1) Los griegos de Atenas se enfrentaron a los persas en la Batalla de Maratón en el año 490 a.C. para defender su democracia y filosofía. 2) Milcíades, el general ateniense, lideró un ejército inferior en número contra los persas bloqueando su avance en un valle estratégico. 3) Tras resistir el ataque inicial de flechas, los hoplitas atenienses, mejor armados y entrenados, lograron detener las cargas de la infantería persa y pasar al contraataque,
Estrategias de la guerra antigua de la humanidadargoniano
Las estrategias de la guerra mas inteligentes de la humanidad antes de cristo, en donde el ingenio humano es el factor determinante de la victoria en una guerra no solo de invencion de armas, sino en el choque de mentes.
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Estrategias desarrolladas en batallas de la historia antigua antes de cristo.
Aplicación de estas mismas y victorias gracias a ellas
5 batallas, caballo de Troya y los Trescientos.
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJEjecgjv
La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
Documento sobre las diferentes fuentes que han servido para transmitir la cultura griega, y que supone la primera parte del tema 4 de "Descubriendo nuestras raíces clásicas", optativa de bachillerato en la Comunitat Valenciana.
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LA BATALLA DE MARATÓN
Produced by Four in Hand Entertainment Group, Inc.For History (2009) A&B Television
Networks
Manuel González Riquelme
¿QUIÉN LUCHÓ? Griegos contra persas.
AÑO: 490 a. C.
COMANDANTES: Milcíades contra Datis.
¿QUÉ ESTABA EN JUEGO? La democracia y la filosofía griegas.
La expedición
600 barcos persas arrasan Eretría en la isla de Eubea. Pero Eubea no es el destino final, se
dirigen a Atenas. Recorrieron el Mediterráneo Occidental saltando de isla en isla algo parecido a
lo que los marines americanos hicieron durante la Batalla del Pacífico en la Segunda Guerra
Mundial. Fueron invadiendo islas pequeñas y convirtiéndolas en bases logísticas para lograr una
posición desde la que poder atacar Atenas. Desde Eretría se dirigen a Atenas.
El imperio persa
El imperio persa es enorme desde el Indo al Nilo. Persia era el mayor imperio que la historia
había conocido no sólo en términos geográficos sino también demográficos. Millones de
personas y era una de las culturas más avanzadas en técnicas como la arquitectura, la escritura,
el diseño. Era un imperio multinacional. Integraba religiones y más nacionalidades de las que
hubiera existido en cualquier otro imperio.
Atenas
Atenas, por el contrario es una gran entre las heterogéneas ciudades-Estado griegas. Desde
Macedonia en el norte hasta Atenas, Corinto, Esparta. Cada ciudad-Estado era una sociedad
independiente, tenía sus propias tierras, ejército, leyes.
¿Cómo tomar Atenas?
Una posibilidad es atacar Atenas desde el mar. Pero un ataque anfibio desde el mar contra una
ciudad amurallada puede ser un suicidio. Por tanto, Datis decide no atacar Atenas de frente sino
buscar un lugar a unos 40 kilómetros de distancia, desembarcar allí y considerar un par de
posibilidades.
Maratón
Los barcos echan amarras en la bahía de Maratón y desembarcaron en la playa de Schoinias. A
continuación, los persas acampan al nordeste de la llanura junto al Gran Pantano.
