Una mujer muere y llega al cielo, donde San Pedro le dice que para entrar debe deletrear correctamente una palabra. Ella lo hace y pasa al cielo. Un año después, ella vigila las puertas del cielo y se encuentra con su ex marido, quien le cuenta que después de su muerte tuvo mucho éxito. Ella le dice que para entrar debe deletrear una palabra, pero la palabra que le da es muy difícil y él no puede deletrearla, por lo que va al infierno. La moraleja es que ni muerto se le puede decir toda la verdad a una