Este documento presenta una conferencia sobre la educación, el estado y la sociedad en un momento de transición caracterizado por el desconcierto e incertidumbre. Argumenta que los cambios tecnológicos están impactando el campo educativo y que los modelos pedagógicos tradicionales ya no son efectivos. También discute los desafíos que enfrenta Venezuela incluyendo la presión de la globalización y la necesidad de construir un proyecto educativo alternativo que promueva la equidad social. Defiende el rol del estado docente en orientar, dirigir
Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Educación, Estado y sociedad: una síntesis paradigmática
1. Universidad Nacional Abierta
Dirección de Investigaciones y Postgrado
Maestría en Educación Abierta y a Distancia
Área de Incumbencia: Administración y Gerencia
Unidad Curricular: Política, Economía y Educación
Educación, Estado y
Sociedad
Una síntesis
paradigmática
Láres, R. (1998). Educación, Estado y Sociedad Una
síntesis paradigmática. Conferencia dictada en el seno
de la Asamblea Nacional de Educación, UCAB, Caracas
(Compilación con fines instruccionales)
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Educación, estado y sociedad
Una síntesis paradigmática
Ronald Láres
Profesor de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL)
Conferencia dictada en el seno de la Asamblea Nacional de Educación, UCAB,
Caracas 1998
Muy buenos días distinguidos asambleístas, colegas, expositores. Mi ponencia se
titula "Educación, Estado y sociedad, una síntesis paradigmática". En pocas
palabras, si pudiésemos denominar este momento histórico habría que decir que
estamos viviendo una situación de transición, caracterizada por el desconcierto y
la incertidumbre, debemos, en consecuencia, realizar un singular esfuerzo por
exorcizar la soledad e inventar nuevas maneras de vivir el pensamiento y la acción
en este siglo XX, a finales de este siglo XX, tan consensuadamente neoliberal, tan
consensuadamente neoconservador, es necesario vivir la realidad y buscar la
manera de sentir esa realidad, tal como lo dijera Teodoro Adorno, "la utopía sería
ser de otra manera, sin miedo".
Los cambios más notorios de los que nos habla la nueva época, se están
expresando en la transformación del saber y del conocimiento, aplicados en la
cotidianidad por mujeres y hombres en esta sociedad planetaria contemporánea,
los cambios más visibles se están expresando por las transformaciones
tecnológicas en la electrónica, la cibernética, la ingeniería genética,
operacionalizados a través de los servicios personales, de las tecnologías
domésticas, de la computación y de las telecomunicaciones, esta situación está
teniendo un tremendo impacto en el campo educativo y no ha sido analizada, no
ha sido asimilada ni ha sido adaptada.
Esta situación, en consecuencia, lleva a admitir que en el horizonte educativo
enfrentamos la plena vigencia de modelos pedagógicos y de didácticas
específicas que están expresando una desfasada manera fuerte en el sentido de
aprender a aprender, este modelo pedagógico no tiene virtualidad en la praxis,
porque no agencia aprendizajes de los aspectos más importantes de la realidad
socioeducativa, hay que entender que hoy se están produciendo aprendizajes
diferenciados, como diría cualquier mortal, desde mi propio saber, desde los
saberes de mi grupo inmediato y de los que emergen de los saberes socialmente
acumulados, estas consideraciones están haciendo aun más complicada la
actividad educativa.
La velocidad de los cambios en la manera como se produce, como se desarrolla y
como se distribuye el conocimiento está exigiendo hoy un profundización del
binomio investigación-enseñanza y al mismo tiempo está exigiendo una
información actualizada de manera acelerada, pero ello pudiera implicar un peligro
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en cuanto a desplazar a la profundidad del conocimiento, ya que nuestras
sociedades están expresando hoy día una intoxicación en la información.
A pocos años del cierre del nuevo milenio, Venezuela se está enfrentando a
grandes desafíos que pautan su existencia como región diferenciada y de
características distintivas e incluso se ciernen sobre nuestro país algunos peligros
que pudieran desmembrar la configuración del Estado Nación, y en este sentido,
frente a las transformaciones de la sociedad global, Venezuela se encuentra ante
el reto de redefinir sus objetivos de desarrollo, del accionar del Estado y de la
economía del mercado, de la legitimidad y de la supervivencia de sus instituciones
públicas y de la necesidad de construir y fortalecer al mismo tiempo un proyecto
educativo alternativo.
La presión internacional, la globalización de los mercados y la mundialización de la
economía está promoviendo la necesidad de que el Estado pueda ser readecuado
a los imperativos de una inserción competitiva. Ya en décadas pasadas los
estudiosos de la realidad social latinoamericanos, Fernando Cardozo, Sergio
Aranda, Teotonio Dos Santos, intuían que el Estado-Nación en América Latina era
tan pequeño que podía resultar incapaz de resolver los grandes problemas y tan
grande que era incapaz de resolver los pequeños problemas.
Frente a esta situación el estado del bienestar ha sido arropado y atrapado por
una tendencia neoliberal que niega a densos sectores de la población venezolana
la posibilidad de una existencia digna, este Estado que reduce el bienestar social
está negando la posibilidad del acceso el progreso social y económico,
supuestamente ese mismo Estado había construido. Las cifras demoledoras y
dramáticas expresadas hoy en la brillante conferencia de Guillermo Luque sirven
como marco de referencia para esta situación.
