación es especialmente preocupante en los niños y niñas, en quienes, en
un número significativo, en la actualidad se observa prevalencia de obesidad y
sobrepeso desde los primeros años de vida, lo que representa una alta
probabilidad de que se conviertan en adultos obesos, contraigan las dolencias
asociadas a esta patología y disminuyan su calidad de vida.
En este alarmante contexto, es relevante saber qué se entiende por obesidad,
cuántos tipos de ésta existen, sus efectos físicos y mentales, y cuáles son las
mejores estrategias para prevenir y controlar este fenómeno desde los primeros
años de vida.
Los profesionales y técnicos de la salud, los educadores, los padres y la
comunidad en general, son responsables de incentivar en los niños y niñas y en
sus familias la preferencia por estilos de vida saludable, con una nutrición
adecuada y acceso a la actividad física. Sin embargo, para que las intervenciones
en este ámbito puedan tener éxito, además de conocer los aspectos médicos de la
obesidad, es necesario manejar técnicas de comunicación y de consejería en las
UNIDAD 1:
OBESIDAD INFANTIL Y SUS CONSECUENCIAS
INTRODUCCIÓN
Extendiéndose por el mundo sin
respetar edad, sexo ni fronteras
geográficas, el sobrepeso y la
obesidad constituyen una
pandemia que en la actualidad
azota a las naciones del mundo
desarrollado y a las que están
en vías de serlo, trayendo
consigo un dramático aumento
de las enfermedades crónicas
no transmisibles, como las
enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y
ciertos tipos de cáncer, además de discapacidad, reducción de la esperanza de
vida y un alto costo económico para la sociedad.
Chile no escapa a esta realidad, que si bien tiene un origen multicausal,
básicamente obedece a estilos de vida poco saludables, a la ingesta de alimentos
altamente calóricos y de bajo valor nutricional, al sedentarismo y a la falta de
actividad física.
Esta situación es especialmente preocupante en los niños y niñas, en quienes, en
un número significativo, en la actualidad se observa prevalencia de obesidad y
sobrepeso desde los primeros años de vida, lo que representa una alta
probabilidad de que se conviertan en adultos obesos, contraigan las dolencias
asociadas a esta patología y disminuyan su calidad de vida.
En este alarmante contexto, es relevante saber qué se entiende por obesidad,
cuántos tipos de ésta existen, sus efectos físicos y mentales, y cuáles son las
mejores estrategias para prevenir y controlar este fenómeno desde los primeros
años de vida.
Los profesionales y técnicos de la salud, los educadores, los padres y la
comunidad en general, son responsables de incentivar en los niños y niñas y en
sus familias la preferencia por estilos de vida saludable, con una nutrición
adecuada y acceso a la actividad física. Sin embargo, para que las intervenciones
en este ámbito puedan tener éxito, además de conocer los aspectos médicos de la
obesidad, es necesario manejar técnicas de comunicación y de consejería en las
UNIDAD 1:
OBESIDAD INFANTIL Y SUS CONSECUENCIAS
INTRODUCCIÓN
Extendiéndose por el mundo sin
respetar edad, sexo ni fronteras
geográficas, el sobrepeso y la
obesidad constituyen una
pandemia que en la actualidad
azota a las naciones del mundo
desarrollado y a las que están
en vías de serlo, trayendo
consigo un dramático aumento
de las enfermedades crónicas
no transmisibles, como las
enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y
ciertos tipos de cáncer, además de discapacidad, reducción de la esperanza de
vida y un alto costo económico para la sociedad.
Chile no escapa a esta realidad, que si bien tiene un origen multicausal,
básicamente obedece a estilos de vida poco saludables, a la ingesta de alimentos
altamente calóricos y de bajo valor nutricional, al sedentarismo y a la falta de
actividad física.
Esta situación es especialmente preocupante en los niños y niñas, en quienes, en
un número significativo, en la actualidad se observa prevalencia de obesidad y
sobrepeso desde los primeros años de vida, lo que representa una alta
probabilidad de que se conviertan en adultos obesos, contraigan las dolencias
asociadas a esta patología y disminuyan su calidad de vida.
En este alarmante contexto, es relevante saber qué se entiende por obesidad,
cuántos tipos de ésta existen, sus efectos físicos y mentales, y cuáles son las
mejores estrategias para prevenir y controlar este fenómeno desde los primeros
años de vida.
Los profesionales y técnicos de la salud, los educadores, los padres y la
comunidad en general, son responsables de incentivar en los niños y niñas y en
sus familias la preferencia por estilos de vida saludable, con una nutrición
adecuada y acceso a la actividad física. Sin embargo, para que las intervenciones
en este ámbito puedan tener éxito, además de conocer los aspectos médicos de la
obesidad, es necesario manejar técnicas de comunicación y de consejería en las
3. conductas deseadas, con el fin de poder llegar con eficiencia a los niños y niñas y
a sus padres. También es importante tener claridad sobre la actividad física que
deben realizar los pre escolares, en qué dosis y con qué frecuencia.
En este documento abordaremos todos esos tópicos, con el objetivo de actualizar
los conocimientos de los profesionales y técnicos de los equipos de salud respecto
a la obesidad infantil. Con ello esperamos contribuir a que puedan reconocerla,
diagnosticarla y enfrentar las complicaciones y síndromes asociados a ella, así
como la mejor forma de abordar el manejo poblacional e individual, logrando
promover un estilo de vida saludable.
1. DEFINICIONES Y CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE OBESIDAD
La obesidad constituye un tema de salud pública de primera prioridad en el mundo
entero. Sus raíces se encuentran en un cambio de comportamiento que excede
la responsabilidad personal, ya que está influido por numerosas variables
ambientales de diversas áreas, como las relaciones económicas, las dinámicas
culturales y los actuales modelos de vida y de satisfacción de necesidades. Todos
estos factores afectan los patrones de alimentación y de actividad física de la
población, por lo cual, a partir de esta aseveración, se comprende que un
enfoque exitoso sobre la obesidad debe incorporar una mirada integral y
transversal del
problema.
Para la Organización
Mundial de la Salud
(OMS), que define la
obesidad como una
acumulación anormal
o excesiva de grasa
que puede ser
perjudicial para la
salud, tanto ésta como
el sobrepeso han
alcanzado caracteres
de epidemia a nivel
mundial. Más de mil
millones de personas
adultas tienen
malnutrición por exceso, y de ellas, al menos 300 millones son obesas. Se estima
que en los últimos 30 años el aumento ha sido superior al 75% y la OMS calcula
que en el 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso
conductas deseadas, con el fin de poder llegar con eficiencia a los niños y niñas y
a sus padres. También es importante tener claridad sobre la actividad física que
deben realizar los pre escolares, en qué dosis y con qué frecuencia.
En este documento abordaremos todos esos tópicos, con el objetivo de actualizar
los conocimientos de los profesionales y técnicos de los equipos de salud respecto
a la obesidad infantil. Con ello esperamos contribuir a que puedan reconocerla,
diagnosticarla y enfrentar las complicaciones y síndromes asociados a ella, así
como la mejor forma de abordar el manejo poblacional e individual, logrando
promover un estilo de vida saludable.
1. DEFINICIONES Y CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE OBESIDAD
La obesidad constituye un tema de salud pública de primera prioridad en el mundo
entero. Sus raíces se encuentran en un cambio de comportamiento que excede
la responsabilidad personal, ya que está influido por numerosas variables
ambientales de diversas áreas, como las relaciones económicas, las dinámicas
culturales y los actuales modelos de vida y de satisfacción de necesidades. Todos
estos factores afectan los patrones de alimentación y de actividad física de la
población, por lo cual, a partir de esta aseveración, se comprende que un
enfoque exitoso sobre la obesidad debe incorporar una mirada integral y
transversal del
problema.
Para la Organización
Mundial de la Salud
(OMS), que define la
obesidad como una
acumulación anormal
o excesiva de grasa
que puede ser
perjudicial para la
salud, tanto ésta como
el sobrepeso han
alcanzado caracteres
de epidemia a nivel
mundial. Más de mil
millones de personas
adultas tienen
malnutrición por exceso, y de ellas, al menos 300 millones son obesas. Se estima
que en los últimos 30 años el aumento ha sido superior al 75% y la OMS calcula
que en el 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso
conductas deseadas, con el fin de poder llegar con eficiencia a los niños y niñas y
a sus padres. También es importante tener claridad sobre la actividad física que
deben realizar los pre escolares, en qué dosis y con qué frecuencia.
En este documento abordaremos todos esos tópicos, con el objetivo de actualizar
los conocimientos de los profesionales y técnicos de los equipos de salud respecto
a la obesidad infantil. Con ello esperamos contribuir a que puedan reconocerla,
diagnosticarla y enfrentar las complicaciones y síndromes asociados a ella, así
como la mejor forma de abordar el manejo poblacional e individual, logrando
promover un estilo de vida saludable.
1. DEFINICIONES Y CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE OBESIDAD
La obesidad constituye un tema de salud pública de primera prioridad en el mundo
entero. Sus raíces se encuentran en un cambio de comportamiento que excede
la responsabilidad personal, ya que está influido por numerosas variables
ambientales de diversas áreas, como las relaciones económicas, las dinámicas
culturales y los actuales modelos de vida y de satisfacción de necesidades. Todos
estos factores afectan los patrones de alimentación y de actividad física de la
población, por lo cual, a partir de esta aseveración, se comprende que un
enfoque exitoso sobre la obesidad debe incorporar una mirada integral y
transversal del
problema.
Para la Organización
Mundial de la Salud
(OMS), que define la
obesidad como una
acumulación anormal
o excesiva de grasa
que puede ser
perjudicial para la
salud, tanto ésta como
el sobrepeso han
alcanzado caracteres
de epidemia a nivel
mundial. Más de mil
millones de personas
adultas tienen
malnutrición por exceso, y de ellas, al menos 300 millones son obesas. Se estima
que en los últimos 30 años el aumento ha sido superior al 75% y la OMS calcula
que en el 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso
4. y más de 700 millones con obesidad. Como se observa en el gráfico, la mayor
parte de los países no ha logrado controlar el incremento de la obesidad.
1.1.ETIOLOGÍA DE LA OBESIDAD
La etiología de la obesidad es
multifactorial, pero siempre refleja
interacción entre la genética y el medio
ambiente, con ingesta energética excesiva y
gasto energético menor, lo que tiene como
consecuencia el almacenamiento
progresivo de grasa en forma de
triglicéridos intraadipocitarios. La
preocupación por la obesidad radica en sus
efectos directos en la salud y en su
asociación con las principales
enfermedades no transmisibles de nuestro
tiempo, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2,
hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. La obesidad puede llegar a reducir
la esperanza de vida hasta en diez años y representa una elevada carga
económica para la sociedad.
Desde 1980 la obesidad se ha duplicado en todo el mundo, no sólo en los países
desarrollados, sino también en los que están en vías de serlo. Por esta razón, en
1997 la OMS la declaró una epidemia de carácter global. En 2008, 1500 millones
de adultos (≥20 años) tenían malnutrición por exceso. Actualmente el 65% de la
población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad cobran más
vidas de personas que la malnutrición por déficit. Incluso, en el año 2010 alrededor
de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso u obesidad.
1.2.REALIDAD EN CHILE
La situación en Chile no es distinta
a la realidad mundial. En nuestro
país la obesidad constituye el
principal problema de la salud
pública en el ámbito nutricional, con
una prevalencia alta en todas las
etapas de la vida. Actualmente a
nivel nacional existen cerca de 9
millones de personas, mayores de
15 años, con obesidad o
sobrepeso.
y más de 700 millones con obesidad. Como se observa en el gráfico, la mayor
parte de los países no ha logrado controlar el incremento de la obesidad.