Milcíades
Los persas están a punto de caer sobre Atenas. Los atenienses saben que rendirse no es una
opción. No se ponen de acuerdo sobre cómo deben prepararse: deberían hacerse fuertes tras
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los muros de la ciudad o salir al encuentro de los persas para luchar. Milcíades pertenece a una
influyente familia ateniense. A los 35 años se hace cargo de una colonia griega en Jonia en la
frontera del imperio persa en Queroneso en la península del Helesponto. Gobierna como un
tirano por lo que es muy poco apreciado en Atenas. El territorio de Milcíades es absorbido por el
imperio persa en expansión. Es obligado a hacer el servicio militar. Se convierte en un
mercenario persa y debe luchar junto a sus conquistadores. Los persas se expanden hacia el
norte cruzan el río Danubio e invaden Scythia situada entre Europa del este y Asía. Milcíades era
el encargado de custodiar los puentes sobre el Danubio a los que el ejército persa había llegado
para entrar en Scythia y continuar la campaña. Después de tres largos años en Scythia,
Milcíades decidió que ya había tenido bastante. Nunca había tenido mucho aprecio por los
persas e intentó que otros generales griegos acordasen quemarlos, después de que Darío y su
ejército los cruzasen para que muriesen de hambre o los matasen. Sus colegas griegos no
aceptaron la propuesta pero los servicios de inteligencia persas descubrieron el plan. Aquello no
les hizo ninguna gracia. Milcíades huye a Atenas. Allí tampoco es bienvenido. Los atenienses
aún recuerdan a Milcíades como un tirano y lo encarcelan. Tres años después de su llegada a
Atenas Milcíades se enfrenta a la pena de muerte por tiranía pero guarda un as en la manga:
sabe qué planean los persas: los persas se dirigen a Atenas para destruirla. Los atenienses no
solo perdonan la vida a Milcíades además lo nombran general. Pero Milcíades tiene que
plantearse qué destino es peor: la ejecución o morir en el combate contra los persas. El general
decide enfrentarse a los persas en el campo de batalla. No obstante, la decisión final no depende
de él. La democracia ateniense también rige en su ejército. La decisión depende de un Consejo
formado por diez generales: atacar o retirarse y tratar de conseguir ayuda de otras ciudades-
Estado griegas. El resultado de la votación es un empate. El voto clave corresponde a Calímaco.
Es el Polemarca, un puesto simbólico del ejército ateniense. Milcíades explica: “De ti depende
que Atenas sea condenada a la esclavitud o se convierta en el mayor de todos los Estados
griegos. Si no luchamos la democracia se resquebrajará y nos convertiremos en una presa fácil
para los persas”. Milcíades persuade a Calímaco que vota a favor del ataque. Milcíades dirige
todo el ejército ateniense, unos 10.000 hombres a 42 kilómetros hacia el este, destino: la llanura
de Maratón.
Contingentes
El ejército persa es colosal. Dos veces mayor que el ateniense: 20.000 soldados de infantería,
3000 arqueros, 2000 soldados de caballería. El estratega ateniense analiza la situación y percibe
de inmediato su inferioridad numérica. Incluso si logran frenar a la infantería, los atenienses no
tienen forma de contrarrestar a la caballería. La caballería es la clave del éxito militar de los
persas. Fue uno de los primeros ejércitos que integraron los caballos y la infantería pesada para
formar un doble ataque devastador. Así lograban dirigir a sus enemigos hacia la brutal potencia
de las líneas de la infantería. Los atenienses nunca se han enfrentado a un ejército semejante.
1º antecedente de este conflicto
En el año 540 Atenas y Esparta se enfrentan en campo abierto. Atenas es conocida como la
cuna de la democracia. Esparta es una sociedad militar. De estructura nobiliaria patriarcal.
