Las operaciones básicas de las empresas incluyen comprar bienes o servicios, producir productos para la venta, vender bienes o servicios a clientes, cobrar el importe de las ventas, y pagar por los bienes y servicios comprados. Estas operaciones deben estar respaldadas por comprobantes para registrar los cobros y pagos realizados al contado, a plazo, en efectivo o mediante diferentes instrumentos como cheques comunes, pagarés o cheques diferidos.