El documento expresa tristeza por la muerte del fiscal Alberto Nisman y sospecha de que fue un asesinato y no un suicidio. Critica la falta de respuesta del gobierno y teoriza que se encubrirá el caso como un suicidio. Plantea que ha habido otros casos similares de gente a punto de declarar apareciendo "suicidados" y que es improbable que alguien le preste un arma a quien protege. Finalmente, expresa impotencia por la corrupción y la impunidad en Argentina.