1.1.ETIOLOGÍA DE LA OBESIDAD
La etiología de la obesidad es
multifactorial, pero siempre refleja
interacción entre la genética y el medio
ambiente, con ingesta energética excesiva y
gasto energético menor, lo que tiene como
consecuencia el almacenamiento
progresivo de grasa en forma de
triglicéridos intraadipocitarios. La
preocupación por la obesidad radica en sus
efectos directos en la salud y en su
asociación con las principales
enfermedades no transmisibles de nuestro
tiempo, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2,
hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. La obesidad puede llegar a reducir
la esperanza de vida hasta en diez años y representa una elevada carga
económica para la sociedad.
Desde 1980 la obesidad se ha duplicado en todo el mundo, no sólo en los países
desarrollados, sino también en los que están en vías de serlo. Por esta razón, en
1997 la OMS la declaró una epidemia de carácter global. En 2008, 1500 millones
de adultos (≥20 años) tenían malnutrición por exceso. Actualmente el 65% de la
población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad cobran más
vidas de personas que la malnutrición por déficit. Incluso, en el año 2010 alrededor
de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso u obesidad.
1.2.REALIDAD EN CHILE
La situación en Chile no es distinta
a la realidad mundial. En nuestro
país la obesidad constituye el
principal problema de la salud
pública en el ámbito nutricional, con
una prevalencia alta en todas las
etapas de la vida. Actualmente a
nivel nacional existen cerca de 9
millones de personas, mayores de
15 años, con obesidad o
sobrepeso.
y más de 700 millones con obesidad. Como se observa en el gráfico, la mayor
parte de los países no ha logrado controlar el incremento de la obesidad.
1.1.ETIOLOGÍA DE LA OBESIDAD
La etiología de la obesidad es
multifactorial, pero siempre refleja
interacción entre la genética y el medio
ambiente, con ingesta energética excesiva y
gasto energético menor, lo que tiene como
consecuencia el almacenamiento
progresivo de grasa en forma de
triglicéridos intraadipocitarios. La
preocupación por la obesidad radica en sus
efectos directos en la salud y en su
asociación con las principales
enfermedades no transmisibles de nuestro
tiempo, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2,
hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. La obesidad puede llegar a reducir
la esperanza de vida hasta en diez años y representa una elevada carga
económica para la sociedad.
Desde 1980 la obesidad se ha duplicado en todo el mundo, no sólo en los países
desarrollados, sino también en los que están en vías de serlo. Por esta razón, en
1997 la OMS la declaró una epidemia de carácter global. En 2008, 1500 millones
de adultos (≥20 años) tenían malnutrición por exceso. Actualmente el 65% de la
población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad cobran más
vidas de personas que la malnutrición por déficit. Incluso, en el año 2010 alrededor
de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso u obesidad.
1.2.REALIDAD EN CHILE
La situación en Chile no es distinta
a la realidad mundial. En nuestro
país la obesidad constituye el
principal problema de la salud
pública en el ámbito nutricional, con
una prevalencia alta en todas las
etapas de la vida. Actualmente a
nivel nacional existen cerca de 9
millones de personas, mayores de
15 años, con obesidad o
sobrepeso.
5. Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010, el 64,5% de la población
adulta (mayores de 15 años) tiene exceso de peso (IMC ≥ 25). De ella, el 39,3%
tiene sobrepeso y el 27,4%, obesidad (se incluye obesidad mórbida). En nuestro
país el exceso de peso presenta una prevalencia alta y creciente desde los
primeros años de vida. A nivel nacional, contamos con un sistema de vigilancia
alimentario-nutricional centralizado desde el Ministerio de Salud, el Ministerio de
Educación y otras instituciones como la Junta Nacional de Jardines Infantiles
(JUNJI) y la Fundación INTEGRA, que permite conocer la realidad epidemiológica
de los grupos más sensibles.
1.2.1. Obesidad mundial/etárea/sexo
Según datos de encuestas
representativas de la
población chilena, realizadas
en 2010, la obesidad afecta a
los 9,6% de los niños/as
menores de 6 años y al 14%
de los pre-escolares, mientras
aumenta a un 23% en
escolares de 1er año básico.
De acuerdo a las encuestas, en adultos chilenos la obesidad y el sobrepeso
alcanzan a más del 60% de la población.
La Encuesta Nacional de Salud
2010 demostró que un 39,3% de la
población mayor de 17 años de
edad presenta sobrepeso y un
25,1% obesidad, lo que representa
un aumento de 3,2% respecto de
los datos del año 2003.
Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010, el 64,5% de la población
adulta (mayores de 15 años) tiene exceso de peso (IMC ≥ 25). De ella, el 39,3%
tiene sobrepeso y el 27,4%, obesidad (se incluye obesidad mórbida). En nuestro
país el exceso de peso presenta una prevalencia alta y creciente desde los
primeros años de vida. A nivel nacional, contamos con un sistema de vigilancia
alimentario-nutricional centralizado desde el Ministerio de Salud, el Ministerio de
Educación y otras instituciones como la Junta Nacional de Jardines Infantiles
(JUNJI) y la Fundación INTEGRA, que permite conocer la realidad epidemiológica
de los grupos más sensibles.
1.2.1. Obesidad mundial/etárea/sexo
Según datos de encuestas
representativas de la
población chilena, realizadas
en 2010, la obesidad afecta a
los 9,6% de los niños/as
menores de 6 años y al 14%
de los pre-escolares, mientras
aumenta a un 23% en
escolares de 1er año básico.
De acuerdo a las encuestas, en adultos chilenos la obesidad y el sobrepeso
alcanzan a más del 60% de la población.
La Encuesta Nacional de Salud
2010 demostró que un 39,3% de la
población mayor de 17 años de
edad presenta sobrepeso y un
25,1% obesidad, lo que representa
un aumento de 3,2% respecto de
los datos del año 2003.
Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010, el 64,5% de la población
adulta (mayores de 15 años) tiene exceso de peso (IMC ≥ 25). De ella, el 39,3%
tiene sobrepeso y el 27,4%, obesidad (se incluye obesidad mórbida). En nuestro
país el exceso de peso presenta una prevalencia alta y creciente desde los
primeros años de vida. A nivel nacional, contamos con un sistema de vigilancia
alimentario-nutricional centralizado desde el Ministerio de Salud, el Ministerio de
Educación y otras instituciones como la Junta Nacional de Jardines Infantiles
(JUNJI) y la Fundación INTEGRA, que permite conocer la realidad epidemiológica
de los grupos más sensibles.
1.2.1. Obesidad mundial/etárea/sexo
Según datos de encuestas
representativas de la
población chilena, realizadas
en 2010, la obesidad afecta a
los 9,6% de los niños/as
menores de 6 años y al 14%
de los pre-escolares, mientras
aumenta a un 23% en
escolares de 1er año básico.
De acuerdo a las encuestas, en adultos chilenos la obesidad y el sobrepeso
alcanzan a más del 60% de la población.
La Encuesta Nacional de Salud
2010 demostró que un 39,3% de la
población mayor de 17 años de
edad presenta sobrepeso y un
25,1% obesidad, lo que representa
un aumento de 3,2% respecto de
los datos del año 2003.
6. 1.2.2. Percepción del peso
La mayor parte de las personas no reconoce que está con exceso de peso,
sin embargo dice estar haciendo algo por su peso. Es decir, el tema le preocupa.
1.2.2. Percepción del peso
La mayor parte de las personas no reconoce que está con exceso de peso,
sin embargo dice estar haciendo algo por su peso. Es decir, el tema le preocupa.
1.2.2. Percepción del peso
La mayor parte de las personas no reconoce que está con exceso de peso,
sin embargo dice estar haciendo algo por su peso. Es decir, el tema le preocupa.
7. Por otra parte, el 88,6% de la población adulta en Chile es sedentaria en su tiempo
libre, otro factor de riesgo importante en relación a las enfermedades no
transmisibles.
1.2.3. Factores de Riesgos
Estudios recientes del Ministerio de Salud, demuestran que la obesidad representa
en Chile la segunda causa de años de vida perdidos por muerte o por
discapacidad prematura (AVISA) y la quinta causa de muerte (MINSAL 2008). El
82,3% de la pérdida de AVISA se debió a las enfermedades no transmisibles,
como las enfermedades cardiovasculares, las neoplasias malignas y la diabetes
mellitus. Si se consideran las causas específicas, la primera fuente de pérdida de
AVISA obedece a la enfermedad hipertensiva del corazón, en cuyo factor causal
de se encuentran el alto consumo de sodio y el sobrepeso y la obesidadad.
Por otra parte, el 88,6% de la población adulta en Chile es sedentaria en su tiempo
libre, otro factor de riesgo importante en relación a las enfermedades no
transmisibles.
1.2.3. Factores de Riesgos
Estudios recientes del Ministerio de Salud, demuestran que la obesidad representa
en Chile la segunda causa de años de vida perdidos por muerte o por
discapacidad prematura (AVISA) y la quinta causa de muerte (MINSAL 2008). El
82,3% de la pérdida de AVISA se debió a las enfermedades no transmisibles,
como las enfermedades cardiovasculares, las neoplasias malignas y la diabetes
mellitus. Si se consideran las causas específicas, la primera fuente de pérdida de
AVISA obedece a la enfermedad hipertensiva del corazón, en cuyo factor causal
de se encuentran el alto consumo de sodio y el sobrepeso y la obesidadad.
Por otra parte, el 88,6% de la población adulta en Chile es sedentaria en su tiempo
libre, otro factor de riesgo importante en relación a las enfermedades no
transmisibles.
1.2.3. Factores de Riesgos
Estudios recientes del Ministerio de Salud, demuestran que la obesidad representa
en Chile la segunda causa de años de vida perdidos por muerte o por
discapacidad prematura (AVISA) y la quinta causa de muerte (MINSAL 2008). El
82,3% de la pérdida de AVISA se debió a las enfermedades no transmisibles,
como las enfermedades cardiovasculares, las neoplasias malignas y la diabetes
mellitus. Si se consideran las causas específicas, la primera fuente de pérdida de
AVISA obedece a la enfermedad hipertensiva del corazón, en cuyo factor causal
de se encuentran el alto consumo de sodio y el sobrepeso y la obesidadad.
8. 1.3.Tipos de Obesidad
Existen diversas formas de clasificar la obesidad, según etiología y según
distribución de la masa corporal.
Dentro de la clasificación etiológica se encuentran la obesidad primaria y
secundaria. En la obesidad primaria, que está presente en el 95% de los obesos,
no es posible determinar un factor etiológico causal, pero se la asocia a una
conducta poco saludable. En cambio, la obesidad secundaria es el resultado de
una patología conocida específica que condiciona su aparición, más allá del
ambiente.
En cuanto a la clasificación de la obesidad
según la distribución de grasa corporal,
existen dos categorías: androide y
ginecoide. La obesidad androide,
abdominal o visceral, es aquella que se
caracteriza por un incremento anormal de
los depósitos grasos abdominales
(subcutáneo y visceral), dando forma al
cuerpo de “manzana”. Este tipo de
obesidad se asocia a un aumento del riesgo
de desarrollar patologías metabólicas (diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias e
hipertensión arterial), como consecuencia de alteraciones endocrino metabólicas.
La obesidad ginecoide se caracteriza por un aumento de los depósitos grasos
fémoro glúteos (grasa periférica), dando la forma al cuerpo de “pera” y con menos
riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
1.3.Tipos de Obesidad
Existen diversas formas de clasificar la obesidad, según etiología y según
distribución de la masa corporal.
