Carlota soñaba con diferentes tipos de familias ideales mientras esperaba ser adoptada en un orfanato. Cuando conoció a su nueva familia, descubrió que aunque no eran exactamente lo que había imaginado, podía encontrar pequeños pedazos de sus sueños en ellos, como chocolate, tesoros escondidos, gatitos y estrellas en el techo. Carlota se dio cuenta de que había encontrado a su familia perfecta.