Atenas es una timocracia gobernada por Hipias. Un golpe de Estado con ayuda de los
espartanos liquida a Hipias. Después de esto, los espartanos no se van a casa sin más. El
problema ahora es cómo deshacerse de los espartanos. Los atenienses se levantaron en armas
y los expulsaron. Esparta se dispone a atacar. Atenas infravalora sus posibilidades y pide la
ayuda del imperio persa. Un Estado griego: Atenas, trata de aliarse con un Estado mayor: el
imperio persa para protegerse de la agresión de otro Estado: Esparta. Atenas envía un emisario
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a Jonia. La misión tiene éxito. Los persas acceden ayudar pero ponen una condición: una
ofrenda de tierra y agua. Los atenienses no entienden lo que significa esto. Para ellos es un
acuerdo más. Para los persas significa que Atenas queda hipotecada al imperio persa. Atenas se
ha convertido en colonia persa. Cuando dos culturas diferentes llegan a un acuerdo, dicho
acuerdo no significa lo mismo para cada parte, el contexto cultural es diferente. A continuación,
los espartanos atacan tan rápido que Atenas no tiene tiempo de avisar a su nuevo aliado. Los
atenienses luchan para conservar la democracia e impiden la invasión espartana. Los atenienses
no han necesitado la ayuda de los persas. Han derrotado a Esparta ellos solos. Ahora los
atenienses creen que su acuerdo con los persas carece de valor y se lo dicen, incluso, a los
persas. Esto enfurece a Darío I. Para Persia aquello significaba una revuelta. Darío promete
someter a Atenas. Los persas envían emisarios a Atenas que exigen el pago de los impuestos
habituales. Los atenienses los arrojan a un pozo donde los dejan morir. El acuerdo entre Atenas
y Persia desencadenará un conflicto entre oriente y occidente que durará siglos. La primera
batalla será Maratón.
¿Cómo compensar la inferioridad numérica?
La respuesta está en el terreno. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la ruta exacta
que debieron seguir los persas hasta Atenas. Algunos creen que por la costa una ruta que cruza
el pantano de Vrexiza. Esto era factible pero el ejército persa hubiera tenido un problema: el
ejército ateniense por su flanco derecho, en su flanco izquierdo el mar. La otra forma es cruzar
las montañas desde el valle de Vrana.
La táctica
La entrada al valle no es demasiado ancha. Milcíades decide bloquear el valle desplegando sus
tropas a la entrada para impedir que los persas continúen avanzando. Sitúa su infantería en el
valle como un tapón de botella. La falange ateniense se compone de líneas de soldados
fuertemente entrelazados pueden avanzar y retroceder con facilidad pero no moverse
lateralmente. Es eficaz para conservar el terreno y avanzar cada fila de soldados. Utiliza los
escudos de la fila contigua para formar un muro blindado. El estratega ancla sus flancos en la
ladera de la colina. Sabe que los puntos débiles de la falange griega son sus flancos. Siempre ha
sido derrotada por los flancos de otra falange o por la caballería enemiga. Gracias a esta
logística ha eliminado la caballería. Es una maniobra brillante.
Los persas
Datis prepara su infantería. Durante tres días, los persas forman listos para la batalla pero los
griegos optan por no enfrentarse a ellos y permanecer en su zona de protección. Cada día sin
luchar es una victoria. Su función es bloquear el camino para proteger Atenas por tanto, si los
persas deciden quedarse allí durante varias semanas, a Milcíades le parecerá bien. Pero los
persas se impacientan. Lanzan su ataque. Los atenienses adoptan su posición de combate.
Primero tienen que soportar una lluvia de flechas, el muro de proyectiles ocultando el sol y
cayendo literalmente sobre los atenienses. Los atenienses se sacuden las flechas de encima
como si fueran mosquitos.
El hoplón
Sólo disponemos de una fuente: Heródoto. Heródoto presenta serios problemas de
interpretación. Lo que sabemos es que Datis sólo puede ordenar un ataque frontal. Un combate
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cuerpo a cuerpo. Los persas atacan. El hoplón ayuda a los atenienses a crear el muro que
contiene la ofensiva. El hoplón es una innovación bélica revolucionaria. Es un gran escudo
circular de madera en forma de cuenco y cubierto de bronce. Puede resistir las flechas y los
golpes de espada sin astillarse. Lo que lo hace notable es su empuñadura denominada argive. El
soldado pasa su brazo por una abrazadera de cuero fijada en el centro del escudo y agarra un
asa situada en el borde. Esto otorga más control y más fuerza con el escudo. Da más fuerza al
antebrazo.