Dentro de la clasificación etiológica se encuentran la obesidad primaria y
secundaria. En la obesidad primaria, que está presente en el 95% de los obesos,
no es posible determinar un factor etiológico causal, pero se la asocia a una
conducta poco saludable. En cambio, la obesidad secundaria es el resultado de
una patología conocida específica que condiciona su aparición, más allá del
ambiente.
En cuanto a la clasificación de la obesidad
según la distribución de grasa corporal,
existen dos categorías: androide y
ginecoide. La obesidad androide,
abdominal o visceral, es aquella que se
caracteriza por un incremento anormal de
los depósitos grasos abdominales
(subcutáneo y visceral), dando forma al
cuerpo de “manzana”. Este tipo de
obesidad se asocia a un aumento del riesgo
de desarrollar patologías metabólicas (diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias e
hipertensión arterial), como consecuencia de alteraciones endocrino metabólicas.
La obesidad ginecoide se caracteriza por un aumento de los depósitos grasos
fémoro glúteos (grasa periférica), dando la forma al cuerpo de “pera” y con menos
riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
1.3.Tipos de Obesidad
Existen diversas formas de clasificar la obesidad, según etiología y según
distribución de la masa corporal.
Dentro de la clasificación etiológica se encuentran la obesidad primaria y
secundaria. En la obesidad primaria, que está presente en el 95% de los obesos,
no es posible determinar un factor etiológico causal, pero se la asocia a una
conducta poco saludable. En cambio, la obesidad secundaria es el resultado de
una patología conocida específica que condiciona su aparición, más allá del
ambiente.
En cuanto a la clasificación de la obesidad
según la distribución de grasa corporal,
existen dos categorías: androide y
ginecoide. La obesidad androide,
abdominal o visceral, es aquella que se
caracteriza por un incremento anormal de
los depósitos grasos abdominales
(subcutáneo y visceral), dando forma al
cuerpo de “manzana”. Este tipo de
obesidad se asocia a un aumento del riesgo
de desarrollar patologías metabólicas (diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias e
hipertensión arterial), como consecuencia de alteraciones endocrino metabólicas.
La obesidad ginecoide se caracteriza por un aumento de los depósitos grasos
fémoro glúteos (grasa periférica), dando la forma al cuerpo de “pera” y con menos
riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
9. 1.3.1. Diagnóstico
El diagnóstico de la obesidad se basa en la medición de peso y
talla de los individuos; estos valores se comparan con patrones de
referencias definidos nacional e internacionalmente, según edad y
sexo. Existen además otras mediciones posibles, pero menos
frecuentemente utilizadas, como la circunferencia de cintura, la
circunferencia braquial y los pliegues cutáneos, que pueden ser útiles
en casos individuales.
Para realizar el diagnóstico nutricional en niños y niñas menores
de 1 año, se utilizan los siguientes tres parámetros o indicadores:
• Peso para la edad (P/E): Es un buen indicador de déficit nutricional
durante el primer año de vida, pero no permite diferenciar niños/as
constitucionalmente pequeños, por lo que su uso como parámetro único no
es recomendable.
• Peso para la talla (P/T): Constituye un buen indicador de estado nutricional
actual y no requiere un conocimiento preciso de la edad. Es útil tanto para
el diagnóstico de desnutrición como para el de sobrepeso y obesidad. Su
uso como parámetro único puede no diagnosticar como desnutridos a
algunos niños/as que sí lo estén
• Talla para la edad (T/E): El crecimiento lineal continuo es el mejor
indicador de alimentación adecuada y de estado nutricional a largo plazo.
Consiste en un parámetro explicado por factores genéticos y nutricionales y
es un buen índice de
cronicidad.
Específicamente para el
diagnóstico de obesidad
en niños y niñas
mayores de 1 mes, el
parámetro a considerar
corresponde al peso
para la talla (P/T), el cual
debe ser mayor o igual a
la 2 desviación estándar,
hacia la derecha, o ser
mayor a ésta
(P/T≥+2DS).
1.3.1. Diagnóstico
El diagnóstico de la obesidad se basa en la medición de peso y
talla de los individuos; estos valores se comparan con patrones de
referencias definidos nacional e internacionalmente, según edad y
sexo. Existen además otras mediciones posibles, pero menos
frecuentemente utilizadas, como la circunferencia de cintura, la
circunferencia braquial y los pliegues cutáneos, que pueden ser útiles
en casos individuales.
Para realizar el diagnóstico nutricional en niños y niñas menores
de 1 año, se utilizan los siguientes tres parámetros o indicadores:
• Peso para la edad (P/E): Es un buen indicador de déficit nutricional
durante el primer año de vida, pero no permite diferenciar niños/as
constitucionalmente pequeños, por lo que su uso como parámetro único no
es recomendable.
• Peso para la talla (P/T): Constituye un buen indicador de estado nutricional
actual y no requiere un conocimiento preciso de la edad. Es útil tanto para
el diagnóstico de desnutrición como para el de sobrepeso y obesidad. Su
uso como parámetro único puede no diagnosticar como desnutridos a
algunos niños/as que sí lo estén
• Talla para la edad (T/E): El crecimiento lineal continuo es el mejor
indicador de alimentación adecuada y de estado nutricional a largo plazo.
Consiste en un parámetro explicado por factores genéticos y nutricionales y
es un buen índice de
cronicidad.
Específicamente para el
diagnóstico de obesidad
en niños y niñas
mayores de 1 mes, el
parámetro a considerar
corresponde al peso
para la talla (P/T), el cual
debe ser mayor o igual a
la 2 desviación estándar,
hacia la derecha, o ser
mayor a ésta
(P/T≥+2DS).
1.3.1. Diagnóstico
El diagnóstico de la obesidad se basa en la medición de peso y
talla de los individuos; estos valores se comparan con patrones de
referencias definidos nacional e internacionalmente, según edad y
sexo. Existen además otras mediciones posibles, pero menos
frecuentemente utilizadas, como la circunferencia de cintura, la
circunferencia braquial y los pliegues cutáneos, que pueden ser útiles
en casos individuales.
Para realizar el diagnóstico nutricional en niños y niñas menores
de 1 año, se utilizan los siguientes tres parámetros o indicadores:
• Peso para la edad (P/E): Es un buen indicador de déficit nutricional
durante el primer año de vida, pero no permite diferenciar niños/as
constitucionalmente pequeños, por lo que su uso como parámetro único no
es recomendable.
• Peso para la talla (P/T): Constituye un buen indicador de estado nutricional
actual y no requiere un conocimiento preciso de la edad. Es útil tanto para
el diagnóstico de desnutrición como para el de sobrepeso y obesidad. Su
uso como parámetro único puede no diagnosticar como desnutridos a
algunos niños/as que sí lo estén
• Talla para la edad (T/E): El crecimiento lineal continuo es el mejor
indicador de alimentación adecuada y de estado nutricional a largo plazo.
Consiste en un parámetro explicado por factores genéticos y nutricionales y
es un buen índice de
cronicidad.
Específicamente para el
diagnóstico de obesidad
en niños y niñas
mayores de 1 mes, el
parámetro a considerar
corresponde al peso
para la talla (P/T), el cual
debe ser mayor o igual a
la 2 desviación estándar,
hacia la derecha, o ser
mayor a ésta
(P/T≥+2DS).
10. 1.3.1.1. IMC
En niños y niñas mayores de 6 años, el parámetro a utilizar es el índice de masa
corporal (IMC = peso/talla2), con los siguientes criterios de diagnóstico:
• IMC < p10: Bajo peso.
• IMC entre p10 y < p 85: Normal.
• IMC entre p 85 y < p 95: Riesgo de obesidad.
• IMC > p 95: Obesidad.
Dado que el rango de normalidad del peso es muy amplio, deberán considerarse
como casos individuales las siguientes señales de alarma:
• Cambio del canal de crecimiento
del IMC en dos controles (por ejemplo
cambio del IMC desde el rango percentil
50-75 a percentil 75-85).
• Aumento del IMC > 1,5 puntos en 6
meses.
El IMC por edad tiene la limitante de que
no considera el grado de desarrollo
puberal (edad biológica). Existen
diferencias relativamente significativas en
el IMC para una misma edad y estatura
en función de esta variable. Entre una y otra etapa de Tanner se produce un
aumento del valor del IMC de aproximadamente 0,5 puntos en los varones y un
punto en las mujeres. Para una mejor evaluación a nivel individual, es
recomendable por lo tanto ajustar el valor del IMC en función del grado de
desarrollo puberal o los estadios de Tanner.
En adultos también se utiliza el índice de masa corporal (IMC), ya que se
considera un indicador simple de la relación entre el peso y la talla; en este grupo
se determina como obesidad cuando el IMC es superior o igual a 30 kg/m2.
A pesar de la buena correlación del IMC con la grasa corporal, hay ocasiones en
que un individuo puede tener un IMC en rangos normales o fuera de ellos, y sin
embargo al medir su circunferencia de cintura o al realizar una medición de
pliegues cutáneos (bicipital, tricipital, suprailíaco, subescapular), éste puede caer
en otra clasificación. Por ejemplo, personas delgadas, pero cuya composición
corporal sea principalmente grasa, o personas con exceso de peso cuya
composición corporal sea masa magra, como puede ser el caso de grandes
deportistas. También puede ser útil la circunferencia muscular del brazo, que
permite estimar masa magra y contribuye a aclarar estos casos excepcionales.
1.3.1.1. IMC
En niños y niñas mayores de 6 años, el parámetro a utilizar es el índice de masa
corporal (IMC = peso/talla2), con los siguientes criterios de diagnóstico:
• IMC < p10: Bajo peso.
• IMC entre p10 y < p 85: Normal.
• IMC entre p 85 y < p 95: Riesgo de obesidad.
• IMC > p 95: Obesidad.
Dado que el rango de normalidad del peso es muy amplio, deberán considerarse
como casos individuales las siguientes señales de alarma:
• Cambio del canal de crecimiento
del IMC en dos controles (por ejemplo
cambio del IMC desde el rango percentil
50-75 a percentil 75-85).
• Aumento del IMC > 1,5 puntos en 6
meses.
El IMC por edad tiene la limitante de que
no considera el grado de desarrollo
puberal (edad biológica). Existen
diferencias relativamente significativas en
el IMC para una misma edad y estatura
en función de esta variable. Entre una y otra etapa de Tanner se produce un
aumento del valor del IMC de aproximadamente 0,5 puntos en los varones y un
punto en las mujeres. Para una mejor evaluación a nivel individual, es
recomendable por lo tanto ajustar el valor del IMC en función del grado de
desarrollo puberal o los estadios de Tanner.
En adultos también se utiliza el índice de masa corporal (IMC), ya que se
considera un indicador simple de la relación entre el peso y la talla; en este grupo
se determina como obesidad cuando el IMC es superior o igual a 30 kg/m2.
A pesar de la buena correlación del IMC con la grasa corporal, hay ocasiones en
que un individuo puede tener un IMC en rangos normales o fuera de ellos, y sin
embargo al medir su circunferencia de cintura o al realizar una medición de
pliegues cutáneos (bicipital, tricipital, suprailíaco, subescapular), éste puede caer
en otra clasificación. Por ejemplo, personas delgadas, pero cuya composición
corporal sea principalmente grasa, o personas con exceso de peso cuya
composición corporal sea masa magra, como puede ser el caso de grandes
deportistas. También puede ser útil la circunferencia muscular del brazo, que
permite estimar masa magra y contribuye a aclarar estos casos excepcionales.
1.3.1.1. IMC
En niños y niñas mayores de 6 años, el parámetro a utilizar es el índice de masa
corporal (IMC = peso/talla2), con los siguientes criterios de diagnóstico:
• IMC < p10: Bajo peso.
