3. La lactancia debe ser uno de los procesos más importantes
para la unión entre una madre y un hijo. Es un acto donde no sólo
influyen factores fisiológicos, sino que también la cercanía y la
continuidad.
4. Cuando se da a luz, nacen una serie de dudas que resolver y
mitos que derribar y son principalmente las madres, amigas,
primas y tías que tienen hijos las que dan consejos a las
madres acerca de la lactancia.
5. Mito
Amamantar frecuentemente al niño reduce la producción de leche, un
reflejo de eyección débil y el fracaso de la lactancia.
Realidad
La producción de leche está relacionada con la frecuencia de mamadas y la cantidad
de veces que la glándula se vacía. La producción de leche funciona en relación a la
demanda, es decir, entre más le pido producir, más leche me da.
6. Mito
Una madre necesita amamantar únicamente de cuatro a seis veces
cada 24 horas para mantener una buena cantidad de leche.
Realidad
Las investigaciones nos han mostrado que cuando la madre amamanta
precozmente (dentro de la primera hora post parto) y frecuentemente (8 a 12
veces en las primeras semanas), la producción de leche se ve aumentada, su hijo
incrementa mejor de peso y hay una mayor probabilidad de que su lactancia sea
más prolongada.
7. Mito
Los niños obtienen toda la leche que necesitan durante los
primeros cinco a diez minutos de mamar.
Realidad
Mientras que muchos niños mayores pueden obtener la mayor parte de su
leche en los primeros cinco a diez minutos, esto no se puede generalizar
para todos. Los recién nacidos, que están aprendiendo a mamar y no
siempre son eficientes en la succión, a menudo necesitan mucho más
tiempo para alimentarse. Más que mirar el reloj, permite al Recién Nacido
tomar todo lo que quiera hasta que muestre señales de saciedad, como el
auto-desprendimiento, y sus manos y brazos relajados. Aprender a mirar
cuando el bebe dice “ya no quiero más”.
8. Mito
Es la cantidad de leche que el niño consume, no si es leche
materna o de fórmula, lo que determina cuánto tiempo dura
un niño entre dos tomas.
Realidad
Los niños amamantados tienen tiempos de vaciamiento gástrico más rápido que
los alimentados con fórmula –aproximadamente 1,5 horas frente a un máximo
de 4 horas debido al menor tamaño de las moléculas de proteína en la leche
humana. Mientras que la cantidad es un factor en la determinación de la
frecuencia de alimentación, el tipo de leche es igualmente importante. Los
estudios antropológicos de la leche de los mamíferos confirman que los bebés
humanos estaban destinados a ser alimentados con frecuencia y lo han hecho a
lo largo de la mayor parte de la historia.
9. Mito
Nunca despiertes al niño que duerme.
Realidad
Aunque la mayoría de los niños harán saber el momento
que necesitan comer, en el período de recién nacidos
algunos son más flojos y no pueden despertar
suficientemente por sí solos. La mamada poco frecuente
puede ser causada por falta de madurez del niño, ictericia,
partos traumáticos, medicamentos maternos o sobre uso
de chupete.
10. Mito
El metabolismo del niño se encuentra desorganizado al nacer
y requiere que se le imponga una rutina u horario para
ayudar a resolver esta desorganización.
Realidad
Desde el nacimiento los niños tienen patrones de alimentación,
sueño y vigilia. No es un comportamiento desorganizado, sino más
bien refleja las necesidades específicas de esta etapa de la vida.
Con el tiempo los niños van adaptando sus ritmos al ambiente que
los rodea sin necesidad de entrenamiento.
11. Mito
Las madres lactantes deben usar siempre
ambos pechos en cada toma.
Realidad
Es más importante dar que el niño termine el primer pecho primero, incluso si eso
significa que él no tome del segundo pecho durante esa mamada. La leche de una
mamada no es igual todo el tiempo. Sabemos que la leche inicial es rica en agua y
azúcares y al final es más rica en grasas. En la medida que la glándula es drenada
se accede gradualmente a esta última leche. Si pasas a la segunda mama antes de
terminar con la primera, el niño puede llenarse con la primera leche baja en
calorías de los dos pechos en vez de obtener el equilibrio normal de inicio y final,
con la consecuente insatisfacción infantil y poco aumento de peso.
12. Mito
Si un niño no aumenta bien de peso, es posible que la leche de
su madre sea de baja calidad.