El dory
Los atenienses logran detener la intensa carga de los persas. Pasan al ataque. El arma principal
es el dory una pesada lanza de madera de fresno. Mide más de dos metros y tiene una afilada
punta de hierro. El dory puede atravesar escudos y armaduras. No es una lanza para arrojar sino
para atacar. En el siglo VI a. C. la mayoría de los soldados atenienses visten una delgada
armadura laminar hecha de tiras de lino y cuero entrelazadas. Algunos portan corazas pesadas y
rígidas con placas de bronce esculpidas para simular un torso musculoso. Los cascos de bronce
con sus penachos de crin protegen sus cabezas y las espinilleras, la parte inferior de sus
piernas. Los hoplitas van blindados de pies a cabeza. Datis ordena sucesivos ataques de la
infantería pero no consigue nada.
2º antecedente de la batalla de Maratón.
¿Qué hizo Atenas para insultar de tal modo al imperio persa? Maratón es mucho más que un
tratado incumplido. Aristágoras había renunciado a la tiranía y proclama en Mileto la isonomía, la
igualdad de los ciudadanos ante la ley. En Atenas había sido Clístenes el primero en proclamar
esta idea. Ahora vemos como la idea se extiende por toda jonia. Sin la ayuda de la metrópoli el
movimiento era demasiado débil frente a la fuerza superior del imperio persa. En el invierno del
año 500, diez años antes de la batalla de Maratón, Aristágoras se trasladó a Grecia. Atenas y
Eretría prometieron enviar contingentes de tropas para ayudar a los jonios. Los jonios iniciaron la
guerra con un golpe contra Sardes, la capital de Lidia. La ciudad fue pasada a sangre y fuego,
pero los jonios no lograron tomar la acrópolis donde el sátrapa y la guarnición persa se habían
replegado. A continuación del incendio de Sardes no sólo se unieron las ciudades griegas de la
Propóntide y del Bósforo, sino también los carios y los licios, e inclusive los chipriotas se
sacudieron el dominio persa. Era una revolución. La sublevación amenazaba importantes
arterias de comunicación del imperio persa; la satrapía de Tracia quedó totalmente aislada. Los
persas tenían un plan de conjunto. Primero lograron recuperar Chipre. La última ciudad de la isla
Solos cae en el 496. También junto al Helesponto y en la Caria realizaron los persas progresos,
la red se fue estrechando cada vez más alrededor de Mileto, centro de la sublevación. Mileto
cayó en el 495, la ciudad fue destruida por los persas y sus habitantes fueron deportados a la
región del curso inferior del Tigris. Entre los artesanos que participaron en la construcción del
palacio imperial de Susa, figuran en la inscripción de Darío, nombres jonios y carios. El fracaso
de la sublevación jonia había demostrado al mundo la superioridad del imperio persa.
Aristágoras no ha presenció el desenlace de la revuelta pues había perecido en Tracia, en lucha
con los bandidos edones en el 496. Los atenienses ordenaron el regreso de Jonia de su
pequeña expedición ya en el 498. Darío prometió venganza contra Atenas por el apoyo a Jonia.
Esto ocurrirá en septiembre del año 490 en Maratón.
El terreno es la ventaja
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Los persas habían elegido el campo de batalla acampando en Maratón pero los atenienses
habían elegido el terreno con el fin de obtener una ventaja. El truco da resultado. La infantería
ligera se retira pero ahora Milcíades deberá enfrentarse a las tropas de élite de la infantería
pesada persa: los inmortales. Con el rostro oculto marchaban a la batalla en completo silencio.
