1. lefttopJORNADAS: EXILIO, MEMORIA E IDENTIDAD<br />Non sum ego quod fueram. Quid inanem proteris umbram? <br />[No soy lo que fui. ¿Por qué te aprovechas de mí, débil sombra? III, XI, 25 Ovidio, Tristia]<br />Salta, 19, 20 y 21 de Mayo de 2010<br />162306083820<br />El exilio: desde Odiseo a nuestros días<br />Jorge Luis Vargas<br />2010<br />Introducción<br />Para estas Jornadas me he propuesto hablar del exilio. La literatura y el exilio. Sin embargo, no creo en el exilio cuando esta palabra va junto a la palabra literatura.<br />Literatura y exilio son, creo, dos caras de la misma moneda, nuestro destino puesto al azar. El exilio y el destierro se hacen presentes desde los primeros mitos griegos, que justifican a través de sus relatos, cómo se produjeron por primera vez tales o cuales hechos, propiciando el acto ritual de repetirlo.<br />En unos pocos siglos la humanidad creó cosas que había ignorado durante milenios, de los griegos parte el impulso que ha movido la civilización, por un proceso dialéctico de acciones y reacciones en una dinámica que ha transformado todo, no es posible ignorar nada de cuanto los griegos han sentido, han escrito, pensado o construido. <br />La literatura no puede dejar de lado la figura del poeta Homero y las obras que se le atribuyen, ya que tras él se despliega una variedad de formas que no tiene comparaciones en toda la historia, en todas las manifestaciones del pensamiento, de la filosofía, de la poesía y el arte, de la vida social y de las ciencias.<br />Muchos pueden ser los significados que giran sobre la figura de Odiseo, pero lo cierto es que en todas ellas se busca, en la génesis del héroe mítico, la explicación para muchas veleidades actuales. En diversas mitologías, religiones y expresiones del folclore de los pueblos, aparecen repetidamente las características propias del arquetipo del héroe.<br />El exilio en Odiseo está acompañado de transformaciones, cambios en la identidad, conflictos, engaños, y puede ser entendido como una actitud ante los obstáculos de la vida donde el pasado y el presente deben buscar la armonía necesaria para la estabilidad del sujeto.<br />El Exilio<br />El exilio es el estado de encontrarse lejos del lugar natural (ya sea ciudad o nación) y puede definirse como la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo. Algunos autores utilizan el término “exiliado” con el sentido de “refugiado”. Aunque el exilio por antonomasia es ese desplazamiento fuera del país, también se habla de un «exilio interior» respecto a personas que se ven obligadas a reasentarse dentro del propio país de residencia (deportaciones) o bien que, estando en el mismo, se ven cortadas sus posibilidades de actuaciones a través de prohibiciones de desarrollar sus actividades (generalmente literarias o artísticas) o de manifestar públicamente la disensión respecto al régimen instaurado.<br />La odisea desde Troya a Ítaca es un itinerario humano, si consideramos al hombre como individuo. Pero también si lo consideramos en su aspecto social. Así, quot;
lo destacable del personaje de Odiseo es que éste, a lo largo de los poemas homéricos y, sobre todo, en la Odisea, encarna la estabilidad social, la concordia y el buen gobierno. <br />Hay también otro aspecto del exilio, el conocimiento de nuevos paisajes humanos y geográficos, que está reflejado en el mito de Odiseo. El regresa cargado de experiencias y conocimientos, vuelve cambiado por ellos.<br />Odiseo en la historia<br />El héroe griego Odiseo (Ulises en la tradición latina) era hijo del rey Laertes de Ítaca y de Anticlea. Participó en la Guerra de Troya y una vez que cae esta, Odiseo tiene una fuerte disputa con el resto de líderes que participan en la toma de la ciudad, decidiendo partir de regreso a su tierra al frente de doce naves. Allí lo estaban esperando Penélope y su hijo Telémaco.<br />En las escenas iniciales se relata el desorden en que ha quedado sumida la casa de Odiseo tras su larga ausencia. Un grupo de pretendientes de su esposa Penélope está acabando con sus propiedades. A continuación, la historia se centra en el propio héroe. El relato abarca sus diez años de viajes, en el curso de los cuales se enfrenta a diversos peligros, como el gigante devorador de hombres, Polifemo, y a amenazas tan sutiles como la que representa la diosa Calipso, que le promete la inmortalidad si renuncia a volver a casa.<br />La segunda mitad del poema comienza con la llegada de Odiseo a su isla natal, Ítaca. Aquí, haciendo gala de una sangre fría y una paciencia infinita, pone a prueba la lealtad de sus sirvientes, trama y lleva a cabo una sangrienta venganza contra los pretendientes de Penélope, y se reúne de nuevo con su hijo, su esposa y su anciano padre. Es imposible establecer una distinción entre estas dos obras en el aspecto estilístico. <br /> Este mito puede considerarse como uno de los más complejos y más cercanos al ser humano de cuantos legó la Antigüedad griega. Humano, porque Odiseo busca, lucha y sufre porque ama, así como el hombre busca, lucha y sufre porque ama. Complejo, porque una multitud de otros personajes, de gran simbolismo, pueblan el escenario de su travesía de retorno al hogar y el terruño. Hay una multitud de otros seres que pueblan el maravilloso poema llamado Odisea, este texto que para Borges era un libro casi infinito, porque, como decía, en él quot;