Realidad
Las leches de baja calidad no
existen. Las bajas de peso tienen
mucha más relación con una menor
producción de leche, por poco
frecuencia de mamadas o con una
mala técnica de acople del niño al
pecho materno.
13. Mito
Cuando una mujer tiene escasez de leche,
generalmente se debe al estrés, la fatiga o el bajo
consumo alimenticio y de líquidos.
Realidad
Las causas más comunes de problemas en la cantidad de leche son las
tomas poco frecuentes y/o el mal acople del niño al pecho. El estrés, la
fatiga o la desnutrición son raramente causa de la insuficiencia del
suministro de leche, porque el cuerpo tiene muy desarrollados
mecanismos de supervivencia para proteger al lactante en tiempos de
escasez.
14. Mito
Una madre debe tomar leche para producir leche.
Realidad
Una dieta saludable de verduras, frutas, granos y
proteínas es todo lo que una mamá necesita para
proporcionar los nutrientes adecuados para
producir la leche. El calcio se puede obtener de
una variedad de alimentos no lácteos, como las
verduras de color verde oscuro, semillas, frutos
secos y pescados. No hay ninguna relación en
tomar leche de otros mamíferos para aumentar la
propia. Se debe procurar tener una dieta
balanceada y una adecuada hidratación.
15. Mito
Las madres no deben prestarse a ser el “chupón”
de su hijo.
Realidad
Los niños ocupan muchas veces el pecho como parte de un
proceso natural de conocimiento y confort entre madre e hijo.
Los chupetes son literalmente un sustituto para la succión
cuando la madre no puede estar disponible. El uso del chupete
en periodos tempranos de la lactancia está vinculado a menor
duración del periodo de amamantamiento, ya que interfiere
con la frecuencia de las mamadas y en la correcta técnica de
agarre al pecho.
16. Mito
La lactancia frecuente puede dar lugar a la depresión
postparto.
Realidad
La depresión postparto es causada por múltiples
factores. Puede tener sus orígenes en la
fluctuación de las hormonas después del parto,
desbalances químicos, predisposición genética,
baja autoestima y otros. Puede verse agravada
por la fatiga y la falta de apoyo social.
Actualmente para algunos autores la lactancia es
una práctica que puede disminuir el riesgo de
depresión.
17. Mito
Algunos niños son alérgicos a la leche materna o
intolerantes a la lactosa.
Realidad
La leche humana es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede
recibir. La mayor frecuencia de alergias a la leche –hoy por hoy una patología
que está bastante sobre diagnosticada– está dada a la proteína de la leche de
vaca (APVL) y no específicamente a la leche materna. Si el niño presenta signos
de alergias o intolerancia, debe ser visto por su médico especialista, quien hará
una evaluación y probablemente dará instrucciones para eliminar de la dieta
materna aquella sustancia que pudiera estar provocando la alergia.
18. Mito
La lactancia demasiado frecuente causa obesidad
cuando el niño crece.
Realidad
Las últimas investigaciones nos muestran que la leche materna
tiene un factor protector en la obesidad y por lo tanto disminuye
el riesgo de ser obeso en el futuro. La promoción de la lactancia
prolongada es una de las medidas que se aplica para impactar
positivamente la salud de los niños en el ámbito de la nutrición.
19. Mito
La lactancia prolongada más allá los 12 meses del niño carece de valor, ya que la
calidad de la leche materna empieza a deteriorarse a partir de los seis meses de vida.
Realidad
La leche materna es un fluido cambiante y su composición varía de acuerdo a la edad
del niño. Aunque el niño comience con la introducción de solidos a partir del 6° mes
de vida, la leche materna sigue siendo el principal recurso de nutrición en el primer
año de vida. Actualmente la recomendación de la OMS, del Ministerio de Salud de
Chile y de la Comisión de Lactancia Materna es mantener la lactancia exclusiva por 6
meses sin adición de sólidos ni otros líquidos; luego, introducir paulatinamente los
alimentos y continuar con lactancia mixta hasta los 2 años o el tiempo que madre e
hijo así lo quieran.
20. Mito
No se puede dar de mamar con pezones planos.
Realidad
Para mamar en una postura correcta, el niño no solo toma el pezón, sino
también la areola (el tejido más oscuro que lo recubre), por lo que la
forma del pezón no es determinante a la hora de tener éxito con la
lactancia.
Además,
no es necesario que, durante la lactancia, utilicen aparatos para sacar el
pezón. Cuando mama, el niño, por sí mismo, es capaz de hacerlo.