• IMC entre p10 y < p 85: Normal.
• IMC entre p 85 y < p 95: Riesgo de obesidad.
• IMC > p 95: Obesidad.
Dado que el rango de normalidad del peso es muy amplio, deberán considerarse
como casos individuales las siguientes señales de alarma:
• Cambio del canal de crecimiento
del IMC en dos controles (por ejemplo
cambio del IMC desde el rango percentil
50-75 a percentil 75-85).
• Aumento del IMC > 1,5 puntos en 6
meses.
El IMC por edad tiene la limitante de que
no considera el grado de desarrollo
puberal (edad biológica). Existen
diferencias relativamente significativas en
el IMC para una misma edad y estatura
en función de esta variable. Entre una y otra etapa de Tanner se produce un
aumento del valor del IMC de aproximadamente 0,5 puntos en los varones y un
punto en las mujeres. Para una mejor evaluación a nivel individual, es
recomendable por lo tanto ajustar el valor del IMC en función del grado de
desarrollo puberal o los estadios de Tanner.
En adultos también se utiliza el índice de masa corporal (IMC), ya que se
considera un indicador simple de la relación entre el peso y la talla; en este grupo
se determina como obesidad cuando el IMC es superior o igual a 30 kg/m2.
A pesar de la buena correlación del IMC con la grasa corporal, hay ocasiones en
que un individuo puede tener un IMC en rangos normales o fuera de ellos, y sin
embargo al medir su circunferencia de cintura o al realizar una medición de
pliegues cutáneos (bicipital, tricipital, suprailíaco, subescapular), éste puede caer
en otra clasificación. Por ejemplo, personas delgadas, pero cuya composición
corporal sea principalmente grasa, o personas con exceso de peso cuya
composición corporal sea masa magra, como puede ser el caso de grandes
deportistas. También puede ser útil la circunferencia muscular del brazo, que
permite estimar masa magra y contribuye a aclarar estos casos excepcionales.
11. 1.3.2. Historia Natural de la Obesidad
Cuando se analiza la historia natural de la obesidad en cohortes de niños y niñas,
se observa que el z score del índice de masa corporal (IMC) aumenta con la edad
a través del ciclo vital, y que además cohortes más recientes presentan IMC
mayores en las mismas edades. Estos dos hechos implican que con la edad va
aumentando la prevalencia de obesidad y que los niños/as actualmente
llegan a ser obesos más precozmente que antes (Mc Tigue, 2002).
También se ha descrito que el 80% de los adultos que eran obesos a mediados de
los treinta años, se volvieron obesos durante la adultez temprana, destacando que
por cada 1 Kg/m2 adicional que se tiene a la edad de 20 a 22 años, el riesgo de
volverse obeso a los 35-37 años aumenta 1,67 veces. Si se considera un 60% de
riesgo de obesidad a los 35-37 años como sustancial, entonces todas la mujeres,
independientemente de su raza, tienen riesgo de volverse obesas, incluso si sus
valores de IMC a los 20-22 años están levemente elevados (25-27 Kg/m2). En el
caso de los hombres, este riesgo se observa con valores de IMC levemente
mayores (26 a 28 Kg/m2). También se describió en estas cohortes que alrededor
del 15% de quienes eran obesos a la edad de 20-22 años, dejaron de serlo a los
35-37 años (Mc Tigue, 2002).
Al analizar en niños y niñas la edad de inicio de obesidad, se observó que la
mediana de edad de
presentación del primer
episodio fue a los 22 meses,
con un 25% de los niños/as
que habían sido
diagnosticados a los 5 meses
de edad o antes. También se
estimó que los niños/as con
sobrepeso comenzaron con la
ganancia excesiva de peso al
poco tiempo de nacidos, con
una tasa de exceso de IMC de 1 por cada año, lo que implica que a la edad de dos
años ya se habían convertido en niños y niñas obesos (Harrington, 2010).
Al analizar una cohorte de niños y niñas chilenos de 5 años, se observó que
aquellos que eran obesos a esa edad habían comenzado un aumento de su
IMC muy precozmente (6 meses de edad: >+1 puntaje z de IMC) manteniendo el
sobrepeso hasta los 24 meses, momento en que se vuelven obesos (Kain, 2009).
1.3.2. Historia Natural de la Obesidad
Cuando se analiza la historia natural de la obesidad en cohortes de niños y niñas,
se observa que el z score del índice de masa corporal (IMC) aumenta con la edad
a través del ciclo vital, y que además cohortes más recientes presentan IMC
mayores en las mismas edades. Estos dos hechos implican que con la edad va
aumentando la prevalencia de obesidad y que los niños/as actualmente
llegan a ser obesos más precozmente que antes (Mc Tigue, 2002).
También se ha descrito que el 80% de los adultos que eran obesos a mediados de
los treinta años, se volvieron obesos durante la adultez temprana, destacando que
por cada 1 Kg/m2 adicional que se tiene a la edad de 20 a 22 años, el riesgo de
volverse obeso a los 35-37 años aumenta 1,67 veces. Si se considera un 60% de
riesgo de obesidad a los 35-37 años como sustancial, entonces todas la mujeres,
independientemente de su raza, tienen riesgo de volverse obesas, incluso si sus
valores de IMC a los 20-22 años están levemente elevados (25-27 Kg/m2). En el
caso de los hombres, este riesgo se observa con valores de IMC levemente
mayores (26 a 28 Kg/m2). También se describió en estas cohortes que alrededor
del 15% de quienes eran obesos a la edad de 20-22 años, dejaron de serlo a los
35-37 años (Mc Tigue, 2002).
Al analizar en niños y niñas la edad de inicio de obesidad, se observó que la
mediana de edad de
presentación del primer
episodio fue a los 22 meses,
con un 25% de los niños/as
que habían sido
diagnosticados a los 5 meses
de edad o antes. También se
estimó que los niños/as con
sobrepeso comenzaron con la
ganancia excesiva de peso al
poco tiempo de nacidos, con
una tasa de exceso de IMC de 1 por cada año, lo que implica que a la edad de dos
años ya se habían convertido en niños y niñas obesos (Harrington, 2010).
Al analizar una cohorte de niños y niñas chilenos de 5 años, se observó que
aquellos que eran obesos a esa edad habían comenzado un aumento de su
IMC muy precozmente (6 meses de edad: >+1 puntaje z de IMC) manteniendo el
sobrepeso hasta los 24 meses, momento en que se vuelven obesos (Kain, 2009).
1.3.2. Historia Natural de la Obesidad
Cuando se analiza la historia natural de la obesidad en cohortes de niños y niñas,
se observa que el z score del índice de masa corporal (IMC) aumenta con la edad
a través del ciclo vital, y que además cohortes más recientes presentan IMC
mayores en las mismas edades. Estos dos hechos implican que con la edad va
aumentando la prevalencia de obesidad y que los niños/as actualmente
llegan a ser obesos más precozmente que antes (Mc Tigue, 2002).
También se ha descrito que el 80% de los adultos que eran obesos a mediados de
los treinta años, se volvieron obesos durante la adultez temprana, destacando que
por cada 1 Kg/m2 adicional que se tiene a la edad de 20 a 22 años, el riesgo de
volverse obeso a los 35-37 años aumenta 1,67 veces. Si se considera un 60% de
riesgo de obesidad a los 35-37 años como sustancial, entonces todas la mujeres,
independientemente de su raza, tienen riesgo de volverse obesas, incluso si sus
valores de IMC a los 20-22 años están levemente elevados (25-27 Kg/m2). En el
caso de los hombres, este riesgo se observa con valores de IMC levemente
mayores (26 a 28 Kg/m2). También se describió en estas cohortes que alrededor
del 15% de quienes eran obesos a la edad de 20-22 años, dejaron de serlo a los
35-37 años (Mc Tigue, 2002).
Al analizar en niños y niñas la edad de inicio de obesidad, se observó que la
mediana de edad de
presentación del primer
episodio fue a los 22 meses,
con un 25% de los niños/as
que habían sido
diagnosticados a los 5 meses
de edad o antes. También se
estimó que los niños/as con
sobrepeso comenzaron con la
ganancia excesiva de peso al
poco tiempo de nacidos, con
una tasa de exceso de IMC de 1 por cada año, lo que implica que a la edad de dos
años ya se habían convertido en niños y niñas obesos (Harrington, 2010).
Al analizar una cohorte de niños y niñas chilenos de 5 años, se observó que
aquellos que eran obesos a esa edad habían comenzado un aumento de su
IMC muy precozmente (6 meses de edad: >+1 puntaje z de IMC) manteniendo el
sobrepeso hasta los 24 meses, momento en que se vuelven obesos (Kain, 2009).
12. 1.3.2.1. Modelo Causal de la Obesidad
La obesidad es una patología en la que interactúan genes y medio ambiente.
Alrededor del 80% de la población posee un genotipo ahorrador que permitió a la
humanidad sobrevivir en periodos de hambruna, pero frente al actual escenario,
donde existe una oferta de alimentos con alta concentración energética y un gasto
energético disminuido, este genotipo se expresa en sobrepeso y obesidad
(Procter, 2007).
Es conocido que la obesidad tiene un origen multicausal, que se desarrolla de
manera lenta. Si bien la cadena causal no está completamente comprendida, se
sabe que los factores primordiales para producir el desbalance energético,
son una disminución en el gasto energético mediado por un bajo nivel de
actividad física y un aumento en la ingesta (Procter, 2007).
Se observa el diagrama causal de obesidad identificando los factores en distintos
niveles como el individual, familiar, escuelas, comunidad y nacional.
1.3.2.1. Modelo Causal de la Obesidad
La obesidad es una patología en la que interactúan genes y medio ambiente.
Alrededor del 80% de la población posee un genotipo ahorrador que permitió a la
humanidad sobrevivir en periodos de hambruna, pero frente al actual escenario,
donde existe una oferta de alimentos con alta concentración energética y un gasto
energético disminuido, este genotipo se expresa en sobrepeso y obesidad
(Procter, 2007).
Es conocido que la obesidad tiene un origen multicausal, que se desarrolla de
manera lenta. Si bien la cadena causal no está completamente comprendida, se
sabe que los factores primordiales para producir el desbalance energético,
son una disminución en el gasto energético mediado por un bajo nivel de
actividad física y un aumento en la ingesta (Procter, 2007).
Se observa el diagrama causal de obesidad identificando los factores en distintos
niveles como el individual, familiar, escuelas, comunidad y nacional.
1.3.2.1. Modelo Causal de la Obesidad
La obesidad es una patología en la que interactúan genes y medio ambiente.
Alrededor del 80% de la población posee un genotipo ahorrador que permitió a la
humanidad sobrevivir en periodos de hambruna, pero frente al actual escenario,
donde existe una oferta de alimentos con alta concentración energética y un gasto
energético disminuido, este genotipo se expresa en sobrepeso y obesidad
(Procter, 2007).
Es conocido que la obesidad tiene un origen multicausal, que se desarrolla de
manera lenta. Si bien la cadena causal no está completamente comprendida, se
sabe que los factores primordiales para producir el desbalance energético,
son una disminución en el gasto energético mediado por un bajo nivel de
actividad física y un aumento en la ingesta (Procter, 2007).
Se observa el diagrama causal de obesidad identificando los factores en distintos
niveles como el individual, familiar, escuelas, comunidad y nacional.
13. 1.4.Prácticas Alimentarias
En relación a la ingesta, es conocido que los niños y niñas antes de los cinco
años de edad ya han asumido el patrón alimentario de adultos que es
aceptado por su cultura, aprendiendo sobre los alimentos y cómo comerlos. A
esa edad ya se han visto expuestos a comerciales de alimentos y snacks, saben
qué es un alimento y qué no lo es, qué les gusta y qué no les gusta comer, cuándo
y cuánto comer (Birch,
2009).
