El movimiento estudiantil chileno surgió en rechazo al sistema educativo establecido durante la dictadura de Pinochet, el cual financiaba en un 25% al estado y un 75% a las familias. Los estudiantes exigen una educación pública, gratuita, autónoma, democrática, de excelencia e intercultural. Se han manifestado de forma creativa pero también han enfrentado represión policial. Sus protestas han llevado a reformas educativas para mejorar la calidad y equidad del sistema.