21. Mito
Con la cesárea no se produce leche.
Realidad
En la producción de leche no influye el tipo de parto, aunque
algunas de las rutinas que se suelen llevar a cabo con las
mujeres a las que se ha practicado una cesárea pueden
interferir en el buen establecimiento de la lactancia. Por
ejemplo, separar a madre e hijo en las horas iniciales puede
dificultar el inicio de la lactancia, pero no es por efecto de la
cesárea sino a consecuencia de las prácticas hospitalarias.
22. Mito
Cada mamada debe durar 10 minutos por pecho.
Realidad
La alimentación al pecho ha de ser siempre “a demanda”. Esto significa que es el
bebe el que decide cuánto y cuándo quiere comer. Hay niños que son capaces de
vaciar el pecho en cuatro minutos, otros en diez, otros tardan el doble. Si solo se
les deja mamar diez minutos de cada pecho, se quedan únicamente con la leche
del principio de la mamada, más acuosa y que les sirve para saciar la sed. La leche
del final, sin embargo, es la que tiene mayor contenido graso y la que más le
engorda, pero solo pueden acceder a ella si se les permite vaciar el pecho por
completo.
23. Mito
Cuando se da de mamar, el pecho se cae.
Realidad
Son los cambios hormonales y anatómicos del embarazo, y no la
lactancia, los que provocan que las mamas muestren otro aspecto
cuando la mujer esta dando de mamar. Así, los cambios en los pechos
se producirán tras la gestación, independientemente de que la madre
dé de mamar a su hijo o no.
24. Mito
No se puede quedar embarazada durante la lactancia.
Realidad
La lactancia no es un método anticonceptivo. Durante la lactancia
también hay posibilidad de embarazo.
Se debe recurrir a otros métodos que no interfieran con el proceso
de dar de mamar, como terapia hormonal de baja dosis.
25. Mito
No se pueden tomar medicamentos durante la
lactancia.
Realidad
La madre que esta dando de mamar puede tomar determinados
medicamentos, ya que muchos de ellos que no pasan a la leche materna,
o lo hacen en cantidades tan pequeñas que apenas tienen efecto sobre el
recién nacido o producción de leche.
Durante la lactancia, la mujer que da el pecho debe limitar al máximo el
consumo de alcohol, tabaco y estimulantes como la cafeína.
26. Mito
Las madres no pueden comer algunos alimentos
durante la lactancia.
Realidad
En todo el periodo de gestación y durante la lactancia, la
mujer necesita una dieta balanceada. No hay alimentos que
aumentan o disminuyen la producción de leche. A mayor
succión corresponde una mayor producción de leche.
27. Mito
Si la madre está enferma, no debe dar de lactar y si
sigue lactando no puede tomar medicamentos.
Realidad
Si la mujer está enferma (gripe, resfriado, tos, etc. ) puede
amamantar. Si se trata de otra enfermedad más grave, antes
de tomar cualquier medicación, deberá consultar a su médico.
28. Mito
Una vez que se interrumpe la lactancia no se puede
volver a amamantar.
Realidad
Con una técnica adecuada y apoyo, tanto las madres como los bebés pueden
retomar la lactancia, luego de un cambio de leche materna a fórmula. Esta
práctica es vital durante una emergencia.
29. Mito
Si las madres están embarazadas de otro bebé deben dejar
de amamantar.
Realidad
Aún estando embarazada de otro bebé la madre puede seguir
amamantando. Algunas hormonas que el cuerpo produce en el
período de gestación, pueden cambiar el sabor de la leche (¡pero
no su calidad!) y por lo tanto el niño podrá progresivamente dejar
de lactar.
30. Mito
Los recién nacidos necesitan beber aguas aromáticas,
como de menta y anís, para fortalecer el estomago,
si están enfermos o tienen diarrea.
Realidad
La leche está compuesta en un 90% de agua, por lo tanto los bebés no
necesitan líquidos adicionales. La mejor manera de fortalecer el bebé
es dándole leche materna todas las veces que la pida.
31. Mito
El calostro no alimenta.
Realidad
La presencia de IgA y otras Inmunoglobulinas en el calostro, la
leche de transición y leche madura, protegen
inmunológicamente al niño mientras va aumentando su
capacidad de producir dichos nutrientes, por lo tanto
el calostro, es de gran valor proteico, además ayuda a
eliminar oportunamente el meconio y en consecuencia
disminuye el riesgo de hiperbilirrubinemia neonatal.