La revolución industrial se inició a mediados del siglo XVIII y continuó durante el siglo XIX. Se caracterizó por el uso extensivo de maquinaria en la industria y trajo consigo importantes innovaciones tecnológicas en la agricultura y la manufactura. Esto condujo a problemas sociales como las malas condiciones laborales, bajos salarios y la aparición de conflictos entre las clases sociales. La segunda revolución industrial en el siglo XIX continuó impulsando el desarrollo industrial mediante inventos como el telégrafo, el