Dios creó a Adán y Eva en el Edén y les dio todo lo que necesitaban para cuidar sus cuerpos y mentes. Les enseñó sobre el uso adecuado de su tiempo, cuerpo, habilidades y posesiones. Si aprendían a utilizar sabiamente los dones de Dios sin egoísmo, recibirían la vida eterna, pero si no se conducían debidamente, Dios les retiraría la vida. Todo lo que tenemos y somos pertenece a Dios, quien nos creó y redimió.