algo hay distinto cada vez que lo abrimosquot;
.<br />Además de ser éste un mito complejo, ha demostrado ser abierto, pues ha permitido a muchos escritores aprovechar sus elementos esenciales o basarse en alguno de ellos.<br />El desarraigo forzado, de Odiseo al tener que ir a la guerra en Troya, el dolor por la lejanía de la patria y del hogar y la decisión de regresar, son realidades que han vivido miles y miles de seres humanos a través de los siglos. Por eso, podemos sentir tan humana la historia de La odisea. Pero no sólo esta situación fundamental, sino diversas otras en la vida de un hombre se ven expresadas poéticamente en el mito de Odiseo:<br />tener que salir de la patria y del hogar;<br /> tener que estar lejos por largo tiempo;<br />no poder regresar, deseándolo vivamente,<br />ser acogido en otro país, en un hogar dulce y benévolo y tener la posibilidad de permanecer allí y no volver a la patria, <br />tener durante años el anhelo de volver a la tierra y al hogar y no poder hacerlo,<br />perder a la madre mientras se está lejos y sin poder regresar,<br />vencer innumerables dificultades para poder retornar <br />volver a la tierra natal cargado de experiencias y de años.<br />Un elemento fundamental de este mito es el de la ausencia involuntaria de la patria y del hogar. Realidad vivida por los miles y miles de desterrados y exiliados de que está poblada la historia humana. En todas las latitudes y en todas las épocas ha habido seres humanos lanzados lejos de la tierra natal y del hogar. En Occidente, desde la Antigüedad griega hasta el siglo XX de las grandes guerras y las terribles tiranías. Pensamos en Grecia y nos viene la imagen de Temístocles y de tantos otros. Pensamos en Roma y evocamos a Ovidio, el tan grande y tan desdichado poeta. Pasamos a la Edad Media y nos embarga el dolor de Dante, dejando sus cansados pies en escalas extranjeras. Y cuántos y cuántos. Joachim Du Bellay, desterrado en Italia, recuerda como felices en su bello soneto a aquellos que hicieron el viaje de Ulises y pudieron volver a la patria.<br />Y llegamos a nuestra atormentada América con sus dictaduras. Para cuántos, el tema de la nostalgia, del nostros, del regreso a la tierra patria, y del algos, el dolor por la imposibilidad de volver, pasó de ser un tema del mito y de la poesía a ser una vivencia dolorosa y angustiante. Cuántos en esa lejanía forzada e insuperable por tantos años, aprendimos a releer y a amar más la Odisea. Porque precisamente, el dolor que causa la lejanía forzada de la tierra natal y la imposibilidad de retornar a ella o los grandes obstáculos que se oponen a ese retorno, es el sentimiento expresado en la historia de Ulises y en las lágrimas que tantas veces derrama éste al recordar su hogar.<br />Conclusión<br />El mito de Odiseo, la historia de su viaje narrada por la Odisea, se nos aparece como el caminar de un ser humano que, pese a las múltiples peripecias que sufre durante una década, que se agrega a otra década de peligros, en lejanía forzada de su patria, salva su condición de hombre y la lleva a plenitud.<br />Por razones académicas, últimamente he estado investigando sobre la problemática del inmigrante, del exiliado y su proceso de adaptación. Para mi sorpresa, me encontré con que existe una nueva condición clínica, que contempla los problemas de salud mental asociados a la situación específica del inmigrante que no logra adaptarse a su nuevo entorno: El Síndrome de Odiseo.<br />Odiseo es el inmigrante por excelencia, el navegante que siempre está anhelando volver a Ítaca. En este sentido, el inmigrante no sólo emprende el viaje literal sino también el simbólico. Su viaje es una enorme oportunidad de crecimiento y de desarrollo en el camino de la individualización.<br />Para el escritor de verdad su única patria es su biblioteca, una biblioteca que puede estar en estanterías o dentro de su memoria. El político puede y debe sentir nostalgia, es difícil para un político medrar en el extranjero. El trabajador no puede ni debe sentir nostalgia: sus manos son su patria.<br />Bibliografía<br />Borges, Jorge Luis. 2002. Jorge Luis Borges: Los senderos de Itaca Grecia en la poesía de Borges. Traducción Nina Angelidis. Atenas, Instituto Cervantes. <br />Cantarella, Raffaele (1967). La literatura griega clásica. Buenos Aires: Losada S.A.<br />Homero. La Odisea.<br />Eliade, Mircea (1991). Mito y Realidad. Barcelona: Lavor<br />