La presencia de los inmortales obliga a Milcíades a cambiar su táctica. La posición en la que se
encuentra sigue siendo demasiado ancha para las tropas de las que dispone. Lo que hace es
debilitar su centro y desplazar las tropas adicionales, de esta manera vemos un ejército
relativamente débil en el centro pero con poderosas falanges a cada lado. Debilitar el centro es
una apuesta arriesgada pero hará algo más: decide adelantar sus tropas más allá de la
protección del valle. Si se queda donde está, cuando el centro sea atacado cederá. Si eso
ocurre, no dispondrá suficiente espacio para que las poderosas falanges de los extremos
maniobren hacia el interior. Tiene un problema táctico muy delicado. El griego debe hacer
avanzar sus tropas para que las falanges dispongan de espacio para maniobrar, si se aleja
demasiado, los persas podrían superar sus flancos y rodearlos. Toma estas decisiones sobre la
marcha. No sabrá cuánto puede alejarse hasta que no haya marcha atrás. El estratega griego
tiene que decidirse, los inmortales se acercan. Ordena a sus tropas que cambien de posición.
Heródoto dice que los hoplitas griegos corren a la batalla por primera vez. ¿Por qué nunca lo
habían hecho antes? Por el agotamiento. Los griegos llevan una armadura pesada y lanzas
largas. Si corren consumen una gran cantidad de energía. Correr plantea otro problema con las
falanges, su fuerza radica en su cohesión. Si se debilita conforme avanza inmediatamente se
vuelve vulnerable. Heródoto describe un cambio de posición a la carrera, no un movimiento de
combate a la carrera. Al recibir la orden, todos avanzarían unos 200 metros intentando no perder
la posición. Se detendrían y volverían a formar muy rápidamente. Así, en el momento de entrar
en el combate con los persas, las unidades estarían de nuevo en formación con las filas listas
para recibir la carga.
La carga
Ambos ejércitos chocan. La batalla es enloquecida. Los atenienses se ven obligados a
retroceder. El centro se está debilitando. No puede resistir la arremetida persa y está a punto de
ceder. La presa hoplita está a punto de reventar. Los flancos, en cambio, resisten. La táctica
habitual de la infantería persa es situar sus unidades fuertes en el centro y las más débiles en los
flancos apoyadas por la caballería. Milcíades lo sabía y desvía sus propias tropas hacia los
flancos. La caballería persa es inútil en ese terreno y los atenienses pueden abrir brechas en los
debilitados flancos de los persas. Heródoto afirma que justo antes del colapso del centro, las
tropas fueron arengadas por sus oficiales y contraatacaron. Detienen el ataque enemigo por el
centro. En ese momento, las poderosas falanges de los extremos se cierran atrapando a sus
enemigos en una uve que se va cerrando y los aniquilan.
La victoria
Milcíades ha dado un giro decisivo a la batalla. La batalla de Maratón se ha convertido en un
baño de sangre persa. Los persas cercados por tres lados no pueden maniobrar. El pánico
cunde entre las tropas persas. Una de las causas del pánico fue el propio caos de la batalla y
algo que sucede a los hombres en combate sin importar lo bien adiestrados que estén y lo
disciplinados que sean. El pavor se abre paso en sus mentes. Cuando eso sucede, todo ha
terminado. No se puede parar. Mueren más de 6000 persas, los atenienses pierden menos de
200 hombres, uno de los caídos es Calímaco. Maratón no es un ejemplo de maniobra de pinza o
doble envolvimiento. No fue realmente así. Milcíades sólo utiliza un contingente de tropas, no
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rodea completamente al enemigo. Los persas todavía disponen de una vía de retirada y la
utilizan: huyen hacia la playa a la carrera.
El Dunkerke de Datis
Es improbable que los atenienses persiguieran de inmediato a los persas porque los atenienses
estarían completamente agotados. Lo más probable es que Milcíades y sus hombres
descansasen antes del volver al ataque. Los persas tuvieron que tardar un tiempo, entre 8 y 10
horas, en recoger a sus heridos y sus caballos e intentar llevarlos hacia los barcos. En ese
tiempo, los griegos tuvieron tiempo de descansar formar de nuevo y empezar a marchar (no
perseguir) hacia la playa para obligar a los persas a huir. El combate estalla de nuevo cuando los
soldados de la retaguardia intentan proteger la retirada persa. Los atenienses los aniquilan y
capturan a siete de los barcos que intentan huir.
