El sentido del yo organiza nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Los esquemas del yo se crean a partir del autoconcepto y nuestras creencias e influyen en cómo percibimos, recordamos y evaluamos a los demás y a nosotros mismos. La adolescencia es cuando se define la identidad independiente personal, mientras que en culturas colectivistas la identidad se define en relación con los demás y genera un mayor sentimiento de pertenencia.