Evidencia que proviene
de estudios
longitudinales y
experimentales indica
que las prácticas
alimentarias de los
padres influyen de
manera causal y muy
temprana sobre el
patrón alimentario y el
peso del niño/a, desde
la concepción y durante
los primeros años de vida. Los niños y niñas nacen con una preferencia por los
sabores dulces y alrededor de los cuatro meses aparece el gusto por los
alimentos salados, también están predispuestos a rechazar alimentos nuevos;
esta habilidad compensa la ingesta esencial para la supervivencia del niño/a
durante el primer año de vida (Birch, 2007).
Las prácticas alimentarias de los padres moldean precozmente los patrones
alimentarios del niño/a, indicándole si la alimentación es un acto que obedece a
estímulos del propio individuo (hambre/saciedad) o a estímulos del medio
ambiente (disponibilidad de alimentos). Cuando la disponibilidad de alimentos es
escasa, sin variedad y con poca higiene, el comportamiento tradicional de
alimentación de los niños/as es alimentarlos frecuentemente, con grandes
raciones y alimentos seleccionados, que les son ofrecidos como respuesta al
llanto. Además se estimula al niño/a a comer cuando hay alimentos disponibles,
incluso en ausencia de hambre. Esta conducta lleva a la consiguiente regla: un
niño/a bien alimentado es un niño/a grande (Birch, 2009).
Cuando se les ofrece grandes porciones de alimento, los niños y niñas responden
consumiendo más de esos alimentos, lo que lleva a un aumento del 25% de la
1.4.Prácticas Alimentarias
En relación a la ingesta, es conocido que los niños y niñas antes de los cinco
años de edad ya han asumido el patrón alimentario de adultos que es
aceptado por su cultura, aprendiendo sobre los alimentos y cómo comerlos. A
esa edad ya se han visto expuestos a comerciales de alimentos y snacks, saben
qué es un alimento y qué no lo es, qué les gusta y qué no les gusta comer, cuándo
y cuánto comer (Birch,
2009).
Evidencia que proviene
de estudios
longitudinales y
experimentales indica
que las prácticas
alimentarias de los
padres influyen de
manera causal y muy
temprana sobre el
patrón alimentario y el
peso del niño/a, desde
la concepción y durante
los primeros años de vida. Los niños y niñas nacen con una preferencia por los
sabores dulces y alrededor de los cuatro meses aparece el gusto por los
alimentos salados, también están predispuestos a rechazar alimentos nuevos;
esta habilidad compensa la ingesta esencial para la supervivencia del niño/a
durante el primer año de vida (Birch, 2007).
Las prácticas alimentarias de los padres moldean precozmente los patrones
alimentarios del niño/a, indicándole si la alimentación es un acto que obedece a
estímulos del propio individuo (hambre/saciedad) o a estímulos del medio
ambiente (disponibilidad de alimentos). Cuando la disponibilidad de alimentos es
escasa, sin variedad y con poca higiene, el comportamiento tradicional de
alimentación de los niños/as es alimentarlos frecuentemente, con grandes
raciones y alimentos seleccionados, que les son ofrecidos como respuesta al
llanto. Además se estimula al niño/a a comer cuando hay alimentos disponibles,
incluso en ausencia de hambre. Esta conducta lleva a la consiguiente regla: un
niño/a bien alimentado es un niño/a grande (Birch, 2009).
Cuando se les ofrece grandes porciones de alimento, los niños y niñas responden
consumiendo más de esos alimentos, lo que lleva a un aumento del 25% de la
1.4.Prácticas Alimentarias
En relación a la ingesta, es conocido que los niños y niñas antes de los cinco
años de edad ya han asumido el patrón alimentario de adultos que es
aceptado por su cultura, aprendiendo sobre los alimentos y cómo comerlos. A
esa edad ya se han visto expuestos a comerciales de alimentos y snacks, saben
qué es un alimento y qué no lo es, qué les gusta y qué no les gusta comer, cuándo
y cuánto comer (Birch,
2009).
Evidencia que proviene
de estudios
longitudinales y
experimentales indica
que las prácticas
alimentarias de los
padres influyen de
manera causal y muy
temprana sobre el
patrón alimentario y el
peso del niño/a, desde
la concepción y durante
los primeros años de vida. Los niños y niñas nacen con una preferencia por los
sabores dulces y alrededor de los cuatro meses aparece el gusto por los
alimentos salados, también están predispuestos a rechazar alimentos nuevos;
esta habilidad compensa la ingesta esencial para la supervivencia del niño/a
durante el primer año de vida (Birch, 2007).
Las prácticas alimentarias de los padres moldean precozmente los patrones
alimentarios del niño/a, indicándole si la alimentación es un acto que obedece a
estímulos del propio individuo (hambre/saciedad) o a estímulos del medio
ambiente (disponibilidad de alimentos). Cuando la disponibilidad de alimentos es
escasa, sin variedad y con poca higiene, el comportamiento tradicional de
alimentación de los niños/as es alimentarlos frecuentemente, con grandes
raciones y alimentos seleccionados, que les son ofrecidos como respuesta al
llanto. Además se estimula al niño/a a comer cuando hay alimentos disponibles,
incluso en ausencia de hambre. Esta conducta lleva a la consiguiente regla: un
niño/a bien alimentado es un niño/a grande (Birch, 2009).
Cuando se les ofrece grandes porciones de alimento, los niños y niñas responden
consumiendo más de esos alimentos, lo que lleva a un aumento del 25% de la
14. ingesta. Este exceso de calorías se acumula en el tiempo, llevando a un aumento
de peso y posterior exceso de peso y obesidad (Fisher, 2007).
Así también, cuando se analiza la preferencia de los niños/as por ciertos
alimentos, se observa que hasta un tercio de pre-escolares consume papas fritas
de manera diaria (Devany, 2004), junto a los snacks que se adicionan a los
tiempos de comida (Marmonier, 2000), los que contribuyen a aumentar el balance
energético a partir de alimentos no saludables.
1.4.1. Sedentarismo
Adicionalmente, se ha destacado que la pérdida de tiempos de comida en familia
afecta el control familiar sobre la alimentación, aportando menores oportunidades
de observar buenos modelos de alimentación (Procter, 2007).
En relación con el efecto que tiene la actividad física sobre la obesidad, se ha
descrito que existe una relación-dosis respuesta positiva entre el tiempo frente al
televisor y la prevalencia de obesidad
(Gortmaker, 1996), lo que podría traducirse en
disminución de la actividad física, aumento de la
ingesta de energía mientras se mira televisión,
reducción de la tasa metabólica y elección de
manera inadecuada de alimentos ricos en azúcar
y grasa debido a la publicidad televisiva (Procter,
2007). También es importante señalar que se
cuenta con evidencia que indica la existencia de
factores durante el embarazo que aumentan el
riesgo de tener obesidad en la infancia, como son
la obesidad materna, diabetes gestacional y
tabaquismo materno, los que inciden sobre el peso al nacer del niño/a (Procter,
2007). Además se ha descrito que el crecimiento postnatal es un factor de riesgo
para obesidad, ya que los niños/as con menor peso al nacer y mayor crecimiento
en peso durante los primeros años de vida, son los que tienen mayor riesgo de
desarrollar obesidad tempranamente (Procter, 2007).
En nuestro país, se ha referido que el 97% de la variación en el IMC en
escolares está dado por variables del individuo, como son sedentarismo
(OR: 3,98), obesidad materna (OR: 1,91) y ser mujer (OR: 1,75) (Amigo, 2007).
ingesta. Este exceso de calorías se acumula en el tiempo, llevando a un aumento
de peso y posterior exceso de peso y obesidad (Fisher, 2007).
Así también, cuando se analiza la preferencia de los niños/as por ciertos
alimentos, se observa que hasta un tercio de pre-escolares consume papas fritas
de manera diaria (Devany, 2004), junto a los snacks que se adicionan a los
tiempos de comida (Marmonier, 2000), los que contribuyen a aumentar el balance
energético a partir de alimentos no saludables.
1.4.1. Sedentarismo
Adicionalmente, se ha destacado que la pérdida de tiempos de comida en familia
afecta el control familiar sobre la alimentación, aportando menores oportunidades
de observar buenos modelos de alimentación (Procter, 2007).
En relación con el efecto que tiene la actividad física sobre la obesidad, se ha
descrito que existe una relación-dosis respuesta positiva entre el tiempo frente al
televisor y la prevalencia de obesidad
(Gortmaker, 1996), lo que podría traducirse en
disminución de la actividad física, aumento de la
ingesta de energía mientras se mira televisión,
reducción de la tasa metabólica y elección de
manera inadecuada de alimentos ricos en azúcar
y grasa debido a la publicidad televisiva (Procter,
2007). También es importante señalar que se
cuenta con evidencia que indica la existencia de
factores durante el embarazo que aumentan el
riesgo de tener obesidad en la infancia, como son
la obesidad materna, diabetes gestacional y
tabaquismo materno, los que inciden sobre el peso al nacer del niño/a (Procter,
2007). Además se ha descrito que el crecimiento postnatal es un factor de riesgo
para obesidad, ya que los niños/as con menor peso al nacer y mayor crecimiento
en peso durante los primeros años de vida, son los que tienen mayor riesgo de
desarrollar obesidad tempranamente (Procter, 2007).
En nuestro país, se ha referido que el 97% de la variación en el IMC en
escolares está dado por variables del individuo, como son sedentarismo
(OR: 3,98), obesidad materna (OR: 1,91) y ser mujer (OR: 1,75) (Amigo, 2007).
ingesta. Este exceso de calorías se acumula en el tiempo, llevando a un aumento
de peso y posterior exceso de peso y obesidad (Fisher, 2007).
Así también, cuando se analiza la preferencia de los niños/as por ciertos
alimentos, se observa que hasta un tercio de pre-escolares consume papas fritas
de manera diaria (Devany, 2004), junto a los snacks que se adicionan a los
tiempos de comida (Marmonier, 2000), los que contribuyen a aumentar el balance
energético a partir de alimentos no saludables.
1.4.1. Sedentarismo
Adicionalmente, se ha destacado que la pérdida de tiempos de comida en familia
afecta el control familiar sobre la alimentación, aportando menores oportunidades
de observar buenos modelos de alimentación (Procter, 2007).
En relación con el efecto que tiene la actividad física sobre la obesidad, se ha
descrito que existe una relación-dosis respuesta positiva entre el tiempo frente al
televisor y la prevalencia de obesidad
(Gortmaker, 1996), lo que podría traducirse en
disminución de la actividad física, aumento de la
ingesta de energía mientras se mira televisión,
reducción de la tasa metabólica y elección de
manera inadecuada de alimentos ricos en azúcar
y grasa debido a la publicidad televisiva (Procter,
2007). También es importante señalar que se
cuenta con evidencia que indica la existencia de
factores durante el embarazo que aumentan el
riesgo de tener obesidad en la infancia, como son
la obesidad materna, diabetes gestacional y
tabaquismo materno, los que inciden sobre el peso al nacer del niño/a (Procter,
2007). Además se ha descrito que el crecimiento postnatal es un factor de riesgo
para obesidad, ya que los niños/as con menor peso al nacer y mayor crecimiento
en peso durante los primeros años de vida, son los que tienen mayor riesgo de
desarrollar obesidad tempranamente (Procter, 2007).
En nuestro país, se ha referido que el 97% de la variación en el IMC en
escolares está dado por variables del individuo, como son sedentarismo
(OR: 3,98), obesidad materna (OR: 1,91) y ser mujer (OR: 1,75) (Amigo, 2007).