Fidípides
El peligro no ha desaparecido. Los persas no ponen rumbo a Asia, se dirigen directamente hacia
Atenas. Milcíades envía a un mensajero griego Fidípides para que informe de la victoria. El
ateniense recorre los 41,84 kilómetros, llega a Atenas, levanta los brazos y exclama: “¡Niké!” y
cae muerto de un infarto o un derrame cerebral. Desde entonces llamamos “Maratón” a una
carrera de esta distancia. En este momento, Milcíades se da cuenta de que la batalla aún no ha
terminado. Envía otro mensajero a Atenas para alertarlos. A continuación, reúne sus tropas para
regresar a la ciudad a marchas forzadas. Es difícil imaginar el cansancio de aquellos soldados de
infantería pero si pretenden salvar Atenas tienen que seguir adelante. Los atenienses marchan
durante toda la noche. No podemos saber cuánto tiempo necesitarían los barcos persas para
alcanzar Atenas desde Maratón. Tendrían que superar por mar unos 100 kilómetros. Un barco
de la época podría hacerlo en unas 10 horas. Todo depende de las condiciones meteorológicas y
el peso del barco. También es posible que algunos barcos hubieran partido con la caballería un
día o dos antes. Por consiguiente, Milcíades no está seguro de si ha ganado la batalla habiendo
perdido la guerra. A la mañana siguiente el comandante persa Datis entra en la bahía de Falero
frente a Atenas. El ejército ateniense se había anticipado y había tomado posiciones en el
gimnasio de Cinosargos. Datis analiza la situación. Comprende las dificultades que entraña un
desembarco anfibio. Lo piensa mejor, se vuelve hacia su timonel y le ordena dar media vuelta y
regresar a Persia. Atenas sigue siendo libre.
El Partenón
Para conmemorar la victoria, los atenienses construyen uno de los edificios más emblemáticos
de la historia de la humanidad: El Partenón, en honor de la diosa Atenea. En sus paredes tallan
192 figuras una por cada ateniense caído en Maratón.
El destino de Datis
Tras la derrota de Maratón Datis regresó a la corte del rey Darío. Hay quien opina que fue
ejecutado tras su fracaso. Aunque no hay pruebas de ello, eso es lo último que sabemos de
Datis. Lo que sí sabemos es que Darío estaba furioso. Darío jura que si vive lo suficiente se
vengara de los atenienses pero no vive lo suficiente. La venganza recae en el hijo de Darío
Jerjes. Diez años después de Maratón viajará personalmente a Grecia para cumplir los deseos
de su padre en las Termópilas. En el paso de las Termópilas, Leónidas, utilizará contra los
persas las mismas tácticas que Milcíades. S
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Conclusión
La victoria ateniense fue de gran importancia. Demostraba que los hoplitas griegos eran
superiores a los persas. Asimismo, la estrategia griega había sido superior. Milcíades conocía a
los persas, entendía su táctica y había anticipado el ataque persa contra Atenas después de la
batalla. Para los persas, las pérdidas no significaban nada. La batalla les había demostrado que
con pequeñas escaramuzas nada se lograba y que se necesitaba un planteamiento cuidadoso y
de mayor envergadura si se quería doblegar a los griegos. Para éstos, por su parte, el éxito de
Maratón reforzó la voluntad de resistir hasta lo último a su poderoso adversario. Maratón está
unido al nombre de Milcíades. Es el primer general destacado de occidente. La gloria de la
batalla ganada tiene que compartirla con Calímaco. El nombre de Calímaco cayó en el olvido.
Sólo la estatua de la victoria y la inscripción en El Partenón hicieron justicia a tan honorable
Polemarca.