La antigua Mesopotamia se encontraba entre los ríos Tigris y Éufrates y fue el cuna de la primera civilización. Estaba habitada por diversos pueblos como los sumerios, acadios y babilonios que vivían en ciudades-estado. Las ciudades mesopotámicas solían estar amuralladas y tener casas sencillas organizadas alrededor de un patio central y un templo principal. La arquitectura religiosa incluía grandes zigurats escalonados.