15. 1.4.2. Factores Sociales
Se ha planteado que el incremento en la prevalencia de obesidad en niños y niñas
con mayor deprivación social, estaría mediado por factores como diferencias en la
dieta, la no existencia de áreas seguras para jugar y falta de oportunidades y de
fondos para realizar actividades recreacionales, por lo que ver televisión se
transforma en la actividad preferida por defecto. Asimismo, otro factor importante
es la falta de acceso a alimentos
saludables y la optimización de los
ingresos adquiriendo alimentos de
menor costo, pero de mayor
densidad energética (Procter,
2007).
Los cambios dietarios en relación al
consumo de aceites, endulzantes y
alimentos de procedencia animal, así
como cambios en los patrones de
actividad física que tienden al
sedentarismo, serían los responsables del rápido aumento de las prevalencias a
nivel mundial de obesidad (Popkin, 2004), indicándose que ésta disminuiría en un
31% si a nivel poblacional se eliminaran el sedentarismo y el consumo de comida
chatarra (Banwell, 2009).
Especial mención debe ser hecha al rol que las industrias alimentarias han
tenido en el aumento en la prevalencia de obesidad a nivel internacional,
incluyendo tanto las que manufacturan productos alimentarios como las que
expenden alimentos. También es relevante el papel de los medios de
comunicación masiva, que han incidido sobre el cambio de patrones alimentarios
de la población global en los últimos veinte años. Es así como se ha señalado la
existencia de un aumento del consumo de azúcares y grasas, a través de su uso
en la producción de productos de panadería y bebestibles, vía por la cual ha
aumentado la ingesta energética de la población (Bowman, 2002; Prentice, 2003).
Finalmente, se ha expresado que la forma en la cual los barrios y las ciudades
están diseñados también contribuye a desincentivar la actividad física, y por
ende a aumentar las tasas de obesidad a nivel poblacional. El hecho de que éstos
se encuentren más densamente poblados y cuenten con pocas veredas o de mala
calidad, menos espacios verdes y menos áreas para el esparcimiento, hace que la
población que vive en ellas se vuelva más sedentaria (Maziak, 2008).
1.4.2. Factores Sociales
Se ha planteado que el incremento en la prevalencia de obesidad en niños y niñas
con mayor deprivación social, estaría mediado por factores como diferencias en la
dieta, la no existencia de áreas seguras para jugar y falta de oportunidades y de
fondos para realizar actividades recreacionales, por lo que ver televisión se
transforma en la actividad preferida por defecto. Asimismo, otro factor importante
es la falta de acceso a alimentos
saludables y la optimización de los
ingresos adquiriendo alimentos de
menor costo, pero de mayor
densidad energética (Procter,
2007).
Los cambios dietarios en relación al
consumo de aceites, endulzantes y
alimentos de procedencia animal, así
como cambios en los patrones de
actividad física que tienden al
sedentarismo, serían los responsables del rápido aumento de las prevalencias a
nivel mundial de obesidad (Popkin, 2004), indicándose que ésta disminuiría en un
31% si a nivel poblacional se eliminaran el sedentarismo y el consumo de comida
chatarra (Banwell, 2009).
Especial mención debe ser hecha al rol que las industrias alimentarias han
tenido en el aumento en la prevalencia de obesidad a nivel internacional,
incluyendo tanto las que manufacturan productos alimentarios como las que
expenden alimentos. También es relevante el papel de los medios de
comunicación masiva, que han incidido sobre el cambio de patrones alimentarios
de la población global en los últimos veinte años. Es así como se ha señalado la
existencia de un aumento del consumo de azúcares y grasas, a través de su uso
en la producción de productos de panadería y bebestibles, vía por la cual ha
aumentado la ingesta energética de la población (Bowman, 2002; Prentice, 2003).
Finalmente, se ha expresado que la forma en la cual los barrios y las ciudades
están diseñados también contribuye a desincentivar la actividad física, y por
ende a aumentar las tasas de obesidad a nivel poblacional. El hecho de que éstos
se encuentren más densamente poblados y cuenten con pocas veredas o de mala
calidad, menos espacios verdes y menos áreas para el esparcimiento, hace que la
población que vive en ellas se vuelva más sedentaria (Maziak, 2008).
1.4.2. Factores Sociales
Se ha planteado que el incremento en la prevalencia de obesidad en niños y niñas
con mayor deprivación social, estaría mediado por factores como diferencias en la
dieta, la no existencia de áreas seguras para jugar y falta de oportunidades y de
fondos para realizar actividades recreacionales, por lo que ver televisión se
transforma en la actividad preferida por defecto. Asimismo, otro factor importante
es la falta de acceso a alimentos
saludables y la optimización de los
ingresos adquiriendo alimentos de
menor costo, pero de mayor
densidad energética (Procter,
2007).
Los cambios dietarios en relación al
consumo de aceites, endulzantes y
alimentos de procedencia animal, así
como cambios en los patrones de
actividad física que tienden al
sedentarismo, serían los responsables del rápido aumento de las prevalencias a
nivel mundial de obesidad (Popkin, 2004), indicándose que ésta disminuiría en un
31% si a nivel poblacional se eliminaran el sedentarismo y el consumo de comida
chatarra (Banwell, 2009).
Especial mención debe ser hecha al rol que las industrias alimentarias han
tenido en el aumento en la prevalencia de obesidad a nivel internacional,
incluyendo tanto las que manufacturan productos alimentarios como las que
expenden alimentos. También es relevante el papel de los medios de
comunicación masiva, que han incidido sobre el cambio de patrones alimentarios
de la población global en los últimos veinte años. Es así como se ha señalado la
existencia de un aumento del consumo de azúcares y grasas, a través de su uso
en la producción de productos de panadería y bebestibles, vía por la cual ha
aumentado la ingesta energética de la población (Bowman, 2002; Prentice, 2003).
Finalmente, se ha expresado que la forma en la cual los barrios y las ciudades
están diseñados también contribuye a desincentivar la actividad física, y por
ende a aumentar las tasas de obesidad a nivel poblacional. El hecho de que éstos
se encuentren más densamente poblados y cuenten con pocas veredas o de mala
calidad, menos espacios verdes y menos áreas para el esparcimiento, hace que la
población que vive en ellas se vuelva más sedentaria (Maziak, 2008).
16. 2. COMPLICACIONES Y SÍNDROME METABÓLICO
Como ya señalamos, en 1997 la OMS reconoció la obesidad
del niño/a y del adolescente como una una enfermedad
crónica, porque se perpetúa en el tiempo y por su fuerte
asociación a diabetes, hipertensión arterial y enfermedad
cardiovascular isquémica. Asimismo, existe evidencia de la
asociación en menores de 18 años entre diabetes, síndrome
de ovario poliquístico, arteriosclerosis y riesgo
cardiovascular con obesidad. Esta asociación tiene como
base una susceptibilidad étnico-genética para desarrollar obesidad y
resistencia insulínica (RI).
La RI es una condición asociada a la obesidad, caracterizada por una respuesta
insuficiente o ausente de los tejidos periféricos a la acción de la insulina, lo
cual lleva a una serie de trastornos metabólicos y cardiovasculares calificados
como síndrome metabólico (SM). Este síndrome, conocido en población adulta,
también se encuentra presente en población infantil. Se caracteriza por obesidad
abdominal, dislipidemia, hipertensión arterial, intolerancia a la glucosa (IG) o
resistencia insulínica, los que determinan un mayor riesgo de DM2, accidente
vascular hipertensivo y cardiopatía isquémica.
2.1.Criterios ATP3 y NCEP
En la población adulta se han
definido varios criterios para el
diagnóstico clínico de SM,
coincidiendo en la presencia de
tres o más de los siguientes
cinco factores de riesgo
cardiovascular (FRCV):
2.2.Criterios en Niños y Adolescentes
Las formas de diagnóstico de SM más
utilizadas son la de Cook y Ferranti para
los niños y adolescentes, con el siguiente
criterio:
2. COMPLICACIONES Y SÍNDROME METABÓLICO
Como ya señalamos, en 1997 la OMS reconoció la obesidad
del niño/a y del adolescente como una una enfermedad
crónica, porque se perpetúa en el tiempo y por su fuerte
asociación a diabetes, hipertensión arterial y enfermedad
cardiovascular isquémica. Asimismo, existe evidencia de la
asociación en menores de 18 años entre diabetes, síndrome
de ovario poliquístico, arteriosclerosis y riesgo
cardiovascular con obesidad. Esta asociación tiene como
base una susceptibilidad étnico-genética para desarrollar obesidad y
resistencia insulínica (RI).
La RI es una condición asociada a la obesidad, caracterizada por una respuesta
insuficiente o ausente de los tejidos periféricos a la acción de la insulina, lo
cual lleva a una serie de trastornos metabólicos y cardiovasculares calificados
como síndrome metabólico (SM). Este síndrome, conocido en población adulta,
también se encuentra presente en población infantil. Se caracteriza por obesidad
abdominal, dislipidemia, hipertensión arterial, intolerancia a la glucosa (IG) o
resistencia insulínica, los que determinan un mayor riesgo de DM2, accidente
vascular hipertensivo y cardiopatía isquémica.
2.1.Criterios ATP3 y NCEP
En la población adulta se han
definido varios criterios para el
diagnóstico clínico de SM,
coincidiendo en la presencia de
tres o más de los siguientes
cinco factores de riesgo
cardiovascular (FRCV):
2.2.Criterios en Niños y Adolescentes
Las formas de diagnóstico de SM más
utilizadas son la de Cook y Ferranti para
los niños y adolescentes, con el siguiente
criterio:
2. COMPLICACIONES Y SÍNDROME METABÓLICO
Como ya señalamos, en 1997 la OMS reconoció la obesidad
del niño/a y del adolescente como una una enfermedad
crónica, porque se perpetúa en el tiempo y por su fuerte
asociación a diabetes, hipertensión arterial y enfermedad
cardiovascular isquémica. Asimismo, existe evidencia de la
asociación en menores de 18 años entre diabetes, síndrome
de ovario poliquístico, arteriosclerosis y riesgo
cardiovascular con obesidad. Esta asociación tiene como
base una susceptibilidad étnico-genética para desarrollar obesidad y
resistencia insulínica (RI).
La RI es una condición asociada a la obesidad, caracterizada por una respuesta
insuficiente o ausente de los tejidos periféricos a la acción de la insulina, lo
cual lleva a una serie de trastornos metabólicos y cardiovasculares calificados
como síndrome metabólico (SM). Este síndrome, conocido en población adulta,
también se encuentra presente en población infantil. Se caracteriza por obesidad
abdominal, dislipidemia, hipertensión arterial, intolerancia a la glucosa (IG) o
resistencia insulínica, los que determinan un mayor riesgo de DM2, accidente
vascular hipertensivo y cardiopatía isquémica.
2.1.Criterios ATP3 y NCEP
En la población adulta se han
definido varios criterios para el
diagnóstico clínico de SM,
coincidiendo en la presencia de
tres o más de los siguientes
cinco factores de riesgo
cardiovascular (FRCV):
2.2.Criterios en Niños y Adolescentes
Las formas de diagnóstico de SM más
utilizadas son la de Cook y Ferranti para
los niños y adolescentes, con el siguiente
criterio:
17. Esta última clasificación es, en definitiva,
menos exigente y clasifica a más
niños/as obesos o sobrepeso con
Síndrome Metabólico.
