La estrategia competitiva de Coca-Cola se basa en mantener una alta diferenciación de productos a través de su fuerte imagen de marca y gran inversión publicitaria. Esto le ha permitido mantener su cuota de mercado a pesar de la entrada de competidores con precios más bajos. Las estrategias de Coca-Cola se centran en presentar bien sus productos al consumidor final a través de publicidad y amplia distribución geográfica.