El documento describe el Neoclasicismo en la literatura del siglo XVIII. Se consideraba a los escritores griegos y latinos como modelos a imitar, dando preferencia a la razón sobre los sentimientos. La poesía neoclásica adoptó temas bucólicos o de la fábula para ofrecer consejos morales. Autores importantes fueron Iriarte, Samaniego y Moratín, quien siguió estrictamente las normas neoclásicas de las tres unidades en obras como El sí de las niñas y La comedia nueva.