2.3.En Síntesis
En la población infantil y adolescente
y en adultos jóvenes con obesidad,
portadora del Síndrome Metabólico,
se concentra el mayor riesgo
cardiovascular. Seguimientos
longitudinales han permitido
identificar a los niños/as con
obesidad de mayor riesgo biológico y
ponderar dichos riesgos. Así, el
seguimiento longitudinal de Princeton en población americana, muestra que el
Síndrome Metabólico y la Diabetes Mellitus afectaron significativamente más a los
adultos que presentaron un SM en la niñez al compararlos con los que no lo
tuvieron.
Estos antecedentes señalan que una estrategia para la prevención de las
enfermedades crónicas, es la pesquisa y tratamiento temprano de la población
infantil y adolescente con obesidad portadora del Síndrome Metabólico.
Un criterio de alarma sencillo y práctico para iniciar el estudio es la pesquisa
de un perímetro de cintura y/ o la presencia de un IMC elevado:
1 IMC ≥ percentil 95 para edad y sexo, según patrón de referencia CDC-
NCHS (Norma MINSAL) o IMC mayor o igual a 30 kg/m2 ; y/o
2 PC ≥ percentil 90 NANHES III para edad y sexo.
* Al final de este documento se adjuntan Anexos con tablas necesarias para la evaluación del
Síndrome Metabólico en niños/as y adolescentes.
Esta última clasificación es, en definitiva,
menos exigente y clasifica a más
niños/as obesos o sobrepeso con
Síndrome Metabólico.
2.3.En Síntesis
En la población infantil y adolescente
y en adultos jóvenes con obesidad,
portadora del Síndrome Metabólico,
se concentra el mayor riesgo
cardiovascular. Seguimientos
longitudinales han permitido
identificar a los niños/as con
obesidad de mayor riesgo biológico y
ponderar dichos riesgos. Así, el
seguimiento longitudinal de Princeton en población americana, muestra que el
Síndrome Metabólico y la Diabetes Mellitus afectaron significativamente más a los
adultos que presentaron un SM en la niñez al compararlos con los que no lo
tuvieron.
Estos antecedentes señalan que una estrategia para la prevención de las
enfermedades crónicas, es la pesquisa y tratamiento temprano de la población
infantil y adolescente con obesidad portadora del Síndrome Metabólico.
Un criterio de alarma sencillo y práctico para iniciar el estudio es la pesquisa
de un perímetro de cintura y/ o la presencia de un IMC elevado:
1 IMC ≥ percentil 95 para edad y sexo, según patrón de referencia CDC-
NCHS (Norma MINSAL) o IMC mayor o igual a 30 kg/m2 ; y/o
2 PC ≥ percentil 90 NANHES III para edad y sexo.
* Al final de este documento se adjuntan Anexos con tablas necesarias para la evaluación del
Síndrome Metabólico en niños/as y adolescentes.
Esta última clasificación es, en definitiva,
menos exigente y clasifica a más
niños/as obesos o sobrepeso con
Síndrome Metabólico.
2.3.En Síntesis
En la población infantil y adolescente
y en adultos jóvenes con obesidad,
portadora del Síndrome Metabólico,
se concentra el mayor riesgo
cardiovascular. Seguimientos
longitudinales han permitido
identificar a los niños/as con
obesidad de mayor riesgo biológico y
ponderar dichos riesgos. Así, el
seguimiento longitudinal de Princeton en población americana, muestra que el
Síndrome Metabólico y la Diabetes Mellitus afectaron significativamente más a los
adultos que presentaron un SM en la niñez al compararlos con los que no lo
tuvieron.
Estos antecedentes señalan que una estrategia para la prevención de las
enfermedades crónicas, es la pesquisa y tratamiento temprano de la población
infantil y adolescente con obesidad portadora del Síndrome Metabólico.
Un criterio de alarma sencillo y práctico para iniciar el estudio es la pesquisa
de un perímetro de cintura y/ o la presencia de un IMC elevado:
1 IMC ≥ percentil 95 para edad y sexo, según patrón de referencia CDC-
NCHS (Norma MINSAL) o IMC mayor o igual a 30 kg/m2 ; y/o
2 PC ≥ percentil 90 NANHES III para edad y sexo.
* Al final de este documento se adjuntan Anexos con tablas necesarias para la evaluación del
Síndrome Metabólico en niños/as y adolescentes.
18. 3. MODELO CAUSAL Y MODELO DE INTERVENCIÓN
Según señalamos anteriormente, la obesidad tiene un origen multicausal, y si bien
la cadena causal no está completamente comprendida, los factores primordiales
para producir el desbalance serían una disminución en el gasto energético,
menor nivel de actividad física y un aumento en la ingesta. Los factores
causales y las estrategias de intervención están íntimamente relacionados. Los
factores predisponentes, que son más cercanos al individuo, como el
comportamiento y la conducta, se manejan con estrategias individuales. Por su
parte, los factores ambientales deben tratarse con estrategias más estructurales y
poblacionales, que puedan llegar a todos indistintamente de su decisión, como
regulaciones, leyes, oferta gratuita de espacios para realizar actividad física,
ciclovías, alimentos más sanos, etc.
Existe consenso en que el énfasis para abordar el sobrepeso y la obesidad, debe
estar en promover estilos de vida saludables desde la infancia, a la edad en
que se forman los hábitos para toda la vida. El gran desafío es de qué forma
las políticas públicas contribuyen a favorecer y permitir que ello ocurra,
interviniendo los ambientes estructuralmente. Nadie discute que puede ser
necesario también ofrecer una alternativa terapéutica a las personas que ya
presentan malnutrición por exceso, aunque la experiencia internacional con
relación al tratamiento de la obesidad es desalentadora, por su alto costo y por los
malos resultados a largo plazo.
Cuando hablamos de
intervenciones en el estilo de
vida, el concepto es integral,
significa dieta sana, actividad
física periódica, prevención
del tabaquismo, alcohol y
drogas, y preocupación por la
salud mental. La pregunta es
cómo hacer realidad estos
buenos propósitos, que
además se complejizan
dado que las personas más
afectadas son también las
de menores ingresos. Por lo
tanto, tienen una capacidad económica limitada para comprar, conocimientos
también limitados para seleccionar y menos opciones para actuar. Por otro lado,
los alimentos menos saludables ejercen un gran atractivo por su publicidad,
menores precios y comodidad en su preparación. Así también, siempre es más
fácil elegir no realizar actividad física, en especial cuando la jornada laboral ha
3. MODELO CAUSAL Y MODELO DE INTERVENCIÓN
Según señalamos anteriormente, la obesidad tiene un origen multicausal, y si bien
la cadena causal no está completamente comprendida, los factores primordiales
para producir el desbalance serían una disminución en el gasto energético,
menor nivel de actividad física y un aumento en la ingesta. Los factores
causales y las estrategias de intervención están íntimamente relacionados. Los
factores predisponentes, que son más cercanos al individuo, como el
comportamiento y la conducta, se manejan con estrategias individuales. Por su
parte, los factores ambientales deben tratarse con estrategias más estructurales y
poblacionales, que puedan llegar a todos indistintamente de su decisión, como
regulaciones, leyes, oferta gratuita de espacios para realizar actividad física,
ciclovías, alimentos más sanos, etc.
Existe consenso en que el énfasis para abordar el sobrepeso y la obesidad, debe
estar en promover estilos de vida saludables desde la infancia, a la edad en
que se forman los hábitos para toda la vida. El gran desafío es de qué forma
las políticas públicas contribuyen a favorecer y permitir que ello ocurra,
interviniendo los ambientes estructuralmente. Nadie discute que puede ser
necesario también ofrecer una alternativa terapéutica a las personas que ya
presentan malnutrición por exceso, aunque la experiencia internacional con
relación al tratamiento de la obesidad es desalentadora, por su alto costo y por los
malos resultados a largo plazo.
Cuando hablamos de
intervenciones en el estilo de
vida, el concepto es integral,
significa dieta sana, actividad
física periódica, prevención
del tabaquismo, alcohol y
drogas, y preocupación por la
salud mental. La pregunta es
cómo hacer realidad estos
buenos propósitos, que
además se complejizan
dado que las personas más
afectadas son también las
de menores ingresos. Por lo
tanto, tienen una capacidad económica limitada para comprar, conocimientos
también limitados para seleccionar y menos opciones para actuar. Por otro lado,
los alimentos menos saludables ejercen un gran atractivo por su publicidad,
menores precios y comodidad en su preparación. Así también, siempre es más
fácil elegir no realizar actividad física, en especial cuando la jornada laboral ha
3. MODELO CAUSAL Y MODELO DE INTERVENCIÓN
Según señalamos anteriormente, la obesidad tiene un origen multicausal, y si bien
la cadena causal no está completamente comprendida, los factores primordiales
para producir el desbalance serían una disminución en el gasto energético,
menor nivel de actividad física y un aumento en la ingesta. Los factores
causales y las estrategias de intervención están íntimamente relacionados. Los
factores predisponentes, que son más cercanos al individuo, como el
comportamiento y la conducta, se manejan con estrategias individuales. Por su
parte, los factores ambientales deben tratarse con estrategias más estructurales y
poblacionales, que puedan llegar a todos indistintamente de su decisión, como
regulaciones, leyes, oferta gratuita de espacios para realizar actividad física,
ciclovías, alimentos más sanos, etc.
Existe consenso en que el énfasis para abordar el sobrepeso y la obesidad, debe
estar en promover estilos de vida saludables desde la infancia, a la edad en
que se forman los hábitos para toda la vida. El gran desafío es de qué forma
las políticas públicas contribuyen a favorecer y permitir que ello ocurra,
interviniendo los ambientes estructuralmente. Nadie discute que puede ser
necesario también ofrecer una alternativa terapéutica a las personas que ya
presentan malnutrición por exceso, aunque la experiencia internacional con
relación al tratamiento de la obesidad es desalentadora, por su alto costo y por los
malos resultados a largo plazo.
Cuando hablamos de
intervenciones en el estilo de
vida, el concepto es integral,
significa dieta sana, actividad
física periódica, prevención
del tabaquismo, alcohol y
drogas, y preocupación por la
salud mental. La pregunta es
cómo hacer realidad estos
buenos propósitos, que
además se complejizan
dado que las personas más
afectadas son también las
de menores ingresos. Por lo
tanto, tienen una capacidad económica limitada para comprar, conocimientos
también limitados para seleccionar y menos opciones para actuar. Por otro lado,
los alimentos menos saludables ejercen un gran atractivo por su publicidad,
menores precios y comodidad en su preparación. Así también, siempre es más
fácil elegir no realizar actividad física, en especial cuando la jornada laboral ha
19. sido extenuante y aún quedan varias labores familiares por realizar. El panorama
parece difícil de enfrentar y corregir.
3.1.Cambiar el Comportamiento
Modificar conductas requiere conocimiento, entender de qué estamos hablando y
por qué será mejor la nueva conducta o hábito. Pero esto implica más que sólo
educar; un abordaje integral debe considerar los determinantes sociales que
se vinculan a las conductas no saludables, como condición socioeconómica,
nivel educacional, cultura y ocupación, entre otras. Por tanto, cambiar el estilo
de vida debe ser una política pública intersectorial que atienda esos
determinantes, se acerque a la comunidad y entienda cuáles son las limitantes
para el cambio, las que pueden ser distintas para diferentes grupos poblacionales.
En este sentido, los países más
desarrollados están adoptando
legislaciones y regulaciones que
aseguren información nutricional veraz y
comprensible, evitando la publicidad
que desorienta y confunde al
consumidor. Incorporar obligatoriamente
en los establecimientos educacionales
información sobre alimentación y
nutrición, junto a la práctica regular de
actividad física, facilita que todos los
grupos accedan al cambio conductual,
aunque al principio sea por obligación.