La postura neoliberal como organización social reduce permanente y
sistemáticamente los ámbitos del Estado, Justificando que el Estado benefactor no
cumplió las funciones sociales para la cual fue configurada por que el Estado se
excedió en la regulación económica, no permitiendo que el mercado liberara sus
fuerzas creativas y autoreguladoras o porque el Estado se convirtió en propietario
y productor ineficiente de bienes y servicios, de tal manera que entonces está
pidiendo que el Estado ofrezca cada vez más espacios económicos y sociales a
otros sectores para que construyan su propia dinámica y para que se fortalezca la
economía de de mercado, pero debemos enfatizar que un mercado dejado a sus
anchas, sin un Estado honesto que oriente, controle, impulse estrategias de
desarrollo nacional va a generar mayores niveles de desigualdad social y mayores
niveles de desigualdad económica, por eso entendemos que el Estado debe
seguir cumpliendo su rol fundamental, porque es la única forma de garantizar la
equidad y la justicia social.
El derrumbe del estado de bienestar social facilita que la teoría económica nos
presente como única vía posible alternativa el manejo de lo social por la vía del
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mercado y en ese sentido en nuestro país se han realizado, a costa de la
gobernabilidad, acuerdos que han secuestrado al Esto, permitiendo que los
partidos políticos no cumplan sus programas y propuestas que fueron sustentadas
para ser electos, de tal manera que la política se convierte en un bien mercantil
que puede ser libremente apropiada, de tal manera que con esto se justifica la
privatización de lo público y en todo caso quedando lo público sólo como
estrictamente estatal.
En esta disyuntiva el espíritu público ha sido sustituido por los intereses de grupo y
en este caso la partidocrasia asalta al Estado, despojándola de los programas
para la reforma y de los créditos necesarios para impulsarla, se está consolidado
lo que expresaba Leonardo Gracia para América Latina y en particular para
Venezuela, es la puesta en práctica de la política siciliana.
En relación con el Estado docente, nosotros tenemos que señalar que
compartimos la tesis del Estado docente porque tiene un sustento no sólo teórico
metodológico, sino un sustento histórico, un sustento filosófico, un sustento social
y un sustento de carácter cultural. Destacados educadores venezolanos han
expresado su opinión con relación al Estado docente.
José Miguel Cortázar en un interesante ensayo "Estado docente, alcance y
significado", señala: "la doctrina del Estado docente concibe a la educación como
de naturaleza política e ideológica, vinculada a orientar valo res y a permitir la
integración social, no admitiendo imposiciones extrañas a las virtudes nacionales,
a los principios constitucionales y a las normas jurídicas de la nación venezolana".
Guillermo Luque en un ensayo titulado "Educación y sociedad en la Venezuela del
siglo XX, una síntesis para la reflexión y la polémica", señala 'la educación y la
cultura en general, en tanto importante como pro yectos nacionales, su fluido vital
tiene que ser controlado por el Estado porque realmente tiene mayor
significación”.
Luis Ugalde, que está con nosotros y acaba de hacer una interesante exposición
en un artículo en El Nacional en el año 1996 expresa: " La sociedad que no quiera
autoliquidarse no le quitará al Estado el papel rector en la educación", y la
profesora Josefina Bruni Celli en el libro Ideas para el Debate Educativo, señala la
responsabilidad del Estado para orientar, dirigir, impulsar, planificar y evaluar las
políticas educativas.
Estas opiniones comprometen la necesidad de la defensa de la tesis del Estado
docente y de la educación pública, hoy arrollada por los intentos de la
privatización, intentos que niegan que la educación sea considerada como un
derecho humano básico inalienable. Frente a esta situación es necesario hacer
algunas puntualizaciones, es necesario reasumir la educación como un proyecto
cultural y como proyecto histórico, sometida a ritmos acelerados y vertiginosos
cambios, hay que reconocer que hoy se están desarrollando en el plano
educativo, modalidades de socialidad diferentes a la que habíamos conocido, la
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interacción maestro-alumno está siendo transformada y está siendo desplazada
por la computación, por los video juegos, por el encuentro de pares por las formas
nuevas narrativas que aparecen en el hipertexto.
Hay que reconocer al mismo tiempo la inauguración de una nueva lógica que
soslaya las categorías preestablecidas y está privilegiando lo inédito, lo posible y
lo impredecible.
Hay que reconocer que al interior y en el corazón de nuestras escuelas se están
desarrollando núcleos tecnocráticos que están convirtiendo a la labor docente en
una simple técnica, soslayando su pertinencia como trabajador de la cultura. Esta
situación genera la formación de docentes castradores, punitivos, autoritarios, tal
como lo señala el Dr. Arnaldo Esté en su interesante texto "El aula punitiva", es
necesario, en consecuencia, desarrollar una educación y una formación de
docentes comprometida para rescatar y reconstruir el espacio público y
democrático.
El nuevo proyecto educativo debe ser concebido como un proyecto que ofrezca
respuestas concretas a la creciente desigualdad, de la sociedad venezolana, un
proyecto educativo que establezca una relación compatible con la naturaleza y
que en una educación polivalente y con una visión prospectiva, contribuya a la
formación de sujetos transformadores, autores y actores de una Venezuela más
justa.
Quizás el reto más grande que tenemos nosotros los educadores es la capacidad
para desarrollar y construir las nuevas preguntas que la nueva lógica nos está
reclamando y así y desde allí trazar el tejido que una lo público y lo privado para
recomponer un interés social y una responsabilidad colectiva coherente con los
cambiantes tiempos. Muchísimas gracias