Realizar campañas de marketing social modernas y atractivas para promover los
estilos de vida saludable, asociándolos por ejemplo a personajes relevantes para
la sociedad, contribuye a que la gente los reciba mejor y los incorpore a su vida
como modelo de satisfacción y no sólo de salud.
3.2.Modelo de Intervención Social
Realizar campañas de marketing social modernas y atractivas para promover los
estilos de vida saludable, asociándolos por ejemplo a personajes relevantes para
la sociedad, contribuye a que la gente los reciba mejor y los incorpore a su vida
como modelo de satisfacción y no sólo de salud.
sido extenuante y aún quedan varias labores familiares por realizar. El panorama
parece difícil de enfrentar y corregir.
3.1.Cambiar el Comportamiento
Modificar conductas requiere conocimiento, entender de qué estamos hablando y
por qué será mejor la nueva conducta o hábito. Pero esto implica más que sólo
educar; un abordaje integral debe considerar los determinantes sociales que
se vinculan a las conductas no saludables, como condición socioeconómica,
nivel educacional, cultura y ocupación, entre otras. Por tanto, cambiar el estilo
de vida debe ser una política pública intersectorial que atienda esos
determinantes, se acerque a la comunidad y entienda cuáles son las limitantes
para el cambio, las que pueden ser distintas para diferentes grupos poblacionales.
En este sentido, los países más
desarrollados están adoptando
legislaciones y regulaciones que
aseguren información nutricional veraz y
comprensible, evitando la publicidad
que desorienta y confunde al
consumidor. Incorporar obligatoriamente
en los establecimientos educacionales
información sobre alimentación y
nutrición, junto a la práctica regular de
actividad física, facilita que todos los
grupos accedan al cambio conductual,
aunque al principio sea por obligación.
Realizar campañas de marketing social modernas y atractivas para promover los
estilos de vida saludable, asociándolos por ejemplo a personajes relevantes para
la sociedad, contribuye a que la gente los reciba mejor y los incorpore a su vida
como modelo de satisfacción y no sólo de salud.
3.2.Modelo de Intervención Social
Realizar campañas de marketing social modernas y atractivas para promover los
estilos de vida saludable, asociándolos por ejemplo a personajes relevantes para
la sociedad, contribuye a que la gente los reciba mejor y los incorpore a su vida
como modelo de satisfacción y no sólo de salud.
sido extenuante y aún quedan varias labores familiares por realizar. El panorama
parece difícil de enfrentar y corregir.
3.1.Cambiar el Comportamiento
Modificar conductas requiere conocimiento, entender de qué estamos hablando y
por qué será mejor la nueva conducta o hábito. Pero esto implica más que sólo
educar; un abordaje integral debe considerar los determinantes sociales que
se vinculan a las conductas no saludables, como condición socioeconómica,
nivel educacional, cultura y ocupación, entre otras. Por tanto, cambiar el estilo
de vida debe ser una política pública intersectorial que atienda esos
determinantes, se acerque a la comunidad y entienda cuáles son las limitantes
para el cambio, las que pueden ser distintas para diferentes grupos poblacionales.
En este sentido, los países más
desarrollados están adoptando
legislaciones y regulaciones que
aseguren información nutricional veraz y
comprensible, evitando la publicidad
que desorienta y confunde al
consumidor. Incorporar obligatoriamente
en los establecimientos educacionales
información sobre alimentación y
nutrición, junto a la práctica regular de
actividad física, facilita que todos los
grupos accedan al cambio conductual,
aunque al principio sea por obligación.
Realizar campañas de marketing social modernas y atractivas para promover los
estilos de vida saludable, asociándolos por ejemplo a personajes relevantes para
la sociedad, contribuye a que la gente los reciba mejor y los incorpore a su vida
como modelo de satisfacción y no sólo de salud.
3.2.Modelo de Intervención Social
Realizar campañas de marketing social modernas y atractivas para promover los
estilos de vida saludable, asociándolos por ejemplo a personajes relevantes para
la sociedad, contribuye a que la gente los reciba mejor y los incorpore a su vida
como modelo de satisfacción y no sólo de salud.
20. Hasta ahora, los esfuerzos han estado puestos en medidas centradas en el
individuo y la familia, mediante controles de salud, intervenciones para pacientes
obesos, entrega de educación individual, consejería en vida sana y otras
modalidades. Sin embargo, cada vez hay más evidencia de la necesidad de
enfrentar el problema con mayor “responsabilidad social”; la sociedad en su
conjunto debe favorecer la adopción de estilos de vida más saludables.
En la imagen se observa la intervención de obesidad en base al modelo causal,
con estrategias individuales, familiares, a nivel escolar, de comunidades y también
nacional.
Hasta ahora, los esfuerzos han estado puestos en medidas centradas en el
individuo y la familia, mediante controles de salud, intervenciones para pacientes
obesos, entrega de educación individual, consejería en vida sana y otras
modalidades. Sin embargo, cada vez hay más evidencia de la necesidad de
enfrentar el problema con mayor “responsabilidad social”; la sociedad en su
conjunto debe favorecer la adopción de estilos de vida más saludables.
En la imagen se observa la intervención de obesidad en base al modelo causal,
con estrategias individuales, familiares, a nivel escolar, de comunidades y también
nacional.
Hasta ahora, los esfuerzos han estado puestos en medidas centradas en el
individuo y la familia, mediante controles de salud, intervenciones para pacientes
obesos, entrega de educación individual, consejería en vida sana y otras
modalidades. Sin embargo, cada vez hay más evidencia de la necesidad de
enfrentar el problema con mayor “responsabilidad social”; la sociedad en su
conjunto debe favorecer la adopción de estilos de vida más saludables.
En la imagen se observa la intervención de obesidad en base al modelo causal,
con estrategias individuales, familiares, a nivel escolar, de comunidades y también
nacional.
21. 4. INTERVENCIONES
Es posible observar dos tipos de
intervenciones individuales. En primer lugar,
aquellas destinadas a generar estilos de
alimentación y actividad física a través de
la aplicación de consejería en vida sana y
guías anticipatorias durante el control de
salud, con el fin de prevenir una ganancia de
peso excesiva; y en segundo lugar, aquellas
que tratan a los niños que ya están
obesos.
Para remover o disminuir los factores de
riesgo, la literatura recomienda
intervenciones a nivel comunitario, en
escuelas, centros de salud y de familia y a
nivel del propio individuo.
Al analizar la bibliografía, se advierte la
existencia de abundante evidencia concluyente que demuestra como las
intervenciones en actividad física a pre-escolares y escolares de enseñanza
primaria y secundaria, producen modificaciones en distintos parámetros
antropométricos, disminuyendo el riesgo de sobrepeso (López, 2010).
Todas estas intervenciones tuvieron una duración que varió entre 3,5 y 72 meses.
En algunas se incorporó la participación de la familia, además de temas
alimentarios, y en otras se agregó en las mallas curriculares el trabajo de actividad
física y educación en alimentación, obteniendo la modificación del Índice de Masa
Corporal de los niños y niñas (López, 2010).
Es importante resaltar que las estrategias que sólo utilizan educación en sala de
clases, no producen un aumento en los niveles de actividad física. Son los
modelos activos que incluyen estrategias estructurales, los que efectivamente
producen un aumento de la actividad física en las escuelas, observándose un
efecto aún mayor cuando se incorpora a la familia y a la comunidad (Naylor,
2009).
En las intervenciones efectuadas para modificar la alimentación se han utilizado
diversas estrategias de trabajo, que abarcan desde la educación alimentario-
nutricional hasta la implementación de políticas tendientes a disminuir la oferta de
alimentos altamente energéticos. Existe consenso que la vida al aire libre es una
estrategia que debe ser implementada para estimular la actividad física en
niños/as y adultos. Se reconoce además que se trata de una alternativa costo-
4. INTERVENCIONES
Es posible observar dos tipos de
intervenciones individuales. En primer lugar,
aquellas destinadas a generar estilos de
alimentación y actividad física a través de
la aplicación de consejería en vida sana y
guías anticipatorias durante el control de
salud, con el fin de prevenir una ganancia de
peso excesiva; y en segundo lugar, aquellas
que tratan a los niños que ya están
obesos.
Para remover o disminuir los factores de
riesgo, la literatura recomienda
intervenciones a nivel comunitario, en
escuelas, centros de salud y de familia y a
nivel del propio individuo.
Al analizar la bibliografía, se advierte la
existencia de abundante evidencia concluyente que demuestra como las
intervenciones en actividad física a pre-escolares y escolares de enseñanza
primaria y secundaria, producen modificaciones en distintos parámetros
antropométricos, disminuyendo el riesgo de sobrepeso (López, 2010).
Todas estas intervenciones tuvieron una duración que varió entre 3,5 y 72 meses.
En algunas se incorporó la participación de la familia, además de temas
alimentarios, y en otras se agregó en las mallas curriculares el trabajo de actividad
física y educación en alimentación, obteniendo la modificación del Índice de Masa
Corporal de los niños y niñas (López, 2010).
Es importante resaltar que las estrategias que sólo utilizan educación en sala de
clases, no producen un aumento en los niveles de actividad física. Son los
modelos activos que incluyen estrategias estructurales, los que efectivamente
producen un aumento de la actividad física en las escuelas, observándose un
efecto aún mayor cuando se incorpora a la familia y a la comunidad (Naylor,
2009).
En las intervenciones efectuadas para modificar la alimentación se han utilizado
diversas estrategias de trabajo, que abarcan desde la educación alimentario-
nutricional hasta la implementación de políticas tendientes a disminuir la oferta de
alimentos altamente energéticos. Existe consenso que la vida al aire libre es una
estrategia que debe ser implementada para estimular la actividad física en
niños/as y adultos. Se reconoce además que se trata de una alternativa costo-
4. INTERVENCIONES
Es posible observar dos tipos de
intervenciones individuales. En primer lugar,
aquellas destinadas a generar estilos de
alimentación y actividad física a través de
la aplicación de consejería en vida sana y
guías anticipatorias durante el control de
salud, con el fin de prevenir una ganancia de
peso excesiva; y en segundo lugar, aquellas
que tratan a los niños que ya están
obesos.
Para remover o disminuir los factores de
riesgo, la literatura recomienda
intervenciones a nivel comunitario, en
escuelas, centros de salud y de familia y a
nivel del propio individuo.
Al analizar la bibliografía, se advierte la
existencia de abundante evidencia concluyente que demuestra como las
intervenciones en actividad física a pre-escolares y escolares de enseñanza
primaria y secundaria, producen modificaciones en distintos parámetros
antropométricos, disminuyendo el riesgo de sobrepeso (López, 2010).
Todas estas intervenciones tuvieron una duración que varió entre 3,5 y 72 meses.
En algunas se incorporó la participación de la familia, además de temas
alimentarios, y en otras se agregó en las mallas curriculares el trabajo de actividad
física y educación en alimentación, obteniendo la modificación del Índice de Masa
Corporal de los niños y niñas (López, 2010).
Es importante resaltar que las estrategias que sólo utilizan educación en sala de
clases, no producen un aumento en los niveles de actividad física. Son los
modelos activos que incluyen estrategias estructurales, los que efectivamente
producen un aumento de la actividad física en las escuelas, observándose un
efecto aún mayor cuando se incorpora a la familia y a la comunidad (Naylor,
2009).
En las intervenciones efectuadas para modificar la alimentación se han utilizado
diversas estrategias de trabajo, que abarcan desde la educación alimentario-
nutricional hasta la implementación de políticas tendientes a disminuir la oferta de
alimentos altamente energéticos. Existe consenso que la vida al aire libre es una
estrategia que debe ser implementada para estimular la actividad física en
niños/as y adultos. Se reconoce además que se trata